Hay argumentos de sobra para pensar que el empate del UCAM Murcia en la visita del Andorra tiende a estirar la vista hacia un vaso medio lleno. Siete de nueve puntos posibles en los tres últimos partidos, con dos victorias y un empate. Cifras muy positivas en una categoría que está cumpliendo con las expectativas y está siendo igualadísima. Además, contra rivales de entidad como el Real Madrid Castilla, el Linares –acabó primero el curso pasado– y el Andorra, uno de los equipos con más presupuesto del grupo. Todos esos aspectos nos pueden hacer pensar que el empate cosechado es un buen resultado. Y, seguramente, estaríamos en lo cierto.

Pero también, siendo objetivos, con el empate de ayer, hay quien podría ver el vaso medio vacío. Y tampoco estarían equivocados. Porque lo cierto es que, el Andorra de Gerard Piqué y Eder Sarabia mereció más que el UCAM Murcia de Salmerón. Los del Principado fueron muy superiores durante los primeros cuarenta y cinco minutos y los murcianos no fueron capaces de arrebatarle la pelota. Avisaba Salmerón en la rueda de prensa previa de que el plan pasaba por quitarles la posesión y que no se sintieran cómodos, pero la realidad es que no lo consiguieron. El Andorra dominó con y sin balón, y en el global del partido, fue superior a pesar de que en la segunda parte hubiera momentos de igualdad.

Puede que piensen que estoy exagerando, pero tan mala fue la primera parte del equipo que hubo gritos en La Condomina –aislados, pero los hubo– contra Salmerón. «Míster, cambia de táctica», voceaba un aficionado. «Nos están comiendo en nuestra casa», jaleaba otro. Salmerón, con un semblante serio por fuera pero quizá igual que estos dos aficionados por dentro, decidió cambiar su apuesta al descanso tal y como hizo en la victoria ante el Linares. El almeriense veía que su idea de introducir a Moyita en banda y juntar en el medio a Caballero, Corbalán y Abenza, no funcionó. Ni el centro del campo tuvo presencia, ni Moyita en banda se sintió cómodo en toda la primera parte. Con ese cambio desactivó ya a cuatro jugadores del equipo más los daños colaterales que se propagaron a una inactividad de Liberto y un Manu Garrido que se podría haber tomado un café y nadie se habría dado cuenta. No fue su culpa, sino que el dominio del esférico era tan grande por parte del Andorra, que poco pudo hacer. Lo único que funcionaba era la defensa. Lo único bueno fue la línea defensiva formada por Chaca, Josete, Admonio y Farrando. Se encontraron bien a pesar de que Biel Ribas tuvo que salvar un par de ocasiones muy peligrosas para el Andorra. Volvió a demostrar Biel Ribas lo importante que es tener un buen portero. Porque aunque se dice hable bien de él, quizá no lo suficiente. Dos intervenciones de mucho mérito en la primera mitad dejaron el empate a cero en el marcador hasta la reanudación.

Ligera mejoría tras el descanso

El UCAM Murcia cuajó una mala primera parte en la que, esta vez sí, el Andorra fue muy superior al equipo murciano. Con y sin balón, los de Eder Sarabia apenas sufrieron y ellos tuvieron dos ocasiones para ponerse por delante. Salmerón, pensativo en la banda, estaba viendo qué tocar para reactivar al equipo. Ante el Linares acertó de lleno con los tres cambios al descanso. Esta vez, no fueron tres, solo uno. Pero volvió a acertar. Salmerón tiró de coherencia y puso a Moyita en su radio de acción más peligroso, que no es otro que en la mediapunta, detrás de Manu Garrido. Decidió quitar a un centrocampista para dar entrada a Alberto Fernández. Quitó a Corbalán como podría haber sustituido a Abenza o Caballero, porque los tres se mostraron apáticos y superados. Tal vez se decantó por Corbalán por la tarjeta amarilla.

