A golpe de individualidades, los pupilos de Pepe Aguilar llevaron el mando del partido durante gran parte del encuentro. Por su parte, los granas, sabedores de sus nulas opciones de ascenso, intentaron con más corazón que cabeza luchar por frustrar las opciones del Cartagena B, que se jugará sus opciones frente al Pulpileño la próxima semana.

El cambio de terreno de juego no le sentó muy bien a ninguno de los dos filiales. El calor y un césped muy seco hicieron que el balón no circulara con la fluidez y velocidad deseada. De tal modo, que el partido se llevó al plano de las individualidades, donde los cartageneros se mostraron más efectivos. La primera de esas jugadas llegó pasados los primeros veinte minutos de partido. El habilidoso extremo Kevin recibió al borde del área, el albinegro se hizo hueco y, ante la pasividad de los centrales granas, se acomodó el balón a su pierna buena para meter el cuero por la escuadra de Gallego.

Los granas empataron gracias a otra individualidad, esta vez del juvenil Ferrer, que puso un remate fuerte y raso a la portería blanquinegra. Su disparo lo desvió con un gran gesto técnico Meca para conseguir la igualdad.

La segunda parte fue una repetición de la primera. El Imperial tuvo más la pelota, pero el golazo y la calidad la puso Neeskens pasada la hora del partido. El cartagenerista se marcó una fantástica jugada individual donde dejó sentados a cuatro defensas granas y al portero local, consiguiendo el segundo y definitivo tanto para darle un triunfo vital al Cartagena B.