Durante la pretemporada es muy fácil que los aficionados se ilusionen con cualquier detalle que pueda ofrecer su equipo. Pero también a veces ocurre el efecto contrario, cuando los más pesimistas bajan los brazos antes de comenzar el curso con cualquier fallo. Pero el UCAM Murcia CB, de momento, no quiere moverse entre esas dos aguas. Si se puede obtener alguna conclusión de los tres primeros amistosos que el conjunto universitario ha disputado esta semana es que se encuentra prácticamente en el mismo lugar del proceso con el que finalizó la pasada campaña. 

Este UCAM no empieza desde cero, entre otras cosas porque mantiene buena parte de su bloque, y todo lo que tiene que hacer es acumular rodaje para seguir construyendo la nueva versión de esta temporada que empezará en dos semanas en el Palau. Frente al Unicaja Málaga (73-69), ofreció algunas pinceladas de lo que puede llegar a ser pero, aunque lo que sí hizo fue reforzar la concepción de que a estas alturas del verano ya ha quemado varias fases. Cierto es que volvió a caer cuando a falta de un minuto tan solo le separaban dos puntos de su rival. Que los tiros libres volvieron a ser un lastre (60%) o que no fue su mejor día en el tiro ante un Unicaja, dirigido por Fotis Katsikaris, que tampoco ofreció demasiadas treguas en defensa. Pero el UCAM acabó dominando el rebote y, sobre todo, no aflojó en ningún instante. Si Sito Alonso remarcaba el jueves, en el primer amistoso ante el Madrid, la importancia de pelear y de creer hasta el final, ayer empezó a ponerlo en práctica su equipo en un partido en el que su rival fue por delante en el marcador la mayor parte del tiempo, aunque con los universitarios siempre a rebufo para sacar tajada de cualquier fallo. 

Comenzó el cuadro de Sito Alonso poniendo atención en la defensa interior, lo que permitió al Unicaja obtener más puntos desde fuera. Los universitarios sufrieron con los exteriores, pero bajo la dirección de Bellas, que este fin de semana sí participó tras superar sus molestias, se mantuvo cerca (13-13). Sin embargo, algunas imprecisiones con el balón y los problemas para defender en los bloqueos, permitieron al Unicaja dominar el primer cuarto con un parcial de 8-0 en el tramo final (22-17). Jaime Fernández y el espacio que encontraban Eric y Nzosa, mantuvieron a los de Katsikaris por delante. Pero fue entonces cuando Taylor asumió las riendas. No solo en cuanto a juego, sino también en la anotación. La aparición de Vasileiadis fue importante para meter en el partido al UCAM (34-35), pero la rápida reacción rival antes del descanso cambió la tendencia (38-35). 

Tras el descanso se mantuvo lo ofrecido por ambas partes, hasta que Sadiel Rojas se tuvo que retirar mareado por culpa de un choque fortuito en una jugada. Abromaitis y Jaime Fernández tomaron la iniciativa y los locales siguieron al frente antes de encarar el último cuarto (55-51). Unos diez minutos en el que el cansancio y las imprecisiones desgastaron a ambos equipos, pero el Unicjaa fue el que sacó mayor beneficio. Tras el 57-57, los de Katsikaris no lograron pasar de los cinco puntos de ventaja y a falta de un minuto un triple de Davis, tras un buen rebote ofensivo de Webb, abrió el abanico de posibilidades para el desenlace (70-68). Sin embargo, el UCAM, en este marco ya conocido de sobra, no pudo sorprender (73-69).