Carlos Alcaraz ha pasado de ser una promesa a una realidad en apenas unos días para los ojos del mundo. Su actuación hasta ahora en el US Open ha servido para certificar la consagración del joven murciano en el circuito y para convertirse en uno de los candidatos más firmes a liderar la llamada nueva generación (’Next Gen ATP’). Y precisamente eso es a lo que se enfrentará el tenista de El Palmar esta noche para prolongar su sueño en Nueva York para plantarse en las semifinales del último Grand Slam de la temporada.

Los triunfos ante el griego Stéfanos Tsitsipas, número 3 del ráking ATP, y frente al alemán Peter Gojowczyk -en la madrugada del domingo al lunes- han convertido a Carlos Alcaraz en el tenista más joven en alcanzar los cuartos de final del US Open desde 1973. Sin embargo, hoy peleará por el billete hacia semifinales ante un rival que también está rompiendo récords de precocidad. Y es que el canadiense Félix Auger-Aliassime es el más joven en alcanzar los cuartos de final de forma consecutiva en los Grand Slams desde el argentino Juan Martín del Potro, en 2008-2009.

Además, los dos tenistas son los más jóvenes de los ocho candidatos que restan para levantar el título esta edición, ya que el murciano cuenta con 18 años por los 21 del canadiense. Un duelo que se vivirá por primera vez entre dos trenes de alta velocidad y del que el vencedor se podría cruzar en semifinales con el ruso Daniil Medvedev -número 2 de la ATP-, si cumple también en su duelo frente a el neerlandés Botic Van de Zandschulp. De hecho, Medvedev ya elogió al murciano tras su duelo en Wimbledon el pasado julio. «Es un jugador increíble, me sorprendió en el primer set. No es su mejor superficie, pero tarde o temprano estará en el top ten mundial. Es un jugador muy especial», aseguraba en Londres.

«La verdad es que soy un chico ambicioso, que siempre quiere más y por lo tanto estar ahora mismo en cuartos de final es algo increíble, y no esperaba estar en esta posición, pero bueno creo en mí, en mi juego en cómo estoy rindiendo en el campo», subrayó Alcaraz que necesitó tres horas y 31 minutos para llevarse el triunfo ante el alemán Gojowczyk.

Tampoco le dio mayor valor a que ahora ya sea el cuarto finalista más joven de la Era Open, desde 1968, aunque reconoció que eran buenos datos. «La verdad que impresionan un poquito, pero se quedarían en nada si luego no llegas a donde lo han hecho los mejores jugadores de la historia, pero siempre pensando que eres tú mismo el que debes seguir el camino para alcanzar la meta soñada, que es lo más importante», reflexionó Alcaraz, único jugador español, de los doce que entraron en el cuadro principal del torneo. Alcaraz también dijo que su lema cada vez que está al lado de las grandes figuras, como sucede con Nadal, es el de «intentar hablar poco y escuchar mucho, que es cuando se reciben las buenas cosas».

Por su parte, su rival de esta noche, el canadiense Félix Auger-Aliassime también le dedicó una buenas palabras tras superar al norteamericano Frances Tiafoe. «Carlos es un gran jugador. Gran persona también. Se merece estar en esa posición. Creo que será el mejor jugador durante muchos años en el futuro», se atrevió a vaticinar el actual número 15 del ránking de la ATP. «En algún momento, la edad es solo un número», añadió el canadiense sobre su rival de esta noche en Nueva York. «Ya se siente como un jugador establecido».