No falló el Cartagena B ante el Imperial. Los de Aguilar golpearon dos veces (2-0) para sumar una victoria que le da una inyección de moral muy necesaria en la fase de ascenso a Segunda División RFEF. Los albinegros fueron creciendo con el paso de los minutos, firmando una primera parte discreta donde el Real Murcia Imperial tuvo en varias fases el control del juego. En la segunda mitad dos zarpazos de Teddy y Santisteban hicieron posible la victoria.

El Imperial le tomó la medida a los albinegros y supieron leer sus intenciones, presionando alto para dificultad esa salida de balón. Durante los primeros compases del encuentro, el Imperial trataba de hacer daño por banda izquierda aprovechando la habilidad de Pablo Herrero. Se entendía bien con Vicente Meca, que pudo haber abierto la lata en los primeros minutos. Pero respondió el Cartagena con Kleandro, quien pudo adelantar a los suyos gracias a un testarazo a un centro de Deiby, pero Domi despejó a córner.

El Cartagena B parecía haber despertado, pero llegaron las malas noticias: Revilla caía al suelo tras una pugna con un rival y se retiraba del campo entre lágrimas y con evidentes gestos de dolor y signos de recaída de su lesión. En el tramo final del primer tiempo, Vicente Meca tuvo hasta dos ocasiones para adelantar a los granas pero el cartagenero se topó con las manoplas de Sergio Díaz.

El filial albinegro comenzó muy voluntarioso la segunda parte buscando romper de una vez la igualada. Le bastaron apenas cinco minutos para desequilibrar la balanza: una gran combinación entre Santisteban y Teddy dejaba al delantero inglés en una posición ventajosa para lanzar un disparo cruzado con el que batir al meta murcianista. Los de Aguilar por fin se ponían por delante pero debían mantener la calma. Los albinegros se lanzaban ahora al ataque con mayor seguridad, pero también corrían riesgos a la hora de sacar el balón lo que ocasionó una contra de Bertomeu que casi se traduce como el gol del empate. Precisamente el capitán Edu Martínez tuvo la ocasión de hacer el segundo cuando se encontró la pelota muerta en el punto de penalti, pero no hizo un contacto preciso con la pelota. A la siguiente, Santisteban no iba a perdonar: el unionense condujo bien el balón hasta dentro del área para deshacerse de su par con un leve recorte y empalar el balón con la diestra para hacer el 2-0 definitivo.