ElPozo volvió a caer ante el Barça, algo que ya hace tiempo dejó de ser noticia, y se ha despedido de su andadura en la Copa de España. Eliminado a las primeras de cambio frente al conjunto catalán, que agranda su leyenda de bestia negra para Giustozzi, la escuadra murciana siempre fue a remolque en el luminoso y, aunque logró el empate en el tramo final tras haber jugado un gran encuentro, no pudo superar al conjunto de Andreu Plaza en la tanda de penaltis. Una especialidad en la que podría haber sido clave el meta Juanjo sino fuese porque fue expulsado con roja directa antes de cumplirse el ecuador de la primera parte.

El planteamiento inicial de Giustozzi saltó por los aires al poco de comenzar a rodar el balón cuando un despeje de Darío chocó en Dyego y se introdujo en la meta defendida por Juanjo. 26 segundos habían pasado y ya perdía ElPozo contra el Barça en un WiZink Center casi vacío en el que empezaron a ocupar las butacas los fantasmas del pasado. La mala fortuna volvía a hacer acto de presencia.

El tanto no llegó a atragantarse demasiado y, antes de que los pupilos de Andreu Plaza tomaran el control del duelo, apareció Fernando, estrella y salvador en varias ocasiones de los de la capital del Segura, para coger un balón en su área y recorrerse la pista hasta batir a Dídac con un punterazo seco y raso al palo contrario. La igualada abría nuevamente un encuentro que apuntaba a ser frenético y con muchas revoluciones, como pudo comprobarse posteriormente.

Sin embargo, ese golpe inicial del que se recompuso ElPoso volvería una segunda vez pero con más fuerza. Y es que una mano de Juanjo fuera del área, que los árbitros en primera instancia no vieron y que apreciaron luego en la repetición tras solicitarlo el cuadro blaugrana, acabó con la expulsión del meta ciezano, jugador clave que gana partidos, y en la falta decretada Ferrao puso el 2-1. La penalización no pudo ser más dura: perder al portero y encajar un gol casi a la vez.

La nueva situación dejó algo descolocada a la escuadra murciana, que observó como su rival se hacía fuerte y coleccionaba llegadas, también en base a la imprecisión en el pase que lastraba a los de Giustozzi, y esquivaron la posibilidad de encajar un nuevo tanto por el buen hacer de Espindola. Poco a poco el conjunto de la capital del Segura tomó una posición más vertical hasta que la fortuna, antes esquiva con ElPozo, quiso equilibrar lo acontecido con anterioridad y participó para hacer que un rechace a un saque de esquina cayese a los pies de un Alberto García que fusiló a Dídac volviendo a poner la igualada en el luminoso, Y, con ese resultado, y a pesar de que hubo intentos de deshacer el empate, el duelo se tomó un respiro con el final del primer acto.

El segundo tiempo llevó la promesa de un gran juego en ataque de ElPozo, que saltó a la pista con todo y tuvo oportunidades de adelantarse hasta que Ferrao volvió a ponerse la capa de héroe para recibir de espaldas, girarse y colocar el balón en la escuadra. Todo en una baldosa.

La polémica llegó con una posible falta de Dyego sobe el Cholo Salas, siendo último el capitán blaugrana y que hubiera supuesto su expulsión, y que los árbitros no entendieron como tal tras revisarla, lo que desquició al cuadro murciano. ElPozo, no obstante, no dejó de atacar. Al principio con un ritmo más frenético, luego con menor intensidad. El Barça quería bajar ese tempo y lo estaba logrando. A menos de tres minutos, salió Darío como portero jugador y en la primera combinación, Marcel hizo el empate en una espectacular jugada. Si bien el resultado, teniendo en cuenta como estaba la situación instantes antes, era más que válido, Giustozzi no quiso guardarse nada y mantuvo el portero jugador para buscar adelantarse en el choque aprovechando la superioridad. Esta vez no se consiguió el gol a la primera y respondió Andreu Plaza poniendo a Daniel con la elástica de portero pero el marcador ya no se movería concluyendo el tiempo reglamentario y dando paso a los penaltis. Y, en la suerte de las penas máximas, saldría vencedor el Barcelona, dejando otra vez a ElPozo clavado en la estación viendo como se aleja el tren que lleva hacia los títulos y que parece que nunca llega a subirse a tiempo.