El consejo de administración del Real Murcia ha roto su voto de silencio. Quince días después de que el club grana descendiera a la cuarta categoría del fútbol español, algo que no ocurría desde hace 26 años, los responsables granas han comparecido ante los medios este jueves. Pero, a diferencia de otras ocasiones, en la mesa no aparecían ni Francisco Cobacho, ni Francisco Miró ni Álvaro Ruiz. Francisco Tornel, presidente de la entidad, aparecía en la escena con Antonio Martínez a su izquierda. El que fuese nombrado consejero en diciembre y que hasta ahora siempre ha estado en segundo plano, ha saltado a la pista como nuevo portavoz, en un intento por poner en el foco una cara nueva. Más nueva era la cara de Agustín Ramos, que ya ha hecho su primera aparición pública como nuevo consejero del Real Murcia tras aportar 500.000 euros.

Querían los aficionados escuchar al consejo de administración después del descenso. También querían que asumieran responsabilidades. Pues nada más lejos de la realidad. La primeras palabras de Antonio Martínez han dejado frío a más de uno. Un "no se ha cumplido el objetivo" ha sido lo más parecido al perdón, y es que como ha dejado claro el nuevo portavoz "el Real Murcia no ha ascendido, pero tampoco ha descendido". Dejando claro que esta temporada ya acabada, "es historia", como ha dicho Francisco Tornel, el consejo de administración, poco partidario de la autocrítica, no ha dudado en enumerar sus grandes logros. "Se ha mantenido el rigor presupuestario", comenzaba Antonio Martínez, obviando de nuevo que han faltado 500.000 euros para acabar a cero la campaña, dinero que ha tenido que poner Agustín Ramos y que librará al club de volver a la lista de morosos de la AFE a la que caminaba firmemente. "Hemos ayudado a poner un escenario de tranquilidad, con trabajo, humildad y capital", añadía, destacando además las numerosas piedras en el camino que se pone cada día al consejo. También habló de que se ha potenciado la marca y el escudo, mandando un mensaje a Mauricio García, al que se refirió como "alguien que se autodenomina dueño de este club".

Francisco Tornel, al que Antonio Martínez ha quitado más de una vez la palabra, además de agradecer la entrada de Agustín Ramos también ha querido presumir de nuevo de modelo. "La entrada al accionariado de Agustín refuerza a este consejo y al modelo alemán. Son las empresas murcianas las que tienen que tirar del carro", comentaba el presidente grana, que además ha comentado que con las aportaciones del nuevo socio "se van a lograr grandes éxitos".

Más humilde que el nuevo portavoz, Tornel, a la hora de referirse al fracaso deportivo, ha indicado que "los resultados depotivos no han sido los previstos, pero se ha hecho humanamente todo lo posible", sin reconocer los errores. De hecho, ha dejado claro que esta temporada 20-21, en la que el Real Murcia ha caído a la cuarta categoría, "ya es historia". "De la historia se aprende, vamos a intentar no repetir los errores", añadía.

Justo en la primera rueda de prensa desde hace muchos meses, el consejo de administración del Real Murcia conseguía desviar la atención de sus cabezas gracias a la presencia de Agustín Ramos, empresario murciano que ha llegado para aportar 500.000 euros. 

"Se va a hacer un equipo ambicioso"

El nuevo consejero ha pronunciado las palabras mágicas nada más sentarse. "Soy murcianista de toda la vida", indicaba, pese a que en las dos últimas ampliaciones de capital no puso su granito de arena y a que en los últimos tiempos ha sido patrocinador del UCAM y casi dueño del Racing Murcia.

Sobre su entrada dijo que "llego para aportar mi experiencia como empresario". También señaló que "quiere transmitir ilusión y pasión", dejando claro que se va a llevar a cabo "un proyecto deportivo ambicioso y ganador" que consiga el ascenso "si o si".

Con Manolo Molina ya trabajando en la dirección deportiva, el siguiente paso será la elección del entrenador. Sobre la posibilidad de que Agustín Ramos influya en la llegada de jugadores, dijo que "si hace falta algún futbolista y yo puedo echar una mano, lo haré".

El empresario murciano, que ha querido invertir dinero en el Real Murcia pese a conocer el lío judicial que hay y que los tribunales podrían convertir sus acciones en papel mojado, llega con 500.000 euros, pero dispuesto a poner más si el club lo necesita. Sobre el problema judicial indicaba que "esto va a tener solución, y esa solución son los éxitos deportivos".

El consejo de administración también dio su versión sobre la entrada ahora de Agustín Ramos cuando hace un año y algo cerraron la puerta a otro inversor, Alfonso García. Según el consejo, el aguileño pudo invertir dinero en la ampliación y nunca lo hizo.