Muchos miraban la semana posterior al cierre del campeonato regular en Segunda B como los días en los que el consejo de administración del Real Murcia daría la cara para asumir responsabilidades y para empezar a dar los primeros detalles del proyecto que se llevará a cabo para salir por la vía rápida de la cuarta categoría del fútbol español. Las palabras pronunciadas por Francisco Tornel hace casi un mes, en las que ya avanzaba que había un presupuesto sobre la mesa, y las conversaciones para la búsqueda de un director deportivo ayudaban a entender que nada más que concluyese la liga, el Real Murcia empezaría a hacer anuncios oficiales. Pues nada más lejos de la realidad. 72 horas después de que se confirmara el descenso a tercera división, Tornel y sus consejeros siguen agarrados al voto de silencio que solo está consiguiendo que el enfado de la afición crezca a extremos vistos por última vez cuando la etapa de Víctor Gálvez llegaba a su fin.

Aunque, a través de su gente de confianza, intentan transmitir seguridad de puertas para afuera, la realidad es bien distinta. En las oficinas de Nueva Condomina solo hay nervios y dudas. Lo único que tienen seguro es que no se van a mover de sus sillas pase lo que pase, en un mensaje que también se parece al que lanzaba el oriolano un día sí y otro también, pero que no sirvió de nada cuando el agua le llegó al cuello.

Sin dinero en la caja y de momento sin alternativas para conseguir la liquidez que necesitan, el consejo de administración tampoco es capaz de tomar una decisión sobre aspectos relacionados con la próxima temporada y que podría hacer que los aficionados dejaran de pensar en el fracaso actual para mirar al futuro.

Una de las noticias que más se espera es la del director deportivo, sin embargo, algunas fuentes indican que todavía no hay nada claro. De hecho, la opción de Manolo Molina, que era una de las favoritas desde el principio dentro del equipo de gobierno, se ha desvanecido. Es más, esas mismas fuentes incluso hablan de que el lorquino, con el que no hay conversaciones desde hace ya bastantes días, está completamente descartado. Y eso que en las primeras reuniones, el integrante de la secretaría técnica del UCAM llegó a proponer incluso al técnico que quería a su lado, que no era otro que José Miguel Campos, un viejo conocido de la afición del Real Murcia.

Con el currículum de Manolo Molina metido en el fondo de un cajón de Nueva Condomina, poco o nada se sabe de quién será el elegido para asumir la dirección deportiva. Lo que sí está ganando fuerza en las últimas horas es que José Luis Loreto pueda continuar sentado en el banquillo del Real Murcia la próxima campaña.

Tanto Francisco Tornel como sus compañeros de consejo consideran al sevillano como una pieza válida. Lo que chirría es que esas esperanzas al actual entrenador lleguen cuando todavía no hay un director deportivo contratado, lo que hace pensar que de nuevo los directivos están intercediendo en los temas deportivos, olvidándose que el gran fracaso del descenso se inició cuando se obligó a Julio Algar y a Adrián Hernández a trabajar juntos pese a que ni uno ni otro se soportaban.

Sin ese director deportivo confirmado, el Real Murcia también está perdiendo el tiempo a la hora de intentar convencer a algunos futbolistas que acaban contrato para que sigan vinculados al club y sean importantes en una plantilla que el próximo curso tendrá que comandar su grupo y ascender a las primeras de cambio.

De los futbolistas actuales solo tienen contrato Youness, cuya continuidad sería interesante; Carlos Palazón, que ha sido más protagonista por polémicas extradeportivas que por su rendimiento en el terreno de juego; y un Edu Luna al que este curso se le han visto las costuras en muchos partidos.

Integrantes como Mario Abenza y Alberto Toril, dos de los más destacados dentro de la mediocridad que se ha visto en Nueva Condomina, acaban contrato el 30 de junio. También Adán Gurdiel, otra de esas piezas que resulta interesante aunque casi con toda probabilidad tendrá ofertas de superior categoría.

Los jugadores del Imperial ya suman 3 meses sin cobrar

Se le amontonan los frentes al consejo de administración del Real Murcia. Aunque cuando aterrizaron en Nueva Condomina lo primero que prometieron es que con ellos los pagos se harían al día, descartando convertirse en un nuevo Raúl Moro o Víctor Gálvez, no están pudiendo cumplir con lo que dijeron. Y si no que se lo digan a los jugadores del Imperial, que son los que más están sufriendo al acumular ya tres nóminas sin cobrar.

Su gran temporada, que se vino abajo ante la imposibilidad de luchar por llegar a la Segunda RFEF, no ha sido compensada por los directivos, que llevan tres meses sin pagarles lo que tienen estipulados en sus contratos. Si la situación no se soluciona en los próximos días, el Real Murcia de Francisco Tornel volverá a la lista de morosos de la AFE. El sindicato ya ha informado a todos los futbolistas de que tienen hasta el 28 de mayo para denunciar las deudas anteriores al 31 de mayo, y los integrantes del Imperial acudirán a la Comisión Mixta si siguen sin ver su dinero.

Otra de las consecuencias de los impagos, es que cuando se acumulan tres meses, los jugadores pueden abandonar la entidad de forma gratuita incluso teniendo contrato, sin embargo, según algunos expertos, esto no es tan sencillo, y, en todo caso, el club siempre podría abonar alguna cantidad para evitar la desbandada de un plantel que, según han deslizado desde las oficinas de Nueva Condomina, debe ser la base de la primera plantilla para el curso que viene.

Esa apuesta por la cantera, que también ocupa un lugar importante en la lista de promesas, no se está viendo a la hora de la verdad, o eso sienten unos jugadores que, después de tres meses sin cobrar, no se sienten cuidados por el club.