Manolo Molina ya avisó en su presentación como director deportivo del Real Murcia que entre sus objetivos estaba intentar mantener a siete u ocho futbolistas de los que esta pasada campaña formaron parte de la plantilla grana. Nada más escuchar las palabras del responsable murcianista las miradas se desviaron a jugadores como Mario Abenza, Gurdiel o Alberto Toril. La opción del delantero, que ha explotado en su segundo curso como grana, ya está descartada. Tampoco parece sencillo que el lateral apueste por jugar en Segunda RFEF. Más probable es la continuidad del centrocampista murciano, aunque siguen las negociaciones para poder llegar a un acuerdo. A falta de esos nombres que parecían atractivos pese al fracaso deportivo de la temporada ya acabada, Manolo Molina ha decidido empezar a planificar tomando riesgos. Y es que su primer gran movimiento ha sido la renovación del central Antonio López.

El de Puerto Lumbreras, que en septiembre cumplirá 32 años, selló ayer su contrato para vestir por tercer año la elástica grana, y lo hizo después del interés mostrado por el director deportivo, al que no le han pesado ni los pobres números del defensa ni el bajo rendimiento durante una campaña que calentó banquillo la mayoría de las semanas. Pocos esperaban que entre los jugadores que entraban en los planes del lorquino estuviera Antonio López, sin embargo Molina no ha dudado en contar con él para el proyecto en Segunda RFEF. La renovación era anunciada en el día de ayer, siendo éste el segundo movimiento en cuanto a construcción de la plantilla. El primero se dio a finales de la pasada semana, cuando se aseguraba la continuidad de Rognny, futbolista del Imperial que tendrá ficha con el primer equipo.

Mucho tendrán que cambiar las cosas para que la decisión de Manolo Molina no le acabe pasando factura más pronto que tarde. Antonio López, que en su primer año como grana fue un pilar de la defensa de Adrián Hernández, ha perdido todo el protagonismo en esta campaña 20-21. Solo ha disputado 454 minutos divididos en seis partidos. Ni fue importante para el de Churra, que prefirió a la pareja formada por Edu Luna y Miguel Muñoz; ni contó para un Loreto que además sufrió una de las desconexiones del central cada vez que entraba en el campo. Fue en el choque que abría la segunda fase, disputado en el estadio del Linares. El zaguero volvía a la titularidad y a los 34 minutos ya había sido expulsado por doble amarilla, un inconveniente que acabaría costando caro. Después de esa acción, el técnico sevillano solo utilizaría al murciano durante tres minutos.

Ni los números ni su rendimiento hacían presagiar que Antonio López estaría en la lista de jugadores que interesaban a Manolo Molina, sin embargo el lorquino, que ya fichó al de Puerto Lumbreras para La Hoya en 2014, no ha dudado en confiar en el central, que deberá recuperar su mejor versión para ayudar al Real Murcia en una temporada en la que la obligación será ascender a Primera RFEF de la forma más rápida.

Una relación que viene de lejos

El Real Murcia ha permitido que Manolo Molina y Antonio López se reencuentren. El director deportivo grana ya fichó al de Puerto Lumbreras para su proyecto en La Hoya. Aterrizaba en 2014 con solo 25 años y se mantuvo en el Artés Carrasco hasta 2019, verano en el que se marchó al FC Cartagena. Antonio López ascendió con el equipo de la Ciudad del Sol a Segunda División, pero apenas pudo disfrutar de la temporada en el fútbol profesional por culpa de una grave lesión de rodilla.