El Celta de Vigo se impuso este domingo en casa del colista, el Huesca, aprovechando las urgencias de los altoaragoneses, y le complicó la vida todavía más en su lucha por la permanencia tras un partido espectacular en el que se marcaron siete goles.

Los altoaragoneses tenían marcado como clave el enfrentamiento ante un conjunto gallego que se maneja en la zona tranquila de la clasificación y al que las urgencias no le agobiaban, pero que no encontraba en su mejor momento y que se sacudió ese estigma con una victoria para la que necesitó marcar cuatro goles.

El Huesca no supo aprovechar el momento irregular del Celta para haberse hecho con un triunfo que hubiera apretado todavía más la zona baja de la clasificación y acumular una dosis extra de moral, tan necesaria cuando se lleva toda la temporada persiguiendo salir del descenso y que, aunque lo tiene cerca, no se consigue.

Los oscenses necesitaban el triunfo como el comer pero se vieron superados por un Celta más efectivo en un partido loco con oportunidades, postes, goles y remontadas de uno y otro equipo.

La derrota del Huesca, que sigue colista, da aire a sus rivales y la oportunidad de abrir hueco en la clasificación mientras que a los gallegos el triunfo les sirve para afianzarse en la zona tranquila de la tabla clasificatoria y abrir una brecha definitiva con respecto al equipo aragonés.

En un espectacular primer tiempo en el que los ataques superaron a las defensas y como prueba los cuatro goles marcados y bastantes remates entre ambas porterías, con dos estilos distintos, los visitantes estuvieron más dominadores y los propietarios del terreno buscando las contras.

Aun así, el conjunto foráneo se adelantó con un gran contragolpe celeste en el minuto 5 iniciado en la banda derecha por Iago Aspas, que cambió el juego para Nolito, quien, a su vez y de primeras, cedió a un Santi Mina para que éste maraca de disparo cruzado.

Lejos de amilanarse el Huesca puso cerco a la meta gallega y dos remates de Rafa Mir con opción de gol avisaron hasta que a la tercera fue la definitiva por medio del central griego Dimitrios Siovas que, con un cabezazo en el 14, igualó la contienda.

No se quedó ahí la reacción altoaragonesa ya que apenas dos minutos después un contragolpe local llevado por su goleador, Rafa Mir, acabó con un potente disparo que le daba la vuelta al marcador.

El conjunto vigués se hizo con el balón a partir de entonces pero el Huesca estaba bien posicionado y los visitantes no eran capaces de pisar área con peligro hasta que, en el minuto 37, Brais Méndez superó a la defensa, disparó y el rechace de Alvaro Fernández lo aprovechó Nolito para restablecer la igualdad.

Hugo Mallo deshizo el equilibrio para poner el 2-3 libre de marca en un córner a poco de iniciado el segundo periodo y al Huesca le tocó volver a remar contra corriente volviendo a poner en problemas, como en el primer periodo, a la meta foránea.

Y se repitió la historia del primer tiempo porque después de dos magníficas oportunidades David Ferreiro devolvió el equilibrio al marcador aunque la alegría le duró poco al Huesca ya que dos minutos después Fran Beltrán puso el 3-4 que a la postre sería el definitivo.

El Huesca lo siguió intentando y tuvo la opción el capitán Jorge Pulido pero Murillo salvó el tanto del empate sobre la línea de gol.

Ficha técnica:

3 - Huesca: Alvaro Fernández; Maffeo, Pulido, Siovas, Insua (Sergio Gómez, m.81), Javi Galán (Okazaki, m.90); Seoane (Juan Carlos, m.90), Mikel Rico (Doumbia, m.81), Ferreiro; Escriche (Ontiveros, m.77) y Rafa Mir.

4 - Celta: Rubén Blanco (Iván Villar, 45+); Hugo Mallo, Aidoo, Murillo, Aarón Martín; Fran Beltrán; Brais Méndez (Araujo, m.74), Denis Suárez, Nolito (Ferreyra, m.79); Aspas y Santi Mina (Solari, m.79).

Goles: 0-1. M.5. Santi Mina; 1-1. M.14. Siovas; 2-1. M.16. Rafa Mir; 2-2. M.37. Nolito; 2-3. M.52. Hugo Mallo; 3-3. M.74. Ferreiro; 3-4. M.77. Fran Beltrán.

Arbitro: Munuera Montero (Comité Andaluz). Amonestó con tarjeta amarilla a los visitantes Hugo Mallo y Ferreyra.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 26 de Liga disputado en el estadio de El Alcoraz de Huesca a puerta cerrada. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Antonio Trallero, que fue jugador y entrenador del equipo oscense.