Estudiante de CAFD y haltera. Clara Sánchez Hernández (Murcia, 16 de agosto de 2000) se ha convertido en la primera murciana en subir al podio en un Campeonato de España absoluto. La joven estudiante de CAFD en la Universidad de Murcia, que reside en Puente Tocinos, ha conquistado dos medallas de bronce. Ha pasado de odiar su cuerpo a amarlo y eliminar obsesiones del pasado.

¿Cuándo empezó a hacer deporte?

Desde el colegio. Mi profesor me ponía en todos los deportes porque se me daban bien y siempre destacaba. Pero realmente no fue hasta cuando entré en el gimnasio, cuando conocí a mi actual jefe, David Pacheco, me decidí a hacer CAFD. Comprobé su forma de trabajar y de entender el deporte y dije que yo quería ser como él de mayor. Entonces tenía unos 16 años.

¿Por qué fue a un gimnasio?

Por un trasfondo un poco malo, porque quería perder peso y no estaba a gusto con mi cuerpo. Iba a hacer deporte por todos lados para perder peso, fue un poco locura.

No es normal que una chica de 16 años se meta en un gimnasio.

Estaba un poco obsesionada con eso y la primera toma de contacto no fue buena.

¿Por qué no fue buena?

Por ese trasfondo malo, porque estaba haciendo eso para perder peso, no para disfrutar. Yo siempre había disfrutado del deporte, pero me condicionaba el peso a la hora de hacer lo que quería. Pero me metí en una clase de crossfit y me introduje en el mundo de la fuerza y los circuitos. Ahí fue cuando me interesé por el mundo de la fuerza porque hasta ese momento solo iba al gimnasio a matarme a hacer cardio para perder peso.

¿Cómo llegó a la halterofilia?

Justo porque se impartían clases de crossfit en el gimnasio y tienen un componente de halterofilia. Desde que me dieron una barra me encantó, disfrutaba y se me daba bien. Cuando hice el primer movimiento, que todos son muy técnicos, David se quedó sorprendido y me pidió que lo hiciera otra vez.

¿Pero alguna vez había visto la halterofilia?

Yo había visto alguna vez a Lydia Valentín por la tele y por las noticias, pero nunca me había interesado por la halterofilia. Pero vi que se me daba bien y que estaba empezando a disfrutar después de un tiempo donde no lo había hecho con el deporte. Entonces estaba en el Centro Deportivo Elite y mi jefe abrió el Box 5th Element, que era ya un sitio más adecuado para el crossfit, que lo estuve haciendo hasta hace año y medio, que fue cuando me especialicé en halterofilia.

¿Y qué pasó para que se decantara por este deporte?

Porque en 2019 fui a un campeonato universitario, que se celebró en Murcia, y conocí a mi entrenador en la Universidad en San Javier, Álvaro Ocaña.

¿Cómo se le dio su primer campeonato?

Pues no se me dio mal, quedé primera, pero es que solo éramos tres, iba a tener una medalla sí o sí. En ese momento no tenía los mismos objetivos que ahora, me presenté por presentarme y porque en la Universidad me daban créditos. Después empecé a trabajar con ese entrenador y en enero de 2020 me dijo que me veía potencial, que podía echarle más horas a la halterofilia. Entonces tiré para adelante, pero empecé con mal pie porque tuve una lesión en el hombro y después vino la cuarentena.

¿Cómo entrenaba en cuarentena?

En mi casa, en el garaje. No había ventilación ni nada. Me dejaron material para que pudiera entrenar e hice lo que pude.

¿Hay muchas mujeres en la halterofilia en la Región de Murcia?

La verdad es que está bastante mal, pero gracias a la Federación Murciana, que este año ha puesto programas en marcha, está creciendo, pero hay que darle mucho las gracias al crossfit, porque ha llegado mucha gente desde esa modalidad. La halterofilia se hacía antes por tradición familiar y ahora está surgiendo mucha gente.

¿Se sigue viendo mal que una mujer haga un deporte de fuerza?

Yo creo que mucha gente lo está viendo un poco mal por las concepciones que se tienen, por el miedo a que el cuerpo se les ponga como a un hombre, pero cada vez se está abriendo más la mente.

¿Hay mucha gente de su edad que le pregunta qué hace en este deporte?

Sí, sobre todo al principio, me decían que se me iba a poner cuerpo de hombre y que me iba a hacer daño. Pero tienen que entender que es lo que me gusta, estoy feliz con lo que mi cuerpo es capaz de hacer y no cómo se ve, me da mucha seguridad en mí misma, y creo que la halterofilia está hecha para mí porque venía de odiar mi cuerpo y ahora lo amo por lo que es capaz de hacer y no por cómo se ve. Eso me da mucha seguridad a la hora de hacer muchas cosas, tiene un trasfondo muy bonito. Es más, tengo un tatuaje alusivo a la halterofilia porque me ha hecho sentirme realizada, perder muchos miedos, sentirme fuerte, quitar cánones de belleza que tenía en la cabeza y ser capaz de hacer muchas cosas que no me veía capaz.

