Era una oportunidad de oro. Hacía mucho que el Cartagena no llegaba con la opción de poner tierra de por medio con el descenso. Sin embargo, la ocasión no se ha aprovechado y toca mirar con temor lo que suceda este lunes. El Cartagena cayó en Fuenlabrada por dos goles a uno y pone fin a la racha de seis encuentros consecutivos sin perder. En un partido que se puso cuesta arriba, el equipo albinegro estuvo cerca de levantar un marcador adverso, pero terminó sucumbiendo ante un incómodo rival. Seguramente se mereció algo más, pero no logró puntuar y puede volver a formar parte del descenso en el día de hoy con el partido frente al Castellón en el horizonte.

Golpe inicial

Se esperaba a un Cartagena que saliera a comerse el campo en el inicio del partido dada la mayor necesidad que tenía en comparación con su rival. Sin embargo, la realidad fue bien distinta. El Fuenlabrada salió a morder –como le caracteriza- y fue mejor en los primeros minutos. Producto de ello, llegaron las primeras aproximaciones de los locales. Borja Garcés cazó un rechace dentro del área tras un disparo de Pathe Ciss y batió a Marc Martínez. El colegiado revisó el gol por posible fuera de juego, pero José Ángel habilitaba a Garcés.

Fue un mal inicio del conjunto cartagenero, que supo reponerse y despertar. Poco a poco entrando en el partido y encontrando cierto dominio de balón, iba a tener dos oportunidades en manos de su máximo goleador. Primero, en un centro de De Blasis que logró rematar, pero que no consiguió dirigir a portería. Después, en un balón largo de Antoñito que, después de pelear con los dos centrales, se le marchó alto en el intento de definir por encima de Belman.

Quería el empate el Cartagena ante un equipo intenso, aguerrido e incómodo que supo llevar el partido adonde quería. A pesar de ello, los de Luis Carrión seguían encontrando ciertas acciones para hacer la igualada. La tuvo Antoñito en un envío de Nacho Gil al segundo palo que remató en carrera con poca precisión.

Respondían también los locales con aproximaciones en el tramo final de la primera parte La tuvo Diéguez en una buena combinación dentro del área con Pulido y también Iván Salvador en una contra lanzada por Pathe Ciss. Antes del descanso, Elady enganchó mal un centro lateral de Antoñito desde la derecha.

Mazazo (casi) definitivo

No le quedaba otra al Cartagena que salir a por todas en el segundo tiempo para ir en busca del empate. Tenía 45 minutos por delante, pero no quería esperar. En la primera acción Forniés llegó a línea de fondo y puso un balón tenso al segundo palo, donde no apareció nadie para el remate. Daba buenas sensaciones ese inicio de los albinegros que, sin embargo, se iban a encontrar con un nuevo golpe. Pathe Ciss robaba un balón en el centro del campo y, desde más de 50 metros, pillaba adelantado a Mar Martínez y hacía uno de los goles de la temporada.

Daba el senegalés aún más ventaja a su equipo y obligaba al Cartagena a hacer casi un imposible para puntuar en el Fernando Torres. Con dos goles de desventaja, daba la sensación de que el partido se acababa en ese instante prácticamente.

Motivos para creer

Pero no todo estaba perdido. Especialmente, desde el momento en el que Iban Salvador pegaba un tiro en el pie a su propio equipo. En una disputa con José Ángel, el extremo local sacaba el codo a pasear y golpeaba en el rostro al medio andaluz. En primera instancia el árbitro le mostraba la cartulina amarilla, pero tras revisarla en el VAR, decidía expulsarlo. 

Era un antes y un después el partido, ya que había más de veinte minutos por delante con un jugador más sobre el campo. Era el momento que aprovechaba Luis Carrión para mover el banquillo a introducir aire fresco con Delmás y Coulibaly, que debutaba con la camiseta albinegra. Antes lo habían hecho Carrasquilla y Álex Gallar, reapareciendo ambos después de varios partidos ausentes. Uno por decisión técnica y el otro por lesión.

