Hace varias semanas que el Real Murcia había tomado la decisión de que Mario Simón fuera su entrenador para la próxima temporada en Segunda RFEF, pero no fue hasta ayer cuando el madrileño vivió su puesta de largo. En sus manos está la tarea de recortar en tan solo un año la distancia que ahora existe entre la nueva categoría en la que competirá el conjunto grana y el fútbol profesional, ya que tras el descenso y la remodelación para este curso el Real Murcia no estará en el escalón más alto (Primera RFEF) de la nueva Segunda B. En resumen, el club murciano se encuentra en uno de los aprietos más serios de su centenaria historia, y por esa razón Manolo Molina avaló la llegada de Mario Simón. «Ha tenido proyectos con dificultades en los que ya ha sacado resultados. Además, también ha trabajado con la filosofía que pretende este Real Murcia a la hora de apostar por gente de la cantera», afirmaba el directo deportivo.

Mario Simón es un trabajador silencioso. Con tranquilidad y sosiego demostró, ayer en su presentación, que sabe para lo qué ha venido a la capital del Segura y lo que se espera de su equipo al final de la próxima temporada. «Al final todos tenemos que saber la realidad y dónde estamos. Tampoco hay que repetirlo en el día a día, a nivel interno, porque genera una presión excesiva. Pero todo el que viene a un equipo de este calibre sabe cuál es el objetivo», explicaba el técnico en su encuentro ante los medios de comunicación y añadía que «todos tenemos que ser conscientes, y la confección del perfil del equipo debe contar con ambición y exigencia».

Después de pasar por el Albacete, en dos etapas donde hasta ahora estaba a cargo del equipo filial, La Roda o el Socuéllamos a sus 40 años asume un «gran reto» en su trayectoria como técnico. «Por supuesto, es mi gran reto. He tenido otras oportunidades, como con el Albacete en Segunda División en un momento complicado, pero empezar desde el inicio, por la dimensión que tiene el club, es el gran reto que todo el mundo sueña con poder tener en algún momento. Es una oportunidad que no podía dejar pasar y hay que apostar por el proyecto», explicaba ayer.

Uno de los mayores logros deportivos de Mario Simón lo logró en la temporada 2017-2018 y no muy lejos de Murcia, cuando consiguió reenganchar a la pelea por la permanencia a un Lorca Deportiva a la deriva. Aunque finalmente no pudo consumar el desafío. Allí coincidió con el delantero Andrés Carrasco, a quien volverá a tener a sus órdenes tras convertirse hace unos días en el primer fichaje del Real Murcia para la próxima temporada en Segunda RFEF. «Coincidí con él en el Lorca en un momento complicado a nivel de clasificación, pero demuestra su faceta goleadora año tras año. Es murcianista y estaba deseando tener esta oportunidad. Creo que es importante que la gente que venga nos aporte tanto personal como deportivamente. Es importante que vengan al Murcia con esa ilusión, sea el jugador que sea, que tenga ganas de crecer con el club», aseveró Mario Simón.

El entrenador madrileño podría estar acompañado por alguien «de confianza» en su cuerpo técnico, que todavía no está conformado de manera oficial. Además, el Real Murcia todavía no conoce con exactitud cuáles serán sus rivales el próximo curso al no anunciarse todavía los grupos oficialmente para esta nueva categoría. «Estamos a la espera de que se defina, porque muchas veces, dependiendo del grupo, te encuentras con un equipo u otro, o con diferentes tipos de estadios o terrenos de juego. Estamos a la espera de la Federación», concluyó ayer un Mario Simón que ya ha tomado las riendas de un Real Murcia que deberá planificar en las próximas semanas todo lo que concierne a la pretemporada este verano.