Parecía difícil, incluso imposible, pero en el ADN FC Cartagena está el crecerse ante las adversidades, en los momentos de mayor importancia. El Cartagena da la sorpresa (0-2) y consigue llevarse tres puntos que valen media permanencia ante el Espanyol. Delmás y Rubén Castro marcaron los goles que acercan al Cartagena más que nunca a la salvación.

Antes del inicio del encuentro el FC Cartagena le hizo el pasillo de honor al Espanyol felicitándoles por el ascenso de categoría. Gesto señorial para un club que vuelve a Primera.

Muchísimo por ganar y poco que perder. Esa era la sensación que tenía un Cartagena que salió decidido en la primera parte. Los pericos no salieron a pasarearse sobre el tapete del RCDE Stadium y exhibieron su poderío ofensivo desde bien temprano. El Espanyol tuvo varias ocasiones de peligro en los primeros compases de partido, motivados en gran parte por la falta de acierto del conjunto albinegro al achicar balones. Embarba pudo hacer el primer gol a los cinco minutos. Dimata también era un gran activo para el equipo de Vicente Moreno, teniendo varias ocasiones para abrir la lata.

Después de unos minutos donde los blanquiazules mostraron su superioridad, el Cartagena comenzó a verse con más confianza. Los de Carrión empezaron a tener más posesión, con atrevimiento en el ataque. Los albinegros -hoy con la marítima- iban a dar la campanada: De Blasis sacó magia de las botas para poner un centro preciso al área donde estaba Delmás para pugnar por el balón, y el zaragozano acabó metiendo el 0-1. A cámara lenta, pero entró el balón en la meta de Oier.

No transcurrió ni un minuto cuando el Espanyol iba a dar la réplica. Wu Lei iba a aprovechar una mala recepción de Marc Martínez para poner el empate. No obstante, Vicandi Garrido lo invalidó por fuera de juego. A pesar del gol el Espanyol no se vino abajo. Embarba seguía poniendo en apuros a la defensa del Cartagena con sus acometidas, pero podían pararlas con solvencia. Óscar Gil también puso un centro peligroso dentro del área al que llego Marc con solvencia.

Álex Gallar y Rubén Castro ponían de nuevo notas ofensivas en jugadas aisladas antes del final de la primera mitad. La última ocasión fue para Sergi Darder que con un zurriagado de mucha potencia que se acabó estrellando en la madera. Se cantó el “uy” en Cornellá, respiraba de alivio el Cartagena que retenía un resultado que valía buena parte de la salvación.

Los pericos iban a comenzar con intensidad la segunda parte. Pedrosa puso un centro peligroso desde la izquierda que finalmente Datkovic pudo despejar. El Cartagena continuaba en esa línea ascendente que había mostrado desde el final de la primera mitad. Comandados por un grandioso Álex Gallar, no cesaban en el intento de buscar el segundo gol.

Y para mayor sorpresa, llegó: Rubén Castro cayó dentro del área y el colegiado que estaba cerca no dudó en señalar penalti. El ‘tiburón’ volvió a morder y batió a Oier picando el balón.

El Cartagena no se iba a contentar con ese 2-0. Delmás envió otro centro al área que recibió Gallar. El catalán intentó filtrar hacia Rubén Castro, pero el canario estaba en fuera de juego. Vicente Moreno buscó la reacción en los suyos dando entrada a Javi Puado y Melendo, sangre joven para el Espanyol.

Rebasando la hora de partido el conjunto blanquiazul iba a tener una de las ocasiones más claras del partido: Cabrera cabeceó a bocajarro en el área pequeña y Marc Martínez sacó una manopla providencial para evitar el 1-2. Dimata cazó el rechace pero su disparo se estrelló en la madera.

Darder y José Ángel iban a protagonizar el susto de la noche. Ambos chocaron en una disputa aérea quedando dolidos en el suelo. El sevillano se mostraba aturdido, pero tras la valoración de los médicos y gracias a un rudo vendaje pudo volver al verde. Posteriormente José Ángel iba a tener una ocasión clara: De Blasis la puso con su guante hacia el área de forma precisa y José Ángel cabeceó a pesar del golpe. Casi marca el 0-3 que habría coronado la fiesta albinegra.

A falta de cinco minutos entraron Antoñito y Elady, buscando reforzar al equipo con piernas frescas. El Cartagena aguantó sin titubear los seis minutos de descuento a pesar de las ocasiones de los pericos. Con el pitido final se volvió a desatar la euforia y los jugadores se fundían en un abrazo de gol que sabía a permanencia. Ahora espera el Almería que llegará a un Cartagonova que por primera vez después de un año y medio volverá a sentir el calor de su público. Cartagena no se rinde fácilmente.