Desde que la pasada semana se conociese la sentencia de la Audiencia Provincial en la que se declaraba nula la ampliación de capital llevada a cabo por el Real Murcia en 2018 y en la que se diluyó el paquete accionarial adquirido por Mauricio García de la Vega a Raúl Moro, todo el mundo se pregunta qué va a pasar a partir de ahora en Nueva Condomina. ¿Volverá el mexicano? ¿Seguirá el actual consejo de administración? Pues, aunque habrá que seguir esperando para ver cuáles son los movimientos del azteca, que ahora tiene las cartas ganadoras, lo normal es que el conflicto se alargue y por mucho tiempo.

Con un equipo directivo que no está dispuesto a dejar el club en manos de cualquiera, y sin esperanzas para el diálogo, pese a las promesas de unos y otros, lo normal es que los actuales responsables del Real Murcia intenten ‘ignorar’ la actual sentencia de la AP, alegando que no es firme y agarrándose al recurso al Supremo. Ese nuevo paso judicial es el que darán en los próximo días, pero más que obtener la razón, algo que el propio abogado del Real Murcia consideró que es «complicadísimo», lo que buscan en la entidad centenaria es seguir ganando tiempo, mucho tiempo.

Sin una bola de cristal que nos muestre el futuro, lo más fácil es buscar conflictos parecidos, y en el Cádiz viven una guerra judicial por la propiedad del club muy similar a la que se inició en el Real Murcia en 2018, cuando Raúl Moro no reconoció el contrato que él mismo había firmado y que proclamaba a Mauricio García de la Vega como el dueño del 84% de las acciones sin tener que pagar ni un euro.

Pues si viajamos al Ramón de Carranza, el papel de Raúl Moro lo representaría el empresario Antonio Muñoz, mientras que Sinergy haría de García de la Vega. Por su parte, Manuel Vizcaíno, actual máximo accionista, estaría en una situación similar a la que en el Real Murcia tiene Francisco Tornel.

Si la guerra en Nueva Condomina se inició en 2018, los aficionados gaditanos sufren esta situación desde 2013. Aunque Antonio Muñoz, presidente y máximo accionista, vendió en 2012 su paquete de títulos (49,5%) a la empresa italiana Sinergy, un año después, considerando que el comprador no estaba cumpliendo con los pagos pactados, el productor de aceite decidió dar marcha atrás. Olvidándose de lo firmado, el ex presidente volvía a subastar sus acciones, siendo estas compradas por Locos de Balón, sociedad gestionada por Quique Pina y Manuel Vizcaíno.

Esa ‘doble venta’, similar a la que hizo Raúl Moro primero con De la Vega y posteriormente con Víctor Gálvez, abrió una guerra por la propiedad en el Cádiz que siete años después sigue sin resolverse. Sinergy, al igual que ha ocurrido con el mexicano en el Real Murcia, ganó en la Audiencia Provincial.

La subasta en la que se habían quedado sin acciones era declarada nula, por lo que los títulos en manos de Locos del Balón tendrían que volver a los italianos. Ese fallo se emitió en julio de 2017. Pues, para que los aficionados del Real Murcia se puedan hacer una idea de los siguientes acontecimientos que se van a vivir en Nueva Condomina, en el Cádiz decidían agarrarse al recurso en el Supremo.

Tres años tardó el máximo tribunal en dar una respuesta. El recurso no llegó a ningún sitio. Los tres jueces de la Sala de lo Civil rechazaron el recurso de casación interpuesto por Antonio Muñoz, obligando a éste a cumplir el contrato con la mercantil italiana.

Pues ni con esas se ha resuelto del todo el conflicto en el Cádiz. Aunque en mayo de 2020 llegaba al club el auto de ejecución, llevándose finalmente la inscripción del paquete accionarial de Sinergy en noviembre de 2020, esta se hizo de forma marginal, al considerar que todavía hay cuestiones pendientes por resolver en los juzgados.

El estar en el libro de socios no significó que pudieran entrar a la última Junta, donde Vizcaíno, que se declara al margen de la guerra entre Sinergy y Antonio Muñoz, prohibió la entrada al abogado de los italianos. Tendrán estos que seguir litigando en los juzgados para anular también las ampliaciones de capital llevadas a cabo posteriormente y así recuperar completamente el 49,5% del capital social, un porcentaje que ahora mismo no le quieren reconocer, al considerar que con la sentencia del Supremo solo tendría un 3,75%.

Pues, aunque nadie tiene una bola de cristal para saber qué va a pasar en los próximos meses en el Real Murcia, los aficionados ya pueden asimilar que el conflicto con De la Vega va para largo, sobre todo si el consejo de administración murcianista no cumple con lo que dijo en su última rueda de prensa, donde señalaron que a final de temporada dimitirían si sigue este lío.

Con esa posibilidad ya descartada después del paso de los días, en Nueva Condomina, como ocurrió en el Carranza, consideran que su única estrategia pasa por ganar tiempo, pese a que tengan nulas posibilidades de remontar este partido en el Supremo.