David Álvarez Martínez (Cartagena, 12 de diciembre de 1996) es el capitán del FCCartagena Basket que ha logrado el ascenso a LEBPlata tras una brillante temporada. Atrás han quedado para él esos años donde apenas iba nadie al pabellón a ver los partidos y tenían que acudir a los encuentros con solo siete jugadores. Está acabando la carrera de ADE y haciendo las prácticas en Caja Rural Central.

¿Cómo comenzó a jugar al baloncesto?

Empecé con seis años, uno después que mi hermano, que entonces él tenía catorce. En aquella época no se podía antes y me tuve que meter en alevines porque no había prebenjamines ni benjamines. Me tiré en alevines desde los seis hasta los once años.

¿Cuándo se dio cuenta de que podía dedicarse al baloncesto?

Estuve en el Cartagena hasta alevines, y de infantiles hasta júnior de segundo estuve en el CB Murcia, que entonces pasó a ser UCAM. En mi primer año senior me llamó el Cartagena para ficharme y me cedió en Torre Pacheco las dos primeras temporadas, aunque alternando con el equipo de EBA. Pero al segundo año ya me dieron minutos y al final me he convertido en el capitán del equipo.

Ahora es todo bonito porque han ascendido, pero han pasado muchas miserias.

Muchas, han sido demasiadas. Cuando yo llegué, el primer año jugamos una fase de ascenso y competimos muy bien aunque no subimos, pero la temporada siguiente no había dinero y se hizo un equipo con lo que se pudo. De hecho, descendimos aunque compramos una plaza. Volvimos a jugar una fase de ascenso y a la siguiente otra vez tuvimos que jugar por salvarnos, pero hemos pasado en las dos últimas temporadas de descender, no bajar a la siguiente porque se suspende la liga, y ahora a subir.

Hubo temporadas en las que llegaron a ir con siete jugadores senior a un partido.

Así es. Hemos pasado unos años muy malos y ahora mismo es otro mundo, es otro club, básicamente. Es el Cartagena de toda la vida, pero con apoyos del Ayuntamiento, siendo una sección del FC Cartagena, y con una posibilidad de encontrar patrocinadores tremenda. Digamos que es otro mundo.

¿Y cómo se plantean el futuro, se puede avanzar?

Desde fuera se ve como un buen proyecto a medio o largo plazo, que va a estar muchos años a gran nivel, con sus altibajos, porque así es el deporte, pero la estructura está claro que va para arriba. El fútbol nos está dando un apoyo tremendo, el Ayuntamiento está ayudando con todo y el Gobierno de la Región cada vez se implica más. Habrá años mejores, normales y peores, pero la sensación que tenemos es muy buena.

¿Han llegado alguna vez a viajar en sus coches?

Yo siempre he viajado en autobús y solo cuando hemos ido a Murcia, porque era más cómodo, se ha hecho en coches. Lo único que pasa es que hemos ido en autobús a jugar solo con siete.

Y cuando uno se sube con solo siete compañeros, ¿qué piensa?

Yo intento ser bastante optimista. A principios de temporada piensas que es porque estamos en el inicio y que falta algún fichaje, pero cuando llegas a mitad o final de la liga y llevas quince partidos perdidos, se te hace cuesta arriba.

¿Qué curte más, una mala racha o el éxito?

Es verdad que una derrota te hace aprender más, pero solo si compites, pero una derrota donde te pasan por encima no te vale de nada. Estas temporadas que he perdido más partidos que ganado me han hecho aprender mucho, pero cuando pierdes de paliza no aprendes absolutamente nada.

¿Le han respetado las lesiones?

Sí, he tenido mucha suerte con las lesiones. Lo único que he padecido casi todas las temporadas es un par de esguinces, pero nada grave. No se me he roto ningún ligamento del tobillo o la rodilla, es decir, máximo dos semanas de baja.

¿Cree que van a cambiar ahora sus prioridades con respecto al baloncesto al estar casi terminando la carrera?

Hace bastante tiempo que tengo claro que del baloncesto no voy a vivir; me va a ayudar porque cobramos algo jugando, pero lo que recibes es una ayuda que viene bien cuando estás estudiando. Pero cuando acabe mi carrera, si al final tengo suerte y me quedo en el banco donde estoy de prácticas, voy a poner por delante el trabajo. Evidentemente quiero seguir jugando muchos años porque el baloncesto es mi vida, no me veo sin jugar, lo necesito. Voy a intentar seguir jugando a un nivel alto, pero la prioridad principal es el trabajo.

Es que está en un momento de su vida crucial, imagino que como cuando tuvo que elegir qué carrera estudiar.

Incluso más importante porque cuando tienes 18 años tienes tiempo de rectificar. Por ejemplo, yo empecé a hacer una ingeniería, estuve dos años y me salí para meterme en ADE. Al final, con esa edad tampoco sabes muy bien qué hacer. Ahora es más crucial.

¿Alguna vez le han contado que hubo un equipo en Cartagena que hace 30 años llenaba el pabellón?

Sí, me lo han contado, de hecho mi entrenador estaba en ese equipo. Yo viví la época del CAB Cartagena en Liga EBA, cuando había un nivel muy potente.

¿No sueña con ver el pabellón lleno?

Claro, por supuesto. Este año ya tuvimos tres partidos en diciembre con público donde se notaba que la gente empezaba a tener curiosidad otra vez por el baloncesto. No llenábamos pero la gente se animaba. Y en la segunda fase, que ya tuvimos público, venía más gente.

Imagino que otros años se habrán sentido muy solos.

Sí, venían los familiares y poco más, pero solo eso. Pero al final es normal, aficionas a la gente cuando ganas y haces disfrutar con tu juego, y la verdad es que este año lo hemos conseguido. El último partido que tuvimos en casa metimos mil personas en el Palacio, que está muy bien teniendo en cuenta que llevábamos cuatro o cinco años que no venía nadie. Es tremendo si echamos la vista atrás.

¿Ser capitán de un equipo es difícil?

Yo me lo tomo como algo normal, no es más presión para mí. Al final hago mi trabajo, entreno todos los días, intento dar el máximo y animo a compañeros que estén pasando una mala racha, como este año, que he tenido dos o tres con edades de 18 a 20 que cuando no le salían las cosas se venían abajo. No estaba encima de ellos, pero sí me gusta que vean que estoy ahí para apoyarles cuando lo necesiten. Me lo tomo como algo más, no siento una presión añadida por ser capitán.

¿Ha negociado la prima de ascenso?

He intentado negociar las primas, pero no hemos sacado nada.

Mal capitán entonces. Pero imagino que han sacado otras cosas.

Sí, la verdad es que este año, la junta directiva, que entró el pasado verano, se ha portado de forma increíble. No nos ha faltado de nada y si había algo que no podían conseguir, movían cielo y tierra. Ninguna pega, muy contento con todo lo que se ha hecho desde la directiva. Incluso si no hubiéramos ascendido, diría lo mismo.

También entrena a niños.

Sí, llevo el alevín del Cartagena. Ya empecé el año pasado y los llevé la temporada hasta que se paró la liga, pero ahora los he vuelto a coger.

Se disfruta mucho entrenando a niños.

Sí, me saqué el carné hace tres años para entrenar en las escuelas y conseguir una ayuda. En las escuelas no haces exclusivamente baloncesto porque es ir con ellos a que se diviertan, pero cuando te metes en un equipo sí que llena más porque quieren aprender. Yo los cogí el año pasado y los veo ahora y hay un cambio tremendo, que al final es lo que me llena.