Es imposible no hacerlo. A las alturas en las que estamos de competición, sería de tener poca sinceridad si se hablara de ese ‘partido a partido’ instalado en el fútbol español desde hace algunos años. Con 36 jornadas ya disputadas y solo 6 por delante, es inevitable mirar más allá y ver los rivales que tienes por delante y con los que te tendrás que ver las caras de aquí al último fin de semana del mes de mayo.

Especialmente lo hacen aquellos que tienen absolutamente toda la temporada en juego y que aún tienen que cumplir los objetivos marcados. Entre ellos está el Cartagena, que después de haber logrado salir del descenso gracias a la victoria conseguida en Las Gaunas ante un rival directo como el Logroñés, tiene seis partidos por delante para mantenerse con la cabeza por encima de esos puestos de los que ahora mismo solo le separa un punto.

Por ello, los albinegros miran al calendario con la certeza de que todos ellos son finales, pero también que algunos de ellos están marcados en rojo por el rival y por la trascendencia que podría tener tanto un resultado positivo como uno negativo.

El camino de la permanencia

Seis finales. Seis batallas a vida o muerte en las que el conjunto dirigido por Luis Carrión va a jugarse el futuro y la continuidad en el fútbol profesional. No es pequeño el premio, ni mucho menos. Y tampoco lo sería el castigo con un retorno a la tercera categoría del fútbol español que llegaría antes de lo deseado.

Para no tener que llegar a eso, el Cartagena tendrá que verse en primer lugar las caras con el Fuenlabrada. Con la moral alta tras la victoria del pasado sábado, el conjunto albinegro visita a un equipo que ahora mismo se encuentra en tierra de nadie. En decimosegunda posición, a diez puntos del play off de ascenso y nueve por encima del descenso, los madrileños quieren confirmar cuando antes la salvación. Su situación ‘indefinida’ puede ser un arma de doble filo. Pueden llegan sin una excesiva presión que les haga estar algo más relajados o, por el contrario, jugar más liberados y evitar estar atenazados.

El siguiente es, posiblemente, el más importante de todos los partidos restantes. El Castellón visitará el Cartagonova –quizá con público en las gradas- con ambos equipos separados actualmente por un punto y jugándose todo a sabiendas de que el que pierda quedará muy tocado.

Es, sin duda, la oportunidad para el Cartagena de dar un golpe encima de la mesa en el camino hacia la permanencia. Además, son los dos equipos de abajo con mejor dinámica en los últimos encuentros.

La importancia de ese partido se incrementa, aún más si cabe, al mirar lo que llega después. Espanyol y Almería. Dos de los tres primeros clasificados que, eso sí, pueden llegar en condiciones muy diferentes.

El conjunto perico podría recibir al Cartagena en su estadio con el ascenso hecho o al borde de ello. En caso de que esté certificado, podría darse la circunstancia de que se ‘dejara ir’ y que estuviera más cerca la posibilidad de puntuar en un estadio en el que solo se ha dejado 13 puntos. El caso del Almería parece bien diferente, ya que con solo una victoria en los últimos ocho partidos, se ha complicado el ascenso directo y estará peleando por todo en su visita a Cartagena.

Al borde del infarto

Puede ser una descripción gráfica de la situación en caso de que se llegue a esa fecha en un panorama parecido al actual en la penúltima jornada el Cartagena viajará a Lugo para verse las caras con otro rival directo. Ante el equipo contra el que consiguió su primera victoria en el retorno a la categoría podrá decidirse gran parte del destino de ambos. Puede ser no apto para cardíacos.

En la última jornada y con un Cartagonova que históricamente no ha sido el mejor escenario para los partidos decisivos, podría consumarse la salvación o el descenso ante un Girona que actualmente pelea por entrar en play off de ascenso. El equipo gerundense está a dos del Rayo y tiene que verse aún las caras con varios equipos de la zona baja.