ElPozo no pasó del empate ante el Barça (0-0) en un duelo sin demasiados riesgos y con pocas ocasiones en el que el resultado supone un doble premio para el conjunto dirigido por Giustozzi: cortar su racha de derrotas ante la escuadra blaugrana y ponerse líder de la liga. Además, los de la capital del Segura ya dependen de sí mismos para acabar la competición doméstica en lo más alto de la tabla, hecho que si bien no se traduce en títulos si es un punto positivo para la moral y para afrontar los cruces de play off.

No perder puntos era clave. Eso parecían tenerlo grabado a fuego los jugadores de ElPozo antes de que echase a rodar el balón. A sus espaldas, además, tenían los muchos kilómetros recorridos en tan poco tiempo. Y es que era el tercer partido en siete días y ante rivales de máxima entidad como lo fueron el Inter, ante el que perdieron, el Jimbee Cartagena en el derbi regional, duelo en el que consiguieron los tres puntos y este del Barça, donde se jugaban llevarse una victoria psicológica y el premio del liderato de la liga. Consiguieron lo segundo y, visto lo visto, no es mal negocio. Porque si bien hubo pocas ocasiones -para lo que nos tienen acostumbrados-, es de sobra conocido que el Barça, a poco que le dejes metros, te hace un traje. Y no está la situación como para desperdiciar la oportunidad de sumar y dejar atrás la resto, así que con mucho tiento y precaución afrontó el partido el equipo murciano para cerrarlo habiendo amenazado esporádicamente pero sabiendo defenderse con soltura. Su rival, un Barça que ha ido creciéndose según pasaban las jornadas, copió su táctica haciendo que en el encuentro dominase la táctica y que finalmente ganó el miedo a no perder.

El primer tiempo ofreció mucha amenaza pero pocos golpes, un demasiado enseñar los dientes y ni un mordisco. Todo fue tímido aunque hubo un peligro sutil que tampoco llevó la promesa de materializarse y existió demasiada precaución para un duelo del que los participantes parecían saber, ya de antemano, que encajar era una penalización mayor de lo que podía suponer el premio de lograr el gol.

Las primeras ocasiones para fueron el Barça, más ágil sobre la pista del Palau que un ElPozo que si bien tenía intención y buscaba pases filtrados al pívot y aclarados para las individualidades de Pol Pacheco o Fernando, no terminaba de llegar a inquietar a Dídac. Viendo que las combinaciones no funcionaban y llegar a los últimos metros era tarea casi imposible, ambas escuadras empezaron a optar por los disparos lejanos, algunos protagonizados por Dyego y Miguelín que cerca estuvieron de acabar cambiando el marcador. Pero, teniendo en cuenta de que eran los mismos jugadores los que no terminaban de encontrar su propia comodidad, el duelo se vio abocado a muchos ataques en estático donde las defensas ganaban, con mucho, la partida a las iniciativas ofensivas. Las rotaciones completas de los técnicos para variar algo la dinámica del choque y acelerar su tempo no lograban cambiar el rumbo de un partido que se perdía en el centro de la pista. Así, se cumplieron los pronósticos y el primer tiempo terminó sin un gol aunque en los últimos instantes casi se adelanta el Barça con un disparo a bocajarro que sacó milagrosamente Juanjo.

El segundo acto empezó con dominio del cuadro blaugrana aunque ElPozo tuvo una contra en la que Felipe Valerio muy cerca estuvo de inaugurar el marcador. Sin embargo, no había pólvora. Era como si el desgaste en las piernas de los jugadores se tradujera en su efectividad cara a portería. Esa ocasión, más que meter a ElPozo de lleno en el encuentro, despertó al Barça, quien respondió con dos oportunidades de Joselito y Ferrao que casi terminan moviendo un luminoso anclado en el empate inicial.

Los de Andreu Plaza, mejor sobre el parqué del Palau, empezaron a tirar diagonales plantando a sus puntas de lanza frente a un Juanjo que seguía haciéndose gigante. El tiempo seguía corriendo y, casi sin darse uno cuenta, se llegó a los últimos cinco minutos del partido. A ElPozo el empate tampoco le suponía un mal resultado, lo aceptaba y lo firmaba. No obstante, no había entregado las llaves del encuentro y tuvo varias ocasiones, unas muy claras de Rafa Santos y Fernando, que fueron un toque de atención para la escuadra catalana. Pero nada, ni los técnicos apostaron por el portero jugador – tampoco era necesario ese riesgo- y el partido, que se había convertido desde su inicio en un duelo de porteros, finalizó con el mismo resultado con el que empezó repartiendo un punto para cada equipo que, en el caso de ElPozo, le supone cortar la mala racha de resultados frente al Barça y ponerse al mando de una liga regular en la que puede acabar en lo alto si gana los dos encuentros que le faltan. Entra ahora en juego las tablas de un equipo que, mostrándose serio y sabiendo sufrir, puede terminar arriba cogiendo además rodaje y avisando a sus rivales antes de afrontar el título de liga, el trofeo que más ansía una afición y un club necesitado de alegrías tras muchos, quizá demasiados, años vacíos.