Juan Jiménez del Jimbee y Fede Vidal, seleccionador nacional. | IVÁN URQUIZAR

El Jimbee Cartagena se estrella contra un muro de realidad

El Jimbee Cartagena sucumbió con rotundidad ante el Barcelona por 2-6 en un encuentro en el que pagó muy caros sus errores iniciales y donde siempre estuvo a remolque tratando de igualar un encuentro en el que, aunque durante muchos minutos soñó con ese empate para posteriormente intentar el triunfo, finalmente claudicó encajando un severo correctivo en forma de goles. Y es que hasta media docena de veces tuvieron que recoger el balón desde el fondo de las redes los pupilos de Duda en lo que supone la primera derrota de la temporada en casa, un resultado que, no obstante, no lo aleja de la parte alta de la tabla y que puede servir –siendo positivo- como pausa para pensar, meditar sobre errores y combinar la realidad con los sueños, clave para aspirar a conquistar títulos. Saben donde quieren ir y el camino lo tienen claro, solo falta ajustar algunos mecanismos para que la máquina marche con fluidez. Eso, entre otras cosas, es lo que le falta a una escuadra muy bien armada que tiene como asignatura pendiente, en esta temporada, eso de hacer morder el polvo a rivales de entidad como el Barça, Inter, Palma o ElPozo, a los que no ha logrado ganar a pesar de ser ya parte integrante, y por méritos propios, de esa liga.

El encuentro arrancó y se plantó directamente en el peor escenario posible para los intereses locales. Ni hubo preliminares. Y es que a los treinta segundos, cuando el balón todavía estaba cogiendo temperatura, una pérdida de Lucao en banda dejó solo a Ximbinha y el brasileño no desaprovechó el regalo para poner el primer gol del partido en el luminoso. Fue un presente que, poco después, volvería a ofrecer el Jimbee a su rival cuando a Mellano se le escapó el balón y los de Andreu Plaza montaron una contra que finalizó Matheus. En tan solo cinco minutos, el Barcelona ya mandaba con dureza en el luminoso. Un duro correctivo para el equipo cartagenero, que veía que el partido se le ponía cuesta arriba con todavía treinta y cinco minutos por delante.

Los de Duda, que de derrumbarse no entienden, siguieron intentándolo hasta que finalmente Juanpi logró reducir distancias poco después de cumplirse el ecuador del primer tiempo. Se sucedieron los mejores minutos locales en la pista del Palacio de los Deportes de Cartagena. Era un justo pero escaso premio a lo expuesto sobre la pista.

El Barça, que había hecho mucho daño penalizando cada error del Jimbee, vio como su rival empezó a realizar posesiones largas para esconder la pelota de los jugadores rivales habida cuenta del daño que eran capaces de infligir con ella. El conjunto de la ciudad portuaria llevó el peso, las ocasiones, el tempo y la intención. Solo ocurrió que Dídac paró hasta el tráfico. El arquero del Barcelona se lució haciendo varias intervenciones de mucho mérito que dejaban aún el resultado favorable a los culés.

En el segundo acto las fuerzas se igualaron y las ocasiones tuvieron lugar en ambas porterías. Las sensaciones trasladaban que estaba más cerca el empate que el gol del Barcelona pero precisamente eso fue lo que sucedió. Cuando mejor estaban los locales, un penalti incomprensible de Avelino a Ferrao lo transformó el brasileño para ampliar la ventaja del cuadro catalán en el marcador. Además, suponía la quinta falta para el Jimbee, lo que dejaba a la escuadra de la ciudad portuaria sin margen de error en la presión.

Pero los locales no se dejaron caer y respondieron reduciendo distancias con un disparo Juanpi que se coló entre las piernas de Dídac en el primer error del portero, uno de los más destacados del duelo. El sueño era casi real y podía tocarse hasta que, instantes después, Matheus volvió a ampliar distancias tras una gran jugada. Y entonces llegó la locura acompañada del desastre. Juanpi salió de portero jugador y, en la primera jugada de cinco para cuatro, encajaron el quinto tras recoger el balón del meta del Barça y disparar desde su área a la meta contraria, que se encontraba vacía. Posteriormente, un robo de balón llevó a una contra en la que el de Campos del Río fue expulsado por detener un disparo con la mano fuera del área y, por si ya era mucha la penalización, Ferrao se cobró la falta poniendo el sexto y definitivo gol del duelo. El Jimbee Cartagena no aguantó el ritmo del Barça aunque sí fue capaz de plantarle cara durante muchos minutos del partido.

Fue una montaña rusa de emociones e intenciones que acabó con un descenso vertiginoso para finalizar en un desastre, en lo referente al marcador, que debe servir para recapitular y hacer más grupo pues todavía queda mucho por jugarse.