Loreto tiene por delante una de las misiones más difíciles de la historia reciente del Real Murcia. Y esa no es otra que meter al equipo grana en la Primera RFEF con los escasos recursos que tiene en el banquillo y evitar de esta manera el descenso automático a la cuarta categoría del fútbol español. Una tarea nada fácil y más aún con el déficit de puntos con el que ha empezado el Real Murcia la segunda fase.

El técnico sevillano se presentó por todo lo grande en su presentación como entrenador, declarando aquel día ante los medios que «mi sistema de juego es ganar». Y lo cierto, tras cuatro jornadas en el cargo, es que no se ha cumplido su premonición. Loreto no ha conseguido que el Murcia gane, ya que de sus cuatro partidos oficiales, tan solo ha ganado uno ante el Lorca Deportiva, colista de todo el Grupo IV. Pero, por el lado contrario, tampoco ha hecho que pierda. Tres empates y una victoria son sus números en la primera fase con el Real Murcia. Y si analizamos los encuentros, tan solo se ha pinchado en la última jornada ante El Ejido, que acabó con empate. Empatar ante el Córdoba y ante el UCAM Murcia, dos de los proyectos más caros de toda la categoría de bronce, no deberían haber supuesto una catástrofe. Pero al Real Murcia, a esas alturas del campeonato, no le bastaba con sumar de uno en uno. Esos dos tropiezos no habrían cobrado una magnitud tan grande si el Real Murcia de Adrián Hernández hubiera hecho los deberes antes contra equipos de menos potencial.

Los resultados de Loreto no son tan malos como las sensaciones que deja el Murcia en los partidos, sobre todo en los minutos finales, donde el equipo grana se deshincha y baja exponencialmente sus prestaciones, debido también a la falta de efectivos en el banquillo. Y eso que, pese a no transmitir confianza ni buenas sensaciones, el equipo intenta jugar un fútbol más atractivo desde su llegada. Que no significa que sea peor ni mejor. Que se lo digan al UCAM de Salmerón. Pero suele significar en muchos casos un buen indicativo. Cuanto más esté el balón en tus dominios, menos daño te podrá hacer el rival.

El objetivo, a tres puntos

Esta sin duda es la mejor noticia para el Real Murcia. La que invita a los seguidores del club grana a ser optimista. Si miran la clasificación de la segunda fase, el Real Murcia tan solo está a tres puntos de la salvación con dieciocho por delante. Penúltimo, sí. Pero a solo tres puntos. Siendo meramente estadísticos, el objetivo no está ni mucho menos lejos como para ser pesimista.

El problema viene cuando analizamos los factores externos que han llevado al Real Murcia a una situación difícil en este tramo de la temporada. Se junta un equipo que tuvo que confiar en el UCAM para no luchar por un descenso doble de categoría y una gestión de recursos sin mucho sentido, como la contratación de dos laterales derechos o la llegada de futbolistas que no mejoraban a los canteranos que había. Ni Ripoll ni Mendes mejoran a Pedrosa o Silvente. Y aunque ahora se vea todo negro, una victoria ante el Linense podría suponer un cambio de tendencia. Y el Real Murcia lleva más de un mes y medio sin perder, con un once mejor dotado para la práctica del fútbol asociativo y con el objetivo muy cerca. Y sobre eso, sí se puede soñar.