El Real Murcia Baloncesto ha puesto fin a su etapa en LEB Oro renunciando a su plaza tras solo un año en la categoría. Un periplo lleno de altibajos y emociones fuertes que llevaron al club hasta pelear incluso el ascenso a la ACB. Su presidente, Alvaro Buendía, compareció ante los medios rodeado de su junta directiva para dar la cara y exponer los motivos principales de esta decisión que él mismo reconoce como una de las más duras de su vida.

El equipo estaba inscrito en LEB Oro, y pese a no contar con todo el presupuesto cerrado para la temporada, el máximo mandatario confiaba en poder reunir el aval necesario por parte del tejido empresarial puesto que eran ya varios los meses en los que se estaba trabajando en esta cuestión. El principal problema para el devenir del proyecto apareció cuando a última hora y con el equipo ya inscrito, uno de los principales patrocinadores comunicó al club que debía reducir considerablemente su aportación debido a la crisis ocasionada en el último año a causa de la pandemia, con ello, el Real Murcia Baloncesto veía como se reducía una cantidad cercana a los 200.000 euros en sus arcas, cifra sin la que apostar por la continuidad en LEB Oro, no era viable.

Por otra parte, ha querido desmentir algunas de las informaciones que decían que sus jugadores estaban sin cobrar a día 30 de junio, lo cual hubiera imposibilitado presentar un aval financiero que sí fue presentado, además de calificar como “ridículas” las ayudas por parte de la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento, que reconoce que se han quedado únicamente en lo estipulado sin producirse ningún esfuerzo por su parte, lo cual le hace sentir decepcionado.

Pese a todo, reconoce que tal vez la decisión tomada haya sido un error, pero que a pesar de poner todo de su parte por el club, no puede jugarse su patrimonio y su futuro sin saber si el presupuesto acabará siendo compensado con el tiempo. La plaza, tampoco pudo venderse al estar las listas ya cerradas desde Madrid para la competición, lo que imposibilitó la salida del club en LEB Plata, categoría que reconoce si que habría sido posible en términos económicos.

Sin embargo, esta dura decisión que ha dejado tocado al presidente no ha hundido ni mucho menos sus intenciones de continuar al frente del proyecto, que seguirá salvo cambio radical representando la marca Real Murcia, y que continuará apostando por la cantera y en Primera Nacional (categoría ocupada por su filial) la siguiente temporada con el objetivo de ir ascendiendo escalones en el baloncesto nacional hasta devolver al club a la categoría que se merece.