Llevaba el Real Murcia semanas paralizado, inmóvil, estancado. Ni el descenso matemático a Segunda RFEF logró agitar la actualidad de un club que parecía que el asunto no tenía que ver con él. ¿El motivo? El de siempre. O al menos de los últimos años. No había dinero. A pesar de que más de una vez se había asegurado desde la entidad que llegar a junio estaba prácticamente asegurado en el presupuesto, realmente no ha sido así. Y es que pasaban los meses, los resultados deportivos no llegaban y en el Murcia no había un plan de viabilidad a corto plazo. A la primera plantilla se le debe abril, el filial acumula ya tres nóminas sin cobrar y muchos empleados del club, sobre todo coordinadores y entrenadores de las bases, han vuelto a sufrir los retrasos en los pagos.

Pero a Francisco Tornel, presidente grana, y a su equipo de gobierno se les ha vuelto a encender la bombilla. Una luz que apagaron en los últimos meses al descartar la llegada de nuevos inversores, la más sonada la de Alfonso García, expresidente del Almería y que el año que viene competirá en la misma categoría que el Real Murcia con el Águilas FC tras su ascenso a la Segunda RFEF. Después de considerar la llegada de varios candidatos, entre ellos Quique Pina, como publicó este diario, ayer, en una reunión vespertina en las oficinas del club, Agustín Ramos, empresario murciano y gerente del Racing Murcia, club que también está luchando por obtener una plaza en Segunda RFEF, entrará a formar parte en el Consejo de Administración después de inyectar 500.000 euros con préstamos participativos. Del millón de euros que se les pidió inicialmente para obtener una silla en el consejo y la capacidad de tomar decisiones en temas deportivos, finalmente se cerró el acuerdo por la mitad.

Este ha sido el primer movimiento del actual consejo de administración después del fracaso de temporada en el plano deportivo, ya que no se había tomado ninguna decisión hasta ahora. Tan solo la marcha de Julio Algar como director deportivo, cuando se empezaba a intuir el hundimiento en la clasificación durante la segunda fase de la temporada en la que apenas quedaban opciones de lograr un billete para la Primera RFEF, había servido hasta ahora como la persona para achacar las culpas y eximir así al resto.

Sin embargo, con la entrada de nuevo capital y de al parecer más influencia en la toma de decisiones en la parcela deportiva con Agustín Ramos, el Real Murcia ha escogido a Manolo Molina para ocupar el puesto que dejó el exjugador grana hace ya varias semanas. Eso sí, desde el club grana siempre ha sido una de las opciones favoritas, ya que antes de que trascendiera el movimiento de Ramos se habían producido las primeras tomas de contacto con el lorquino.

Manolo Molina se encontraba hasta ahora trabajando en la secretaría técnica del UCAM Murcia. También es empresario y fue el artífice del éxito deportivo que tuvo en su día La Hoya Lorca. Llevó al equipo de Preferente a Segunda División B hasta que apareció Xu Gembao y dio un paso atrás, desvinculándose del club. El ‘brócoli mecánico’ nació bajo su dirección deportiva y basó su éxito en fichar a jugadores con un pasado brillante que no atravesaban un buen momento, además de apostar por un buen número de jóvenes con proyección ganándose en los últimos años una buena reputación como ojeador. Y ahora ha sido escogido por el Real Murcia para levantar una de las peores situaciones deportivas de su historia.