Eres un soplo de aire fresco, Carlos Alcaraz. Me encanta verte jugar”. Este mensaje que dejó Feliciano López en la red social Twitter resume el encuentro que realizó el joven murciano de 18 años en su primera presencia en la tercera ronda de un Grand Slam. El jugador de El Palmar se comió en cinco sets al número 3 del mundo, el griego Tsitsipas, un tenista con 50 victorias esta temporada y dos títulos ATP. Alcaraz, tras más de cuatro horas de juego, se impuso por 6-3, 4-6, 7-6, 0-6 y 7-6, anotándose dos muertes súbitas. En la siguiente ronda, en octavos de final, se enfrentará al alemán Peter Gojowczyk, número 141 del mundo que ha protagonizado una de las grandes sorpresas del torneo al llegar hasta octavos desde la fase previa.

El murciano comenzó el partido como un ciclón. Sorprendió a Tsitsipas en el primer juego cuando logró un break en la segunda ocasión; en el segundo dejó en blanco al griego; en el tercero, con un espectacular punto culminado desde la red tras un intento de globo de su rival, se colocó con un 3-0; y en el cuarto volvió a pasar por encima del número 3 del mundo para colocar el 4-0. Con un eficiente primer servicio y moviéndose con soltura desde el fondo de la red, Alcaraz arrancó los primeros aplausos de un público entregado al murciano, que cedió su primer juego en el quinto (4-1) y después sufrió una rotura (4-2) en el sexto. En el siguiente defendió su servicio (5-3) y remató el set con el tercer break en la primera bola que tuvo para cerrarlo (6-3).

No se asustó el jugador de El Palmar por estar en la pista central del US Open ni por tener enfrente a Tsitsipas. Comenzó sirviendo en la segunda manga y le rompió el servicio a su rival en el segundo juego para volver a dominar el set (2-0). En el tercero volvió a ser efectivo con su servicio (3-0), pero en el cuarto el griego sumó su primer punto y dejó en blanco al murciano (3-1), comenzando así su remontada que le llevó a darle la vuelta al partido tras sumar cuatro juegos consecutivos, el último de ellos interminable (3-4). La racha del griego se amplió a cinco (3-5), pero Alcaraz recuperó sensaciones en el siguiente juego con su servicio y se mantuvo con vida (4-5). Tsitsipas no falló y después de salvar una bola de break de Alcaraz, igualó el choque con un 4-6.

Durante el tercer set se vio al griego más seguro a la par que el rendimiento del joven murciano, que no logró conectar su primer servicio como antes, iba disminuyendo. En el quinto juego llegó el break de Tsitsipas, que repitió en el séptimo para ponerse con un claro 2-5 y su servicio. El murciano no estaba dispuesto a vender tan fácil y se situó con 3-5 después de salvar dos bolas de set. Posteriormente rompió el servicio a su rival para poner el 4-5 con una espectacular dejada en la red, y prosiguió con paciencia, disfrutando de dos bolas de break en el siguiente juego, en el que protestó al juez de silla por un grito de Tsitsipas, aunque terminó poniendo el 5-5 tras un deuce. Y en el siguiente, que fue interminable, Alcaraz, con su servicio, le dio la vuelta al marcador al sumar el cuarto consecutivo (6-5). El griego logró frenar la racha en el duodécimo juego para forzar la muerte súbita, que inició sirviendo el murciano y ganando el primer punto con una espectacular dejada. Y Alcaraz, magistral, logró cuatro bolas de set, pero solo necesitó una donde con una dejada y un paralelo se anotó el tercer set (7-6).

No comenzó bien la cuarta manga para el pupilo de Juan Carlos Ferrero, que perdió su servicio en el segundo juego (0-2) y se encontró con un 0-3 en contra. La situación se complicó aún más en el siguiente tras otro break, el segundo consecutivo, de Tsitsipas (0-4), que en el siguiente dejó en blanco a un murciano entregado y sin energía (0-5). El griego cerró el set con un 0-6 y con el murciano pidiendo asistencia del fisioterapeuta por problemas en el cuádriceps de la pierna derecha.

Alcaraz había perdido la frescura, pero pese a ello, en el segundo juego de la quinta y última manga sacó a relucir su clase para poner el 1-1. Al murciano se le notaba condicionado por los problemas musculares, pero aun así mantuvo el ‘status quo’ del set, salvando el octavo juego con una bola a la línea (4-4) cuando el partido se acercaba a las cuatro horas de juego. Con el público entregado, Alcaraz logró el 5-5 y posteriormente forzó la muerte súbita, donde en el cuarto punto logró un mini break (3-1) y se llegó a situar con un 5-2 al que respondió Tsitsipas con un ace (5-3). Pero Alcaraz dio otro estirón para colocarse con un 6-3 y disponer tres bolas de partido. Se le escapó la primera con su servicio y también la segunda con un globo. Pero en la tercera, al resto, el murciano hizo historia y se convirtió en el jugador más joven en una cuarta ronda de un Grand Slam desde Andrei Medvedev en Roland Garros 1992.