Que el UCAM Murcia CB utilice el parón de febrero en la Liga Endesa para abrir un periodo de autoanálisis se está convirtiendo en una tradición. Cierto es que hace apenas unas semanas todo apuntaba a que el conjunto universitario iba a llegar en mejores condiciones que las actuales a esta época del calendario, donde se produce un paréntesis para los equipos que no disputan la Copa del Rey y que se solapa con las compromisos internacionales. Pero las secuelas tras el brote por coronavirus en el UCAM han terminado desencadenando problemas de mayor envergadura en el plantel que dirige Sito Alonso.

El principal objetivo tras la cuarentena fue recuperar el tono físico de la plantilla, sobre todo en los jugadores más importantes, pero a la vez que el equipo ganaba sensaciones en este aspecto ha ido perdiendo fluidez y consistencia en su juego. Hasta el punto de verse superado por la situación en el último encuentro frente al Joventut, y que se sumaba a la impotencia de no poder llegar a este parón con nueve triunfos en su casillero en lugar de los ocho que presenta.

Así pues, la primera tarea será decidir por qué pelear lