Tras una semana de descanso, el Real Murcia viajará a Córdoba para medirse a los verdiblancos en un partido clave para las aspiraciones del conjunto grana. El entrenador sevillano, consciente de que solo quedan tres jornadas y no se puede permitir fallar, compareció en la rueda de prensa previa al crucial partido contra el Córdoba, en la que habló sobre el estado de su equipo y el reto que tiene por delante.

Loreto comenzó destacando que esta semana de descanso ha servido «para que el equipo se relaje un poco, para trabajar e ir sumando cosas que hay que corregir». Uno de los aspectos que ha intentado corregir es el estado mental del equipo: «En el fútbol hay un aspecto mental que muchas veces es difícil de controlar. Las sensaciones que tengo y que percibo de ellos son muy buenas», pero «al final lo que te da la confianza son los resultados: lo que importa es ganar y que todo lo que hemos trabajado tenga reflejo en el resultado», dijo; «si estas sensaciones no se reflejan en el campo, no valen para nada».

El sevillano confesó que le ha tocado hacer de psicólogo: «Es evidente que tienes que trabajar el aspecto emocional, tanto individual, de jugadores que puedas percibir que lo necesitan, como grupal. Les he ido inculcando que son un equipo bastante mejor de lo que estaban realizando los últimos partidos. Pero a veces el fútbol es así. Por lo que sea... Porque emocionalmente no están sueltos en el campo y no juegan como tienen que jugar».

El estado mental tiene mucho que ver con la presión que el Real Murcia soporta a estas alturas de la temporada. A este respecto, Loreto aclaró que ellos no son los únicos que la sufren: «Igual que nosotros está el Córdoba. La presión es para todos». Sobre el Córdoba, equipo en el que Loreto fue «muy querido», señaló que «sabemos que es un equipo con una plantilla amplia, un presupuesto alto, que ha estado toda la temporada entre los primeros». Por eso, «va a ser un partido difícil, pero estoy convencido de que si nosotros damos un nivel alto tenemos nuestras opciones». El sevillano tiene claro que los cuatro años que pasó en el conjunto cordobés no van a afectarle: «Sabiendo que tiene unas connotaciones especiales, una vez entre al campo no voy a pensar ni un minuto en ellos».

Loreto habló también de las bajas. Aparte de Curto, Iván y Palazón, lesionados, y Segura, sancionado, «los demás están todos bien». Estas bajas abren oportunidades para los jóvenes, como Vitolo e Ismael, que han estado entrenando con el primer equipo y «viajarán con el grupo este fin de semana».

El Real Murcia jugará en el Nuevo Arcángel con púlico: «Yo cuando era jugador quería, cuando iba fuera, campo hostil, y cuando jugaba en casa, el cariño de la gente», dijo Loreto, que acabó con un guiño a los murcianistas: «El domingo los espectadores animarán al Córdoba, pero nosotros también estaremos animados, porque sabemos que tenemos una masa social importante y una historia que hay que defender».

Cinco granas con pasado blanquiverde

De los cinco nombres que forman parte del pasado del Córdoba y que actualmente tienen relación con el Real Murcia solo uno, José Antonio García Rabasco Verza, es jugador y, además, pasó por el Córdoba CF cuando aún era casi juvenil, en la temporada 05-06, siendo compañero en aquella plantilla, entre otros, del actual preparador de porteros del conjunto blanquiverde, Sebas Moyano. Verza no lo tuvo nada fácil, tanto por su juventud, como por la presión que tenía aquel equipo para regresar por la vía rápida a Segunda A, sin olvidar, por supuesto, que su valedor era Juan Carlos Rodríguez, aquel director deportivo que dio la espantada en plena temporada. Por su parte, Verza pasó de disputar 25 encuentros en aquella primera temporada en el Córdoba CF a jugar solo en ocho en la siguiente, la que supuso el ascenso al fútbol de plata.

Otro nombre grana que forma parte de la historia blanquiverde es el de Vicente Carlos Campillo, que actualmente desempeña el cargo de delegado de relaciones institucionales del club. El técnico de Santomera llegó al Córdoba CF en mitad de la temporada 87-88 para relevar a Roque Olsen en el banquillo, con el club blanquiverde a cuatro puntos del descenso a Tercera. En aquellas 20 jornadas el equipo resurgió y terminó quinto. Campillo aguantó en el banquillo 29 jornadas del siguiente curso, siendo relevado por Juan Verdugo.

Julio Algar es uno de esos nombres de referencia en el Córdoba CF de los 90, en el que estuvo durante cuatro temporadas y jugó tres liguillas de ascenso a Segunda A, dos de ellas como campeón. Titular indiscutible, con casi 150 partidos de Liga en su haber, coincidió en El Arcángel con Loreto y con Viña. De este último ya se conoce todo en Córdoba. El uruguayo estuvo cinco temporadas guardando el arco blanquiverde. Y, finalmente, Loreto, que vuelve a El Arcángel el domingo como primer entrenador, en este caso del Real Murcia. Solo una temporada en Córdoba le bastó para ser fichado por el Zaragoza.