El UCAM Murcia necesitaba una alegría después de dos partidos sin conseguir la victoria. Un punto en los últimos dos partidos y unas sensaciones preocupantes respecto a lo que fueron capaces de mostrar en jornadas pasadas, dejaban el partido de Castellón señalado en rojo para los universitarios. Era una noche propicia para darle la vuelta a la tortilla y acabar con la irregularidad con la que comenzaron los murcianos. Pero ni por esas el UCAM Murcia pudo acabar con su mala racha y cayó derrotado ante el Castellón. Se presentaban en casa, con casi toda la plantilla al completo y contra un rival histórico que acababa de bajar de Segunda División. Alicientes de sobra para motivar a una plantilla con falta de alegrías en las últimas semanas.

Tras una primera parte gris por parte de ambos equipos pero con ligera tendencia a dominio murciano, el equipo universitario volvió a encajar un gol tras la reanudación (Salva Ruiz, 56) que les dejó fuera de juego para toda la segunda parte. No hubo capacidad de reacción por parte del UCAM Murcia y Salmerón, a pesar de mover el banquillo con tiempo de sobra, cayó derrotado de nuevo. Uno de nueve acumula el UCAM y, aunque todavía no es preocupante, poco queda del equipo que se llegó a ver ante el Real Madrid Castilla o ante el Linares.

El UCAM Murcia y Castellón se veían las caras en un duelo inédito y con mucho respeto por parte de sus entrenadores en la previa. Esas muestras de respeto se trasladaron al césped cuando el árbitro pitó el inicio del partido. Ambos conjuntos estuvieron tanteándose durante los primeros veinte minutos de partido, en los que no pasó absolutamente nada relevante y las ocasiones brillaron por su ausencia. El esférico viajaba por el centro del campo y por todo el ancho, pero hubo muy poca verticalidad y, sobre todo, muy pocas ganas de atacar por parte de murcianos y castellonenses.

Sorprendió la decisión de Salmerón de quitar a Liberto del once para poner a Santi Jara, ya que el castellonense estaba siendo de lo mejor y el manchego no estaba pasando por su mejor momento. Pero acertó Salmerón con el cambio, pues Santi Jara fue de lo mejor de la primera mitad. Le liberó de la banda y fue moviéndose por todo el frente de ataque. Apareció por el medio, por la izquierda y por la derecha y fue el que generó casi todo el peligro del UCAM Murcia a través del balón parado.

La primera media hora de partido no fue muy vistosa ni divertida para el espectador, pero el UCAM empezó a desmelenarse con un Santi Jara un punto por encima del resto y generó dos ocasiones antes del descanso. Dos córners que acabaron en Josete y que no entraron por poco. El primer remate se fue por poco y el segundo, no llegó por unos pocos centímetros al caramelo que le puso al corazón del área el extremo. También lo intentó Alberto Fernández con un disparo lejano que atrapó Campos en dos tiempos.

La primera parte fue igualada en cuanto a juego, con los dos equipos alternándose el balón y sin mucha verticalidad, aunque es cierto que la balanza se decantó ligeramente para el UCAM Murcia por las ocasiones generadas. El Castellón, haciendo honor a su nombre, estuvo muy plano y el equipo de Salmerón apenas sufrió.

Otro varapalo tras el descanso

El Castellón no había firmado una buena primera parte y Sergi Escobar cambió completamente el planteamiento para la segunda mitad. Introdujo un cambio (Kandoussi por Esquerdo) y en los primeros cinco minutos, ya se vio un equipo con mucha más verticalidad y hambre que en toda la primera parte. Fue pisar un poco el acelerador y empezar a hacer daño al UCAM Murcia.

Lo intentó Koné constantemente encarando a Farrando, pero no encontró suerte con sus centros. Pero el Castellón, ya afrontando el partido de otra manera, iba a encontrar el premio del gol muy pronto. Salva Ruiz, con un disparo raso desde fuera del área, batió a Biel Ribas con aparente facilidad. Debió pillar despistado al portero porque la sensación, en directo, es la de que pudo hacer más.

Necesitaba reaccionar, tal y como pasó ante la Balona la jornada pasada, a un gol en contra a los pocos minutos de comenzar la segunda mitad. Pero no lo hizo. De hecho, se desordenó aún más y pudo encajar un segundo tanto en los minutos posteriores. Si Koné tuviera un poco más de calidad, es posible que el partido se hubiera finiquitado para los universitarios antes de tiempo. Fue un puñal que arrolló a Farrando el primer cuarto de hora de la segunda mitad.

Probó Salmerón con Abenza, Johan y Liberto, pero tampoco funcionó. Estaba muy atascado, como en las últimas jornadas, el equipo universitario. Tan solo un cabezazo de Farrando puso en alerta al equipo orellut. El lateral, que casi empata el partido con la testa, fue el que terminó con las ilusiones del UCAM Murcia de puntuar, pues el colegiado Domínguez Cervantes le mostró la segunda amarilla y se fue al túnel de vestuarios antes de tiempo. El Castellón, por su parte, se encerró atrás los últimos diez minutos y apenas sufrió. Salmerón no encontró la fórmula para darle la vuelta al partido.

Otro mal partido del UCAM Murcia y ya van tres consecutivos. En una liga tan igualada, cada punto es oro y el equipo universitario necesita urgentemente una inyección de puntos si quiere ganarse el derecho a pelear por los puestos de arriba. De momento, un uno de nueve es su pobre bagaje en los últimos tres partidos.