Nacida en Linares, residente en Lugo y estudiante en Estados Unidos, pero murciana de corazón, Natalia Hidalgo ha logrado a base de esfuerzo y sacrificio codearse con las mejores triatletas del mundo. Su padre se mudó a Cartagena para estudiar en la UPCT, «mi madre le siguió, se instalaron en Alguazas y yo me he criado en Murcia». Así llegó además el primer contacto de Natalia con el deporte, cuando estudiaba en el Alfonso X y se apuntó con 10 años al Club Natación Fuensanta, para dos meses después entrar en su primer equipo de triatlón.

La Escuela de Triatlón Mandarache Cartagena, antes Tritones, ambas bajo la dirección de Esteban Sánchez, abrió las puertas a Natalia en la que a posteriori sería su actual ocupación. Tras dos años como triatleta en la Región de Murcia dio un gran paso para firmar con el Club Cidade de Lugo Fluvial, equipo con el cual ha ganado la Copa de la Reina 2019 y 2020 (Primera División élite). «Es el mejor club de España y me dan muchas facilidades», reconoce. Allí ha conocido a dos personas que Hidalgo considera claves e indispensables en su día a día, sus entrenadores Adrián Vázquez (natación, bicicleta y carrera a pie) y Ana Valín (gimnasio y trabajo muscular).

A sus 20 años de edad, Natalia Hidalgo ha sido sexta en dos pruebas de la Copa de Europa júnior de este año (Belgrado y Banyoles), quinta en el Europeo de 2019 de Riga, plata en el Campeonato de España júnior 2020 (modalidad sprint) y oro en el Nacional por equipos de Roquetas de Mar del año pasado. En su debut en categoría élite en 2020 logró el vigésimo puesto en el Campeonato de Europa celebrado en Barcelona.

Actualmente, y lograr la primera posición en el clasificatorio para el Campeonato de España de distancia olímpica disputado en Almazán (Soria), disfrutará de su primer Campeonato del Mundo de triatlón sub-23, que se disputará a finales de este mes de agosto en la ciudad de Edmonton (Canadá).

Una brillante carrera deportiva como triatleta que compagina con sus estudios. Cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad Davis y Elkins gracias a una beca académica y deportiva, aunque tras la pandemia mundial del Covid-19, realiza el curso online desde Lugo. Combinar los estudios y los entrenamientos, un mix de alto riesgo. «Hay una diferencia horaria de 6 horas. Yo por la mañana iba a entrenar, realizaba la primera sesión de natación y después salía en bici o hacía gimnasio. Después estudiaba y comía y acudía a las clases online», explica sobre su rutina diaria.

Su principal apoyo son sus padres, Juan Carlos y Ana, los cuales fueron pioneros y animaron a Natalia a meter la cabeza en el mundo de la natación. Aunque no todo es un camino de rosas, detrás hay innumerables horas de entrenamiento y estudio, sacrificando mucho. La principal queja de la joven triatleta murciana es la falta de apoyos por parte de patrocinadores que ayuden económica y materialmente. Un último empujón clave para seguir engrandeciendo la dilata y brillante carrera de Natalia Hidalgo en el mundo del triatlón, que sin soporte externo adicional se hace todo cuesta arriba. «No consigo que me patrocinen en mi tierra. No tengo suerte o no soy capaz de convencer a alguna empresa o tienda especializada. Parece ser que no basta con ser campeona de España para que apuesten por ti», se lamenta amargamente la joven triatleta de Alguazas.