A partir de ese instante el Cartagena empezó a generar peligro, aunque no de la forma que más le hubiera gustado. A balón parado, Raúl Navas remató un saque de esquina botado por Gallar, pero se marchó desviado. De todos modos, sin tener un ímpetu arrollador, el conjunto de Carrión se iba a meter en el partido. Fue en una contra en la que David Santisteban recibió el balón en tres cuartos de cancha y, tras un rápido giro, puso el balón a la carrera para Rubén Castro. El delantero canario encaró al defensa y logró encontrar el hueco con un recorte para sacar el disparo al palo corto y dar vida al Cartagena a falta de más de diez minutos para el final.

Con más corazón que ideas, el cuadro albinegro trató de encontrar el empate, pero apenas logró generar peligro. Excesivos centros frontales y laterales que apenas inquietaros a una bien plantada defensa local. Ni siquiera en los seis minutos de añadido hubo una ocasión de gol con la que creer en que el punto era posible, por lo que el Cartagena terminó cosechando su primera derrota en los últimos siete partidos y deja escapar la oportunidad de poner tierra de por medio con el descenso. El próximo domingo, el Castellón visita el Cartagonova.

Luis Carrión: "No hemos salido con la intensidad necesaria"

Con la sensación de haber dejado escapar una gran oportunidad salía Luis Carrión a la sala de prensa. Seguramente frustrado por lo conseguir puntuar, pero también por saber que el equipo no había conseguido hacer lo que habían ensayado durante la semana. El Fuenlabrada fue superior y llevó el partido adonde le interesaba.

Sin embargo, por encima de todo –y es algo que nunca puede faltar- el mayor problema fue la diferencia de intensidad: «Era un partido muy importante. En la primera parte no hemos salido con la intensidad que debíamos. Es cierto que ellos son un equipo muy intenso y sabíamos que podía pasar, pero nos ha faltado ritmo e imponer lo que queríamos», comentaba el técnico albinegro.

Se pudo cuesta arriba el partido con el gol encajado en una jugada de estrategia en la que, cierto es, que el equipo local cuenta con algo de fortuna en el rechace para terminar batiendo a Marc Martínez. No obstante el gol «es una jugada desafortunada que no puede suceder», aseguraba Carrión.

La derrota supone un frenazo en lo que al resultado se refiere, ya que después de seis partidos sin perder, en difícil digerir una derrota. No obstante, lo más preocupante en ciertos momentos pudo ser la imagen, que podría incluso recordar a algunos encuentros para olvidar: «No creo que haya sido parecido a lo de Albacete porque el Fuenlabrada es un buen equipo que está en la mitad de tabla por algo. Pero es cierto que lo que pretendíamos no ha salido. Hemos estado planos con balón. Cuando llegaba el balón a banda no encontrábamos soluciones. Queríamos imponer eso a un rival con muchas piernas. Hemos estado mal en eso», afirmaba.

Se juntó el buen hacer del conjunto de José Luis Oltra, que supo mantener a raya a los albinegros, mientras que el Cartagena no estuvo todo lo fino que debía: «Creo que es una mezcla de mérito de ellos y demérito nuestro. Podemos hacer mucho más. No hemos encontrado la gente de segunda línea, que era el objetivo. Acabábamos mucho por fuera. En eso tenemos que achacarnos que no hemos estado bien», manifiesta el preparador del Cartagena.

Un equipo seguro de sí mismo que supo cuándo tenía que apretar e ir a por el rival, mientras que el otro no tuvo las ideas claras ni supo llevar una iniciativa que le permitiera meterle mano al contrario: «La idea del equipo era tener gente que maneja bien el balón por dentro para no ir a la lucha con ellos, porque obviamente íbamos a ser inferiores. Creo que había mucho espacio para recibir y hemos estado lentos», aseguraba Carrión. La buena noticia fue la vuelta de Gallar, que volvía a jugar después de varias semanas y puede suponer un gran refuerzo: «Gallar es un jugador diferencial e importante. No sé si va a estar ya para noventa minutos, pero vamos a ir poniéndolo y debe ir tomando responsabilidad en eso. Tiene que estar en el campo», concluía.