La temporada que arranca el próximo 28 de marzo en el Gran Premio de Bahrein contará de nuevo con un favorito indiscutible al título: el siete veces campeón Lewis Hamilton. El piloto de Mercedes se ha ganado, tanto por derecho propio como por la superioridad competitiva de su monoplaza, ser de nuevo el máximo aspirante al título.

No obstante, el ambiente dentro de la escudería dista de ser el ideal. Las duras negociaciones para su renovación concluyeron finalmente con un acuerdo únicamente para este año. Además, el propio Hamilton ha señalado recientemente que Red Bull se perfila como la escudería más fuerte de cara al comienzo de temporada, en lo que se insinúa como un toque de atención a su equipo. 

Sin embargo, todos los recursos de la firma alemana estarán de nuevo disponibles para el piloto británico, que no debería estar especialmente preocupado por su compañero de equipo. El finlandés Valteri Bottas encaja perfectamente en el papel de escolta y, aunque es previsible que consiga victorias a lo largo del ejercicio 2021, no cuenta con tantas opciones como Hamilton.

La gran preocupación para Mercedes puede estar este año en Red Bull. La escudería austríaca presenta una competitiva dupla de pilotos formada por el neerlandés Max Verstappen y el mexicano Sergio Pérez. El primero de ellos está llamado a protagonizar grandes momentos en el campeonato si deja atrás su precipitación y logra una mayor regularidad a lo largo de las carreras. 

Red Bull, con motores Honda, quiere recuperar el brillo que atesoró en los tiempos de Sebastian Vettel. El rendimiento de su monoplaza en el último tramo del pasado Mundial y las esperanzadoras sesiones de pretemporada en Bahrein alimentan el optimismo, aunque está por ver si todo ello es suficiente para discutir el título a Hamilton. El mexicano Pérez promete ser uno de los animadores de este Mundial.

Un paso por detrás de ambas escuderías se sitúan equipos como Ferrari, Alpine y McLaren. Carlos Sáinz se estrena a los mandos del bólido rojo sabiendo que su compañero de equipo, Charles Leclerc, es quien debe llevar la voz cantante dentro de ‘Scudería’. Pero la ilusión de Sáinz por seguir creciendo es máxima, y no es descartable que presente batalla por los primeros puestos en más de una carrera.

Fernando Alonso regresa a la Fórmula 1 después de tres años en otras aventuras, como la Indy 500, las 24 Horas de Le Mans o el Dakar. Lo hace pilotando el monoplaza de Alpine, el nombre que reciben este año los coches de Renault. El asturiano ya fue campeón en 2005 y 2006 con la firma francesa y, pese a que de momento opta por mostrarse cauto, la tensión competitiva del español garantiza que ofrecerá espectáculo en un año con récord de carreras en el Mundial (23). Su compañero de equipo será Esteban Ocón, que luchará por afianzarse en el ‘Gran Circo’.

McLaren, por su parte, intentará acercarse al esplendor de épocas pasadas, aunque lo cierto es que sigue lejos de la élite. Para ello se ha hecho con los servicios del australiano Daniel Ricciardo, que compartirá equipo con el británico Lando Norris. Incierta se presenta la aventura de Sebastian Vettel con la nueva escudería Aston Martin. El alemán decepcionó en su paso por Ferrari y ahora contará con menos presión, acompañado por Lance Stroll.

Pierre Gasly (Alpha Tauri) y Kimi Raikkonen (Alfa Romeo) aspiran a colarse entre los primeros puestos en alguna carrera si los favoritos se descuelgan. Y otro de los puntos de interés será asistir al debut de Mick, el hijo de Michel Schumacher, en la escudería Haas. Por último, otra firma clásica, la británica Williams, con el piloto George Russell, estrena nueva propiedad después de que la familia que da nombre a la escudería cediese su poder.