Ronald Koeman cambió el sistema de juego ante el Bayern por dos razones. No se sabe en qué orden. Una fue voluntaria, en su perspectiva de que el Bayern pudiera causar un descosido parecido al 2-8 bajo la tesis –¿constatación?– de que este Barça es peor del que lo encajó, y programó un equipo conservador. El otro motivo venía forzado por las lesiones. Amontonó defensas y centrocampistas porque tenía muchos; alineó solo dos delanteros porque solo tenía dos para un choque duro: Memphis Depay y Luuk de Jong.

Ahora tiene tres delanteros y jugará con tres. Philippe Coutinho es el tercero.

Memphis saluda en el entrenamiento. FCB

El brasileño ya estaba disponible el martes en la Champions –también era alineable el joven Yusuf Demir, llegado este verano desde Austria–, pero la de Coutinho era la primera convocatoria en nueve meses. Iba a reaparecer desde su despedida el 29 de diciembre de 2020 frente al Eibar. Una desdichada noche en la que todo salió mal: empate ante un rival menor, Braithwaite falló un penalti y Coutinho, que sustituyó a Pjanic en el minuto 65, ni siquiera pudo acabar el partido. Se marchó cojeando, doliéndose de la rodilla izquierda. Cuatro días después era operado. De una ruptura del menisco externo. La misma lesión que había apartado a Ansu Fati un mes y medio antes.

Coutinho ya ha vuelto. No completará, sin embargo, los 90 minutos. Pero es hoy el tercer delantero del Barça y permite a Koeman recuperar "el básico 4-3-3" ante el Granada, obligado por la necesidad de ganar inmediatamente, de mejorar el juego, de reparar la imagen ante la hinchada y por la menor entidad del adversario respecto al Bayern. Pese a que el triunfo andaluz en abril (1-2) echó por tierras las opciones del Barça en la Liga.

Luuk de Jong remata ante Ter Stegen tras haber superado a Eric en un partidillo. FCB

La confianza de Koeman

Coutinho sigue en el Barça por voluntad de Koeman, que confía en él. Marcó tres goles y dio dos asistencias en los 14 partidos que jugó. Totaliza 23 tantos y 14 asistencias en las tres temporadas que ha vestido de azulgrana, sin contar la de su cesión al Bayern.

No anda el equipo para prescindir del talento del brasileño mientras siguen fuera Bratihwaite, recién operado; Kun Agüero que trabaja solo con un fisioterapeuta; Dembélé, aún en el gimnasio y el mesías Ansu Fati, que regresa poco a poco de su larga travesía, más larga que la de Felipe.