Era una tarde para dar un golpe sobre la mesa. Era un partido para demostrar que estaban ahí. Era, en definitiva, una gran oportunidad para comenzar a carburar después de un inicio dubitativo. Y así fue. El UCAM Murcia cerró el cajón de dudas dando una imagen continuista de su partido ante el Real Madrid Castilla. Y eso que empezaron de la peor manera posible, pero en todo momento merecieron la victoria. El fútbol esta vez fue justo con el equipo universitario, que tuvo que sobreponerse al gol de Etxaniz en el minuto tres. Tuvo mil y una ocasiones para adelantarse antes del descanso pero no fue hasta después, con la revolución de Salmerón en la segunda mitad, cuando llegaron los goles. Primero Abenza, magistral desde su entrada al campo, y después Moyita, desde el punto de penalti, impulsaron al UCAM Murcia hacia la victoria.

Fue un partido casi de sobresaliente para los universitarios a pesar de lo engañoso que pueda parecer el marcador. Pero lo cierto es que, dio la impresión en todo momento de que el equipo murciano se iba a llevar la victoria. A veces la intuición engaña en este deporte llamado fútbol, pero esta vez, respetó las leyes de la lógica.

El UCAM Murcia firmó una gran primera parte a pesar del gol en contra de Etxaniz. Empezó el partido con mucho ritmo. Con tanto, que en el primer minuto pudo meter gol pero Manu Garrido no le pegó bien al esférico cuando ya había ganado la posición a los centrales y se encontraba contra Nauzet, el arquero local. Tuvo tres o cuatro ocasiones muy claras de gol que no aprovechó, pero lo cierto es que estaban cuajando una buena actuación.

Manu Garrido volvió a demostrar que es el delantero que necesitaba Salmerón. No metió pero en tan solo media hora creó tres ocasiones claras. Mención especial para Liberto Beltrán, que dio un clinic ofensivo por la banda izquierda. Autopases con el pecho, subidas, bajadas… Y centros. Además, a punto estuvo de meter un gol tras sentar a su rival con un recorte exquisito.

Salmerón da con la tecla

A ningún espectador le estaba decepcionando el partido. Ni a los del Linares, que tenían el marcador a su favor, ni a los del UCAM Murcia, que veían que su equipo lo estaba intentando de todas las maneras posibles. Sin embargo, Salmerón decidió dar un golpe sobre la mesa en la reanudación y hacer un triple cambio, algo insólito en su estilo de gestión de los partidos, ya que siempre suele hacer los primeros cambios en los minutos posteriores. Sustituyó a Xemi, Chacartegui y Admonio para dar entrada a Viti, Charlie Dean y Mario Abenza. Nadie lo entendía, pero le salió bien. Sobre todo el cambio de Mario Abenza.

La jugada le salió espectacular al técnico almeriense desde el primer momento. Abenza, muy motivado desde su entrada el césped, dio un recital y dejó destellos de mucha calidad en su estancia sobre el verde. Le sobraron diez minutos para cambiar el rumbo del partido. Liberto puso un centro raso al borde del área y llegó desde segunda línea y poner un remate impecable al fondo de la red. Más tarde, filtró un gran pase a Manu Garrido que le dejó solo frente a Nauzet, aunque éste detuvo su disparo. Y otro detalle de mucha calidad que dejó el centrocampista, fue cuando estuvo a punto de firmar su doblete con una magnífica jugada, con sombrerito incluido, que sacó Nauzet de nuevo. El arquero, con el paso de los minutos, se estaba convirtiendo en el protagonista absoluto del encuentro. Abenza celebreó su gol con mucha rabia y dejó que su actuación hablara por sí sola. Seguro que querrá tener más protagonismo que el que ha tenido en el inicio de liga. Este es el camino para ello.

El UCAM Murcia estaba siendo muy superior al Linares, sobre todo en la segunda mitad, y era cuestión de tiempo que el gol llegara. Fue valiente Salmerón metiendo a dos puntas. Sorprendió a todos cuando retiró del campo a Alberto Fernández para meter a Nuha cuando el que tenía todas las papeletas era Manu Garrido. Acertó de nuevo porque el guineano fue clave en la remontada del UCAM Murcia. Se adentró por el lateral izquierdo, superó a Lolo Guerrero, que no dudó en derribarlo dentro del área.

El UCAM Murcia estaba siendo muy superior al Linares, sobre todo en la segunda mitad, y era cuestión de tiempo que el gol llegara. Fue valiente Salmerón metiendo a dos puntas. Sorprendió a todos cuando retiró del campo a Alberto Fernández para meter a Nuha cuando el que tenía todas las papeletas era Manu Garrido. Acertó de nuevo porque el guineano fue clave en la remontada del UCAM Murcia. Se adentró por el lateral izquierdo, superó a Lolo Guerrero, que no dudó en derribarlo dentro del área.

Moyita fue decidido a por el esférico. Sabía que era la suya. Y no defraudó. Sin apenas coger carrera, clavó el balón en la escuadra y engaño a Nauzet. El banquillo universitario estalló de alegría después de ver cómo el trabajo de todo un partido daba sus frutos. También lo hizo Moyita, que comió salió del once y comió banquillo. Primer toque de atención para uno el jugador más destacado de la pretemporada.

En el momento del gol, se acabó el partido. Lo intentó el Linares hasta el final con mucho espíritu, pero no llegó a ningún sitio. Un triunfo que deja a los murcianos muy reforzados en la tabla y también deja reforzado a Salmerón, que en su partido número 100 con el UCAM Murcia, fue valiente y acertó en todas las decisiones. Felizmente para los universitarios, el fútbol hizo justicia en una tarde preciosa de fútbol en Linarejos.