Carrillo intenta marcharse de dos rivales. | PRENSA REAL MURCIA

Antes de que alguien del consejo de administración del Real Murcia se presente esta mañana en los juzgados para engordar en otro millón de euros la deuda generada por Mauricio García de la Vega en sus dos meses al frente del club y así desviar las miradas, hablemos de fútbol. Antes de que alguien del consejo de administración empiece a hacer llamadas para filtrar sus intenciones de dimisión y meter miedo a los aficionados, hablemos de fútbol. Antes de que alguien del consejo de administración intente hacerse la víctima, hable de presupuestos o vuelva a presumir de gestión económica, hablemos de fútbol. Porque el fútbol se va a convertir al final en el verdadero verdugo de un Real Murcia que lleva caminando sobre el alambre durante varias temporadas por sus problemas económicos, pero que no ha sido hasta ahora y con un consejo de administración murciano cuando la entidad centenaria se ha adentrado en un callejón sin salida que no tiene otro destino que el verdadero infierno.

Porque no han sido los acreedores los que han liquidado al Real Murcia. Porque no ha sido Javier Tebas el que ha dado otra estocada al Real Murcia. O porque ya no está Jesús Samper para firmar la desaparición del Real Murcia o para acusarle de no poner sobre la mesa el dinero suficiente para confeccionar una plantilla de garantías.

Porque han sido Francisco Tornel y sus consejeros los que han llevado a cabo una gestión deportiva tan desastrosa que, incluso antes de empezar la segunda fase de esta temporada en Segunda B, el fracaso ya se había hecho realidad. Fue un fracaso no entrar en la lucha por lograr estar en el play off de ascenso al fútbol profesional. Pero ese ya es el menor de los males de una afición, que, salvo milagro, se van a llevar un batacazo que puede ser definitivo para un buen número.

Porque el Real Murcia, el equipo que ayer cayó en el Municipal de La Línea frente al Linense, ha puesto el piloto automático para descender a la Segunda RFEF, o lo que es lo mismo ha acelerado para adentrarse en una Tercera División que el club grana no pisaba desde 1995, justo cuando la entidad también estaba en manos de una directiva murciana.

Cuando fue destituido Adrián Hernández y llegó Loreto, los aficionados todavía se agarraban a un clavo ardiendo. «Si ganamos los cuatro partidos que quedan, nos metemos», decían. Pero fueron pasando las jornadas, y de cuatro partidos se ganó uno. Cuando allá por enero, con una plantilla renovada, se empataba con rivales menores, todavía un sector hablaba de ‘puntazos’, pero los ‘puntazos’ pasaron a peor vida. Cuando se dejó escapar la Primera RFEF en el primer intento, muchos confiaban en la reacción en la segunda fase, pero ayer, las pocas vendas que quedaban en los ojos, cayeron definitivamente.

El Real Murcia de Loreto se pegó un nuevo batacazo, y lo hizo teniendo opciones para ganar. Lo hizo porque Verza, el jugador que llegaba para marcar diferencias, falló un penalti en el minuto 24. Lo hizo porque Antonio López, el central que volvía a la titularidad muchas jornadas después, se autoexpulsó en el minuto 34 tras ver dos amarillas en apenas cinco minutos. Lo hizo porque Carrillo, el atacante que llegó con una varita mágica incorporada, considera que con aparecer cinco minutos de noventa es suficiente. Lo hizo porque Loreto aceptó un cargo envenenado y que debería haber asumido un director deportivo que posiblemente ya se imaginaba un desastre de considerables condiciones. Lo hizo porque en la segunda parte quedas en manos de chavales como Rognny, que se resbaló cuando lo tenía todo a favor para batir a un Nacho que demostró por qué su equipo es de los menos goleados.

Comenzaba ayer el Real Murcia esta segunda fase, y noventa minutos después prácticamente ha dicho adiós a cualquier esperanza de llegar a los dos primeros puestos, que serán los que den acceso a la Primera RFEF. Porque cuando pitó el final del partido el colegiado y el 1-0 anotado por Arroyo en el minuto 48 fue definitivo, el Real Murcia volvió a casa como esos enfermos que saben que viven sus últimas horas. Porque en una categoría en la que cualquier equipo va con el cuchillo entre los dientes, no es suficiente con jugar 35 minutos decentes.