¿Y ahora cuáles son sus objetivos?

Soy una persona que vive el día a día. Tengo la mente fijada en seguir mejorando y creciendo, y lo que venga, bienvenido sea. Quiero seguir compitiendo a nivel nacional y regional, pero no me fijo objetivos grandes.

¿Se autopresiona mucho?

Demasiado, pero he llegado a entender que el rendimiento fluctúa, aunque lo importante es entender el proceso, que tienes que tener esos picos. Ahora ya entiendo un poco más cómo es el rendimiento porque llevo tres años en la carrera, pero al principio me preguntaba por qué estaba mal un día y no entendía el proceso. Tienes que creer mucho en lo que haces con tu entrenador y seguir juntos.

¿Llevaba expectativas de algo importante en el Campeonato de España?

Sí, sabía que podía hacer algo por lo resultados previos de todas las competidoras, que me situaban a mí en segunda posición en el ránking. Sabía que podía hacer algo, pero era la primera vez que iba a un nacional y soy una persona que se pone muy nerviosa ante cosas desconocidas, tengo baja experiencia y en el campeonato tienes que hacer lo que previamente has conseguido.

No es lo mismo entrenar que competir.

Claro. Además, los movimientos son muy técnicos y necesitas mucha concentración.

¿Qué es lo esencial en la halterofilia?

Tienes que tener una mente de tiburón, como yo digo, mantener siempre la concentración, y la técnica prima ante todo. Puedes tener fuerza bruta, pero si no tienes técnicas, ya te digo que no levantas nada. En el lugar donde yo entreno levanto más peso que muchos chicos solo por la técnica, y ellos, que están más fuertes, no son capaces de hacer lo mismo que yo.

¿Salió satisfecha del campeonato?

No me salió como yo quería porque hice solo tres válidos de seis y me hubiera gustado hacer alguno más, pero no me puedo quejar porque fue el primero.

Por cierto, me han dicho que los nervios le jugaron una mala pasada antes del campeonato.

Sí porque yo de normal estoy en 68 o 69 kilos, pero cuando me pesé estaba en 66,900. A mí me descolocó un poco porque al final cuanto más pesas, más levantas, pero es que esos días mi estómago no estuvo bien y no había comido bien por los nervios y el estrés. También se complicó todo cuando cuatro semanas antes del campeonato me lesioné la muñeca. Ahí sufrí un bajonazo, pero estuve una semana de parón, de recuperar un poco la muñeca, que no está aún del todo bien, pero fue otra de las piedras en el camino, como también lo fueron los exámenes, porque los acabé el lunes y el miércoles me iba al campeonato. Por todo ello, la preparación estuvo condicionada.

¿Qué le dieron por ganar el campeonato?

No me dieron ni las medallas reales, me dieron unas de madera de un campeonato de patinaje porque no habían llegado a tiempo las nuestras. Ahora me ha llegado el correo para que les pase la dirección y me las manden. Que eso pasara en un campeonato de un pueblo vale, pero es vergonzoso que eso ocurriera allí.

¿Qué le dicen en la familia?

Ahora están como locos. Mi madre siempre ha sido un poco más reacia al deporte, pero no a la halterofilia solo. Le costó asumir que yo tirara por ese camino, pero ahora es mi fan número uno, aunque le costó entender por qué hago esto, pero es porque es mi madre y se preocupa por mí.

¿Es muy caro este deporte?

Sí es caro porque estás invirtiendo horas de tu vida y l entrenador, fisioterapeuta y nutricionista corren a cargo mío.

¿Qué objetivo tiene al estudiar CAFD?

Porque quiero ser entrenadora y ser especialista en halterofilia y fuerza. La halterofilia me está ayudando bastante para conseguir un reconocimiento y me va a ayudar en un futuro. La gente me está conociendo y eso me vendrá bien.

Creo que Lydia Valentín ha hecho muy bien a la halterofilia, porque no se ve solo como un deporte de fuerza bruta.

Bueno, Lydia está muy fuerte, pero a mí me encanta verla. Hay gente que no le gusta ese tipo de cuerpo, pero para mí no es ningún problema. Vive y deja vivir, pero sobre todo soy feliz con mi cuerpo, no quiero otra vez obsesionarme con eso.

¿Buena estudiante?

Soy normal, ahora soy mejor estudiante.

¿Cuánto le dedica al entrenamiento diariamente?

Mis tres horas no me las quita nadie, pero es que también doy clases.