Por segunda jornada consecutiva, el UCAM Murcia mejoró tras el descanso con la entrada de Alberto Fernández. Y eso, es una muy buena noticia. Rectificar (y acertar) durante el partido es un signo de tener grandes cualidades de gestión y tener una visión objetiva de lo que está sucediendo. Punto a favor para Salmerón. Pero también es verdad que el almeriense no ha acertado en el planteamiento inicial de ninguno de las dos últimas jornadas. Punto en contra.

Con un Moyita liberado del yugo de la banda, se vio una versión más aproximada a lo que mostró en pretemporada. Condujo por el centro, se asoció más y de sus botas salió la acción más clara del partido hasta ese momento. Josele, murciano y exjugador del Real Murcia, la lió nada más empezar la segunda mitad con un error que pudo costar muy caro. Intentó sacar el balón jugado al más puro estilo de Valdés en el Barça de Guardiola y la lió, como le pasaba de vez en cuando a Valdés en el Barça de Guardiola. Moyita cortó la salida de balón y le entregó el esférico a Manu Garrido, que se quedó frente a Josele pero no atinó a disparar entre los tres palos.

El UCAM Murcia comenzó mejor la segunda mitad, y sin llegar a ser superior en casi ningún momento al rival, sí que igualó su nivel. Tuvo que aparecer la magia de Alberto Fernández para dar ese extra al equipo universitario. Lo intentó por la derecha, por el medio y a balón parado. Y en uno de ellos, sacó una falta desde la izquierda con la curva y la potencia perfecta para que Josete Malagón hiciera el 1-0 antes de la hora de partido. El capitán del UCAM Murcia entró como un avión y sigue demostrando que está en un nivel imperial, ya sea con asistencias, con robos, con posicionamiento y comandando la zaga o, en el caso de ayer, también con goles. La mala noticia llegó para Alberto Fernández, que se tuvo que marchar con una brecha cerca del ojo izquierdo y con mareos. Tuvo que ir al hospital tras el encuentro al encontrarse mal el jugador.

Poco le duró la alegría a los murcianos, ya que tan solo un minuto después, Nieto iba a igualar la contienda. El fútbol no siempre es justo, pero en este caso sí que lo fue. Tras ese gol, el partido volvió a su cauce y el Andorra volvió a dominar el esférico. Un juego asociativo que en ocasiones fue demasiado plano, pero gustoso de ver. No dio para más el encuentro y el UCAM Murcia sumó un buen punto. Sí, bueno. Porque a pesar de no haber sumado el tercer triunfo consecutivo, el equipo universitario demostró que puede competir hasta en sus peores días contra el equipo que sea. Porque, recordemos que el Andorra, es a priori, uno de los cocos llamados a estar arriba al término de esta bonita competición.

Salmerón: "Cualquier equipo habría perdido hoy contra el Andorra"

José María Salmerón habló en rueda de prensa sin tapujos sobre el mal partido cuajado por su equipo. «Ha sido un día duro para nosotros. No hemos hecho un buen partido en líneas generales, nos ha faltado con balón. Aunque estoy contento con el esfuerzo realizado por los jugadores», declaraba el técnico.

Al ser preguntado por su planteamiento inicial, en la que decidió salir con Abenza, Caballero y Corbalán en el medio, Salmerón explica que «queríamos quitarle el balón para que ellos corrieran y no nosotros. No lo hemos hecho y tampoco en las transiciones hemos estado muy acertados», declaraba el técnico, que añadía que «no ha sido el partido que hubiéramos querido».

«El gol en contra ha llegado muy pronto. No ha sido muy bueno para nosotros. Psicológicamente nos ha hecho mucho daño. Si hubiéramos aguantado a ellos les habrían llegado los nervios. No ha sido así y el partido ha seguido el guión que querían». Al valorar el punto conseguido, el almeriense da el punto por bueno. «Cuando no se puede ganar, como mínimo hay que empatar. Hemos jugado contra un gran rival», finalizaba.