No se le dan bien al Real Murcia los estrenos en Nueva Condomina. Los inicios ligueros en el estadio murcianista pocas veces han acabado con sonrisa desde que los granas descendieron administrativamente a Segunda B en el verano de 2014. La ilusión de los aficionados por ver el primer partido en sus butacas se rompía en apenas noventa minutos. Pero ayer, el Real Murcia, que se estrenaba en Segunda RFEF, cambió el guion habitual. Después de cuatro temporadas, los granas, ahora entrenados por Mario Simón, rompieron la maldición del debut en Nueva Condomina. Con una victoria frente al Marchamalo ponían fin a cuatro campañas de sequía en la puesta de largo del estadio murciano. Y es que desde la temporada 2016-2017 el Real Murcia no había comenzado la liga ganando en casa.

Aquel inicio de curso, con Paco García en el banquillo, los murcianistas abrían la temporada recibiendo la visita del Mérida. Curiosamente el marcador lo estrenó un futbolista que ayer también estaba sobre el terreno de juego. Javi Saura, que ha vuelto este verano para afrontar su segunda etapa con el primer equipo, era el encargado de encarrilar el primer triunfo en aquel agosto de 2016 con un tanto en el minuto 8. Antes del descanso, el central Golobart ponía un 2-0 que acabaría siendo definitivo.

Desde esa fecha, cada estreno del Real Murcia en Nueva Condomina ha acabado con pinchazo. En la 17-18, los granas, con Manolo Sanlúcar en el banquillo, se estrenaban frente al Écija, y la afición se llevó la primera decepción del año al ver como los visitantes se llevaban los tres puntos de Murcia después de un tanto de Carmona en el minuto 65.

No fueron derrotas, pero la desilusión de no ganar en el inicio también se fue trasladando a las siguientes tres temporadas. En la 18-19, el Real Murcia no pasaba del empate a cero frente al Villanovense, no pudiendo refrendar el debut con victoria en el campo del Sanluqueño (1-2).

Más cuesta arriba se hizo el inicio de la campaña 2019-2020, con Adrián Hernández estrenándose en el banquillo murcianista. Aunque la temporada se iniciaba con un gol de Juanma Bravo en Cádiz, los granas se vieron sorprendidos en ese partido por el filial gaditano, volviendo a casa con un 2-1 en contra y 0 puntos en el bolsillo. Una semana después, ya en Nueva Condomina, el tanto de Chumbi en el minuto 7 no sirvió para que los locales sumaran su primer triunfo, y es que Aboubacar, en el 45, evitaba que la afición grana pudiera celebrar una victoria en su primer partido en el feudo murciano.

No lo hizo Adrián Hernández en su primera campaña y tampoco lo pudo conseguir en la segunda, que empezó con dos jornadas de retraso al suspenderse dichos partidos por varios contagios por coronavirus. Tuvo que esperar el Real Murcia a la jornada 3 para debutar. Ese día el Sevilla Atlético visitaba Nueva Condomina, y como ya era tradición, los primeros puntos volaron del campo murciano. Por mucho que Chumbi se empeñara en rompe la maldición, poniendo el 1-0 en el marcador en el minuto 26, solo un minuto después llegaba el revés con el gol del empate sevillista. El 1-1 ya no se movió del electrónico.

Desde la caída del Real Murcia a Segunda B en 2014 por el descenso administrativo, solo han sido dos las veces que se han sumado tres puntos en el primer partido liguero en casa. La del Mérida del 2016 y la de este domingo frente al Marchamalo, aunque en este último caso los murcianistas juegan en una categoría inferior después de la reestructuración del fútbol modesto. En 2014, después de ganar al Racing de Ferrol (1-2) con tantos de Arturo y Acciari, los de José Manuel Aira caían en casa contra el Celta B (0-1). Y en 2015, fue el Villanovense el que se llevó dos puntos al empatar Juanfran el gol inicial de Arturo.