La piloto murciana Ana Carrasco y Provec Racing presentaron ayer su moto y equipo para la temporada de 2021, en un acto en la recta del Circuit de Barcelona-Catalunya. El proyecto con la corredora de Cehegín al frente mantiene la misma estructura del año pasado, salvo por el nuevo rol de Carla Grau como ‘team manager’ y la incorporación de Joan Lascorz, expiloto del Mundial de Superbikes que se quedó tetrapléjico por un accidente que sufrió en 2012, como analista.

Carrasco peleará de nuevo por el Campeonato Mundial de Supersport 300 con su Kawasaki Ninja 400, misma categoría en la que fue campeona en 2018, haciendo historia al convertirse en la primera mujer campeona de un Campeonato mundial de la Federación Internacional de Motociclismo.

A pesar de su gran lesión al final de 2020, la española se ha mostrado en perfectas condiciones durante los dos test celebrados en Montmeló. El Mundial tendrá 16 carreras en ocho rondas, la primera de ellas entre el 21 y 2l 23 de mayo en Motorland Aragón.

«Estoy muy contenta de presentar la moto con la que voy a luchar de este año de nuevo por el campeonato. Esta temporada es aún más especial si cabe porque cuando tuve el accidente sólo pensaba en que este momento llegara. En el equipo nos conocemos todos bien y sabemos sacarnos lo mejor de nosotros mismos y además esta temporada se incorpora Joan Lascorz, ¿que más puedo pedir? Quiero dar las gracias a Kawasaki y a todos los patrocinadores que nos siguen apoyando y la los nuevos que han apostado por este proyecto. Vamos a seguir trabajando duro para estar en lo más alto», dijo la murciana durante el acto.

Ana Carrasco vio prematuramente cortada la pasada temporada después de haber conseguido una victoria. En unos entrenamientos en el circuito de Estoril en septiembre de 2020, sufrió fracturas en las vértebras T3, T4 y T6, estas dos últimas con una pérdida de altura de aproximadamente un 50%. Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para que los cirujanos le insertaran trece tornillos anclados a unas placas de titanio con el fin de consolidar las fracturas y evitar cualquier movimiento de las vértebras. La médula espinal no se vio afectada y ello le permitió poder comenzar a andar solo dos días después de la operación.

Al mes ya pudo empezar a realizar trabajo en el gimnasio y solo cinco meses después se pudo subir de nuevo a una motocicleta en unos entrenamientos que se celebraron en Montmeló.

Ahora afronta una nueva temporada en el Mundial de Supersport 300, que este año contará con menos pilotos. El año comenzará en Aragón para continuar en Misano, Assen, Magny Cours, Montmeló, Jerez, Portimao y Estoril. En cada una de las citas se disputarán dos carreras, una el sábado y otra el domingo.