Dos años y medio después de que Mauricio García de la Vega se convirtiese en máximo accionista del Real Murcia tras comprar los títulos que estaban en manos de Raúl Moro, el mexicano logró por fin que su nombre fuese inscrito en el Libro de Socios del club murcianista. Lo que parecía un imposible, pese a que tanto el TAS como el juzgado de lo Mercantil de Murcia no habían dudado en dar validez a esa compraventa, se hizo realidad el pasado mes de diciembre.

Aunque desde Nueva Condomina volvieron a negar al mexicano el acceso a la Junta de Accionistas que se celebraba de manera virtual, el consejo de administración presidido por Francisco Tornel, en un movimiento que no se hizo público, sí le inscribió en el mencionado libro, según la información que el propio Real Murcia envió posteriormente al Consejo Superior de Deportes.

Esa decisión llegaba en un momento en el que los responsables granas parecían tener las cartas ganadoras del proceso judicial abierto respecto a la validez de la ampliación de capital de 2018, y es que en diciembre de 2020 solo existía la sentencia del Juzgado de lo Mercantil en la que se rechazaba la petición de Mauricio García de la Vega y se daba la razón al Real Murcia, manteniendo un proceso de compra de acciones en el que se recaudó más de un millón de euros.

Cuando en febrero todo daba un vuelco al conocerse que la Audiciencia Provincial revocaba el escrito anterior y anulaba la ampliación de 2018, con la que se consiguió diluir el paquete accionarial adquirido por De la Vega, el mexicano ya estaba inscritos en el Libro de Socios del Real Murcia, aunque ni el protagonista, tras y como confirmó a esta redacción, ni el resto de accionistas minoritarios del club grana sabían nada. El secreto había quedado reducido al conocimiento de Francisco Tornel y sus consejeros.

Pero la decisión de la Audiencia Provincial no cambiaba nada respecto a las acciones del mexicano, y es que desde el Real Murcia las habían inscrito, pero condicionadas «a sentencia firme y a ejecución». Así, como desde el club no dudaron en recurrir al Supremo, hasta que el gran tribunal no tome una decisión, García de la Vega seguirá sin poder hacer uso de los 150.000 euros que posee dentro del capital social de la entidad centenaria.

Por lo tanto, su inscripción en el Libro de Socios, al estar condicionada por el proceso judicial abierto, no servirá para cambiar las cosas y que pueda acceder a la próxima Junta de Accionistas de la entidad. En esa cita, sí estarán todos los socios que compraron títulos en la ampliación de 2018, pese a que esta ha sido anulada por la Audiencia Provincial, y es que en Nueva Condomina defienden que el Supremo les acabará dando la razón.

Pendientes de la Auditoría

Salvo sorpresa, De la Vega no estará presente en la próxima Junta de Accionistas, que debería celebrarse antes del cierre del año; sin embargo, esa cita, en la que se estrenará Agustín Ramos como presidente, sí tendrá varios puntos de interés, y es que será en esas fechas cuando se conozca si los auditores hacen alguna puntualización en el ejercicio de cuentas presentado por el club después de la sentencia de la Audiencia Provincial anulase la ampliación de capital de 2018, lo que de ejecutarse disminuiría el capital social de la entidad en cerca de 1,3 millones de euros. Aunque en Nueva Condomina no han tomado medidas, considerando que no es una sentencia firme y que será el Supremo el que tome la decisión definitiva, los auditores podrían contradecir a los responsables de la entidad.