Si encima el colegiado te hace un guiño pitándote un penalti y lo estrellas en el palo, pues las opciones de salir vivo de La Línea disminuyen. Si además, uno de tus centrales recibe dos amarillas en cinco minutos por faltas en el centro del campo, cualquier posibilidad de puntuar acaba en nada. Y si nada más volver del descanso decides hacer un pasillo para que Arroyo saque los colores a Molinero, Carrillo, Champagne y cualquiera que vistiera de grana, pues solo queda asumir la derrota y rezar para que acabe cuanto antes la temporada. Porque a falta de cinco jornadas, el Real Murcia va camino de quedar el último, lo que sería otro lunar más para un consejo de administración al que para sobrevivir solo le queda seguir confiando, por un lado, en el miedo de los aficionados a lo que pueda venir y, por otro, en que les compren una vez más esa gestión económica tan notable en los primeros meses pero que también es verdad que lleva meses sin avanzar por la falta de capacidad financiera para dotar al club de la estructura deportiva que necesita. Porque esto es como la pescadilla que se muerde la cola. Porque si no hay riñón, no hay presupuesto, y si no hay presupuesto, no hay plantilla, y si no hay plantilla al final solo te queda una realidad, esa realidad que es la única verdad completa que ha contado el consejo de administración desde su llegada.

Porque el «da igual ser décimo que undécimo» se ha convertido en la realidad auténtica de un equipo que ya avisaba cuando dejó de clasificarse para la Copa del Rey tras 21 años participando en el torneo copero y que ahora se enfrenta a cinco partidos en los que confirmará su caída a la Tercera División. De momento, a la espera de que este tramo de la competición avance, solo queda guardar un minuto de silencio por el Real Murcia.

Loreto: "Ahora mismo estamos realmente jodidos"

José Luis Loreto empezó a sentir ayer que entrenar al Real Murcia no da demasiadas alegrías. El técnico sevillano, que en los cinco partidos que ha dirigido solo ha logrado una victoria, afirmaba tras el encuentro que «el resultado es muy duro para lo que hemos hecho hoy». Recordando que su equipo había sido «superior», incluso «con uno menos», lamentó que se cometiera «un error que nos ha penalizado mucho», refiriéndose a la jugada del gol de Arroyo. También se mostró contrariado por que en la segunda parteapenas se había podido jugar por los continuos parones del partido. «El árbitro ha debido frenar las interrupciones. No me quejo del Linense, porque ellos han hecho lo que tenían que hacer, pero el árbitro está para evitar esas situaciones. Desde el minuto 15 de la segunda parte han desaparecido los recogepelotas, y luego solo da seis minutos», comentaba Loreto.

El técnico del Real Murcia quiere seguir confiando en alcanzar los primeros puestos. «La semana que viene tenemos que ganar sí o sí para seguir teniendo opciones», decía, aunque también reconocía que el golpe por la derrota de ayer había sido duro y que no están para empezar ya a pensar en el siguiente encuentro, que será frente al Cádiz B en Nueva Condomina. «No hemos sido merecedores de esto», insistía. «Cuando dominas, no aprovechas tus oportunidades y luego cometes un error, pues pasa que pierdes el partido», continuaba, señalando a sus jugadores por el «error grave» que había costado el gol del Linense.

En la segunda parte, Loreto hacía debutar a dos jugadores del filial. Guille Lozano y Rognny tenían sus minutos, y sobre su actuación el técnico grana decía que «han competido bien». Al ser cuestionado por el hecho de que prefiriera a los dos jóvenes antes que a otros jugadores de la primera plantilla, el sevillano indicaba que «si están con nosotros, trabajan con nosotros. No hay otra explicación. Realmente estoy contento con los dos».

Loreto no dejó en toda la rueda de prensa de lamentarse por las oportunidades perdidas en un partido en el que el equipo grana falló un penalti en el minuto 24 y luego no supo aprovechar sus opciones en la segunda parte. «Partidos como el de hoy no metes y luego cometes errores, y así es imposible». Sobre las opciones del Real Murcia dijo que «hay que ganar cuatro partidos como mínimo y luego esperar a ver lo que hacen los rivales en los otros enfrentamientos». «Ahora estamos realmente jodidos», insistía el sevillano, que quiso quitar importancia a la ausencia de jugadores como Alberto Toril, baja por sanción.