Imprescindible y decisiva. Así fue la victoria que el Cartagena logró cosechar el pasado domingo en el estadio Municipal Cartagonova ante el Castellón para meterse tres puntos en el bolsillo y, de paso, aprovechar los pinchazos de todos los rivales directos para salir del descenso escalando cuatro posiciones de golpe.

Visto lo visto y fijándose en las consecuencias que ese gol de Rubén Castro -que daba el triunfo por la mínima a los albinegros- ha tenido, el calificativo de ‘bombona de oxígeno’ se quedaría escaso. Era el momento decisivo y el partido que había que sacar adelante para gozar de todo lo que terminó envolviendo el resto de la jornada con sus consecuentes resultados. Y por supuesto lo era también por el rival que había enfrente y la posibilidad de asestarle un duro golpe a un contrincante directo en la lucha por la salvación.

No obstante, la trascendencia de esta victoria se ve acrecentada gracias a la racha de encuentros que acumula el equipo dirigido por Luis Carrión, que cuando encaraba el tramo más comprometido de la competición, ha sabido responder dando un paso adelante para sacar al equipo del descenso. Son ya varias las jornadas que vienen a evidenciar que la situación ‘privilegiada’ que tiene actualmente el equipo no es producto de la casualidad.

No ha sido seguramente a base de practicar el mejor fútbol que se recuerda en Cartagena. Ni tampoco por cuestiones relacionadas con atravesar un momento anímico elevado que les haya llenado de confianza para afrontar los encuentros. Probablemente, no se ha producido ni si quiera a base de momentos de lucidez individuales. Sin embargo, lo que es una evidencia es que lo que a día de hoy mantiene al Cartagena fuera del descenso es la constancia y el ir acumulando, como si de una hormiga se tratara, todas las provisiones posibles para tener cuando más falta haga.

El conjunto albinegro ha sabido mantener una línea estable en los últimos encuentros. Justo cuando afrontaba el tramo decisivo de la temporada ha logrado mantener la cabeza fría y, sin hacer extravagancias ni tener picos altos de forma, ha rentabilizado sus resultados para dar un salto importante en el último encuentro.

El equipo de Luis Carrión tan solo ha perdido un encuentro de los últimos ocho disputados. Ha dejado de ser un equipo que -semana sí y semana no- perdía los tres puntos con mucha facilidad, a frenar la hemorragia y contar el choque de hace poco más de una semana ante el Fuenlabrada como un accidente aislado. Y es que al margen de ese partido, el Cartagena ha encadenado otros siete encuentros en los que siempre ha sumado. Es cierto, que en solo tres de ellas lo hizo en forma de victoria para llevarse los tres puntos. Pero gracias a esa regularidad ha conseguido sumar 13 de los últimos 24 puntos en juego, racha notable para un equipo de la zona de debajo de la categoría de plata.

Punto de inflexión

Todo comenzó después de la dolorosa derrota en Albacete. El Cartagena realizó uno de los peores partidos de la temporada y terminó cayendo en el Carlos Belmonte ante el colista por dos goles a cero. Fue un antes y un después para el vestuario. En más de una ocasión, el técnico ha manifestado que aquel no era el camino adecuado para lograr el objetivo.

Desde ese momento el panorama cambió radicalmente. Después de empatar frente al Málaga (1-1) y frente al Zaragoza (0-0), lo albinegros divisaron en rayo de esperanza en la victoria ante el Alcorcón en el Cartagonova. Posteriormente llegarían los empates con Sabadell y Tenerife para dar paso a un nuevo triunfo por la mínima en Logroño. Tras caer en el Fernando Torres de Fuenlabrada, la victoria ante el Castellón dejan al equipo fuera del descenso y encarando los difíciles encuentros que tiene por delante ante Espanyol y Almería.

La tercera mejor puntuación

Sin duda, el dato que mejor refleja esto es el que sitúa la racha del Cartagena como la tercera mejor de la categoría en este tramo. Solo Espanyol (20) y Girona (19) han conseguido más puntos. Por supuesto, es el equipo de los puestos de abajo que más ha sumado.