La situación lo requería o, mejor dicho, lo permitía. El Cartagena llegaba a Lugo el lunes con los deberes hechos después de haber certificado de forma matemática la salvación en el encuentro ante el Almería y el resto de resultados que acompañaron para hacerlo posible. Esto, unido a la casi impecable racha albinegra en el último tramo de liga, hizo que el equipo de Luis Carrión se enfrentara al conjunto lucense sin más responsabilidad que la de competir y dejar una buena imagen, casi con independencia del resultado que se diera.

De hecho, es lo que se vio sobre el terreno de juego. El Cartagena quiso agradar y continuar en la línea de los últimos partidos, en lo que la imagen había sido positiva y los resultados excelentes. La primera premisa la cumplió a pesar de tener delante a un equipo que se lo jugaba todo, mientras que la segunda puso una mancha en el expediente final de la temporada que quedará como anecdótica.

Relevo seguro

Sin embargo, lo que ni era intrascendente era el compromiso y el rendimiento que dejaran sobre el verde de Anxo Carro los futbolistas albinegros. En especial, estuvieron mirados con lupa los menos habituales. Aquellos que tenían muchas cosas que demostrar de cara a su continuidad o su papel en el equipo para la próxima temporada.

Luis Carrión tenía el privilegio de hacer todos los cambios y rotaciones que considerase oportuno con respecto al ‘once tipo’ que ha acabado como titular esta temporada. La realidad es que apenas hizo modificaciones para enfrentarse al Lugo, siendo una de ellas obligada por la lesión de Álex Gallar. En la portería, Marc Martínez se mantuvo bajo palos como viene haciendo durante las últimas diez jornadas. Concretamente desde que recuperó el puesto en detrimento de Chichizola tras el partido ante el Málaga.

Tampoco hubo apenas cambios en la línea defensiva, donde el técnico mantuvo a tres de las cuatro piezas. Delmás, Datkovic y Forniés repitieron, pero Raúl Navas se quedó fuera para dar entrada a Andújar. El central de Torrejón suplió con buena nota al sevillano y formó una buena pareja junto a Datkovic. Solo las dos acciones aisladas que propiciaron los tantos de Gerard Valentín empañaron la actuación de la zaga con el resultado final. Al margen de esto, el equipo gallego apenas creó peligro y el poco generado fue bien repelido.

Otra de las novedades, y en este caso como consecuencia de la lesión de Álex Gallar, fue la entrada de Nacho Gil, aunque este ha sido habitual durante la temporada. Junto a Cayarga, ha tenido que ir rotando en función de la disponibilidad o no de Gallar. El lunes , ambos estuvieron activos y generando peligro, demostrando que ganas, insistencia y desborde no les faltan.

Oportunidad desaprovechada

El cambio más significativo –y quizá el más esperado- era el que hacía que Carrasquilla volviera a tener minutos. El medio panameño no era titular desde el partido ante Las Palmas que se disputó el 20 de febrero y que se saldó con la derrota por dos goles a cero en tierras canarias. Desde entonces habían transcurrido catorce partidos en los que solo había disputado tres cortos intervalos de minutos. 7 ante el Mallorca, 16 ante el Sabadell y 35 en la visita a Fuenlabrada. En ninguno de ellos, por cierto, se saldó con una victoria.

En Lugo tampoco tuvo una actuación destacada. Intentó llegar la iniciativa del juego y llegar arriba, pero no estuvo acertado. Probó suerte desde fuera del área sin acierto y terminó siendo sustituido por Clavería a los 70 minutos. Desde luego, no logró despejar las dudas que había en torno a su figura en los últimos meses.

Hora de demostrar

La penúltima jornada de liga dejó la sensación de que en condiciones normales hubiera sumado ante el Lugo. Sin embargo, está por ver cómo reaccionaría el equipo estando plagado de futbolistas poco habituales. Puede que la oportunidad de comprobarlo se dé en el último partido de liga. Recibe a un Girona que se está jugando quedar lo mejor clasificado posible para afrontar el play off de ascenso con el factor campo a favor. Será, por tanto, un buen escenario para ver el estado del equipo y el nivel que podrían aportar los jugadores que menos minutos han tenido si es que el técnico decide darles la oportunidad. Futbolistas como Coulibaly o Clavería, que disputaron los instantes finales en Anxo Carro tendrían una prueba de fuego. Pero también puede ser un buen momento para los Carlos David, Chichizola o Azeez.