La Universidad Católica de Murcia (UCAM) ha dado la enhorabuena a dos deportistas que forman parte de la 'familia' del centro educativo desde hace casi diez años, la nadadora Mireia Belmonte y el piragüista Saúl Craviotto, que serán los abanderados en la ceremonia de inauguración de los Juegos de Tokyo 2020.

El presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, les ha transmitido su enhorabuena por esta designación que considera todo un acierto por los méritos que atesoran y ser ejemplo en la difusión de los valores del deporte olímpico, según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.

El palista Saúl Craviotto (UCAM Murcia Piragüismo) cuenta con cuatro medallas olímpicas (dos oros, una plata y un bronce) conseguidas en los Juegos Olímpicos de Pekín 08, Londres 12 y Río 16, llegando a Japón con el objetivo de lograr la quinta con el equipo K4. Por su parte, la nadadora Mireia Belmonte (UCAM Fuensanta) ha conseguido también cuatro medallas olímpicas (un oro, dos platas y un bronce) logradas en Londres 12 y Río 16, siendo la deportista española con mejor palmarés olímpico.

Curiosamente, el máximo medallista español de la historia, con cinco preseas, es el piragüista David Cal, también deportista de la UCAM, quien además desde su retirada de la competición activa trabaja como técnico en el Servicio de Deportes de la Universidad Católica de Murcia.

La designación de Saúl Craviotto y Mireia Belmonte para portar la bandera de España en la inauguración de Tokio 2020 es una gran alegría para la UCAM, que estará ampliamente representada en los Juegos, con más de sesenta deportistas formando parte de la delegación española.

Mireia: "Ya era hora de que una mujer volviese a llevar la bandera"

La nadadora española Mireia Belmonte ha reivindicado que "ya era hora de que una mujer volviera a llevar la bandera" en una ceremonia de inauguración olímpica, honor que compartirá con Saúl Craviotto en los Juegos de Tokio, y ha reconocido que su designación ha sido un momento "muy emotivo".

"Es un honor para ambos y, como he dicho muchísimas veces, para mí era un sueño por cumplir. En este país tenemos la suerte de tener muchísimos deportistas y muchísimas medallas olímpicas. Para mí es un honor ser abanderada, compartirlos con Saúl ser los primeros en la historia en compartir la bandera. Es un momento muy emotivo. Creo que vamos a representar bien a nuestro país y a disfrutar muchísimo del momento", valoró Belmonte ante la prensa en la sede del COE.

La cuatro veces medallista olímpica explicó que el honor aumenta "aún más siendo la tercera mujer que porta la bandera española en los Juegos de verano". "Siempre he dicho que ya era hora de que una mujer volviera a llevar la bandera porque hacía muchos años que no ocurría. Las mujeres estamos en un momento muy bueno en el deporte femenino y hay que seguir trabajando y luchando", indicó.

Pese a que serán sus cuartos Juegos Olímpicos, Belmonte recordó que nunca ha podido asistir a una ceremonia de inauguración por asuntos de calendario. "No me imagino bien cómo será la inauguración, voy un poco perdida porque nunca he estado en una y para mí es un poco nuevo. Es un año de adaptarse a todo lo que hay, no solo en el deporte, en toda la sociedad. Va a ser un recuerdo muy bonito y hay que disfrutarlo sea como sea el momento", dijo.

"Confío plenamente en que podamos ir inmunizados y que sea un lugar seguro, sobre todo la Villa Olímpico, que es donde puede haber mas resto de contagio", apuntó sobre la pandemia la catalana, que se toma su reconocimiento como abandera como "un extra para ir mucho más motivada".

"Si puede caer esa quinta medalla yo encantada, y las que puedan venir, también. Todavía no tenemos información suficiente de cómo se van a realizar esos Juegos, en qué circunstancias, si va a haber público extranjero o no... Es ir un poco a ciegas, pero al final si se hacen unos Juegos es porque está todo seguro y si podemos ir todos vacunados, muchísimo mejor", finalizó.

Craviotto: "Ya me puedo retirar tranquilo"

El piragüista español Saúl Craviotto ha reconocido que ser abanderado en una ceremonia de inauguración "es llegar a la cima del olimpismo" y que ya se puede "retirar tranquilo" tras compartir su designación con Mireia Belmonte, añadiendo que no se piensa "relajar" en la capital japonesa, donde buscará su quinta medalla olímpica.

"No hay palabras para definir esto. Ser abanderado es la cúspide, es llegar a la cima del olimpismo. Para un deportista como yo lo máximo es ir a los Juegos, sacar medalla y luego el techo es representar a tu país portando la bandera de España. Soy el hombre más feliz del mundo y también por compartir esta imagen de igualdad con Mireia", celebró Craviotto en la sede del Comité Olímpico Española (COE).

"Que lo haya conseguido todo no significa que me vaya a relajar. Quiero ir a Tokio a por otra medalla, pero me puedo retirar tranquilo con esto que me habéis regalado hoy. Muchas gracias de corazón a todos los que habéis pensado en mí", agradeció el piragüista junto a Belmonte y al presidente del COE, Alejandro Blanco.

Respecto a anteriores ediciones de los Juegos, recordó que pudo vivir en persona la inauguración de Pekín 2008. "Se me puso la piel de gallina, fue espectacular entrar en el estadio y ver a decenas de miles de personas chillando. Fue una sensación preciosa. Ahora va a ser muy diferente, pero hay que adaptarse a los nuevos tiempos sabiendo que nos van a ver desde casa", valoró respecto a la pandemia y las dudas sobre la cantidad de público presente en las gradas.

A nivel deportivo, el leridano indicó que "ojalá" pueda subir a otro podio olímpico como ya hizo en Pekín, Londres y, por partida doble, en Río de Janeiro. "Llevamos cinco años trabajando para esa quinta medalla y ese es el objetivo, sería cerrar un ciclo maravilloso con esta noticia que hemos recibido hoy. Si encima que somos abanderados volvemos con una medalla, sería para celebrarlo a lo grande", imaginó.

Además, reconoció que "a largo de este año y medio de locura con la pandemia" ha pasado momentos difíciles. "Hemos tenido miedo por noticias que llegaban, pero siempre teniendo claro el objetivo, que debíamos estar en una cúpula de cristal tratando de evadirnos de todas las noticias que nos llegaban y sin salirnos del camino, que era trabajar y trabajar para conseguir medalla. Psicológicamente, es verdad que ha sido un año bastante duro", finalizó.