Carlos Alcaraz sigue intratable. El joven tenista de El Palmar sigue sumando triunfos a la vez que experiencia a un ritmo vertiginoso. Su última victima ha sido Albert Ramos, número 43 del mundo y primera cabeza de serie en Umag, que no ha tenido nada que hacer ante una de las jóvenes estrellas del circuito mundial.

El tenista de El Palmar venció al catalán en semifinales del Torneo de Umag al catalán por 6-2 y 7-6 en 1:59 horas. Alcaraz sigue rompiendo récords de precocidad en cada torneo que participa. Si tras su anterior victoria se convirtió en el segundo semifinalista más joven de la historia del Torneo de Umag, el triunfo ante Ramos le convierte en el más joven de la historia en clasificarse para una final de este campeonato, arrebatándole este logro al mismísimo Rafa Nadal. Además, jugará por primera vez en su carrera una final de un torneo ATP con tan solo 18 años.

Carlos Alcaraz es un veterano. No lo es en edad, pero sí lo es en juego. Desde el primer momento mostró una madurez impropia de un tenista prácticamente adolescente y desquició a un soldado curtido en mil batallas como lo es Albert Ramos. En un abrir y cerrar de ojos, Carlos sacó todo su arsenal y consiguió completar dos roturas de saque para dejar encarrilado el primer set (4-0). Sacó orgullo Albert al final del set, pero ya era tarde para detener la sangría y el acierto que estaba teniendo Carlos (6-2).

La cara del catalán lo decía todo. Estaba completamente desesperado. Carlos corría todas las bolas y no solo llegaba, sino que lo hacía sobrado y en ocasiones mandaba golpes ganadores. “Ni una bien. No he tocado ni una p*** bola bien”, se le oía a Albert muy molesto. Empezó el segundo set de la mejor manera para el murciano, rompiendo el servicio y ganando el suyo (2-0). Se sentía muy cómodo y estaba jugando el mejor tenis desde que comenzó el torneo de Umag. El hecho de romper la historia no pesó sobre sus hombros y no bajó el pistón.

Llegó Carlos a ponerse 3-1 arriba en el segundo set y justo cuando parecía que se iba a romper el partido definitivamente, Albert Ramos ganó su servicio y le devolvió el ‘break’ para recuperar el 3-3. Fue el mejor tramo del partido para el tenista catalán. No le duró mucho la alegría pues  le rompió el servicio de nuevo para mantener la renta con uno de los puntos del torneo, evitando un ‘winner’ de Ramos que parecía clarísimo (4-3).

No tiró la toalla ni mucho menos Albert Ramos, que recuperó terreno y forzó el 'tie break'. Pero ahí el murciano se mostró más fresco y logró cerrar el partido (7-6) sin necesidad de jugar el tercer set. La final la jugará ante Richard Gasquet mañana a las 20.00 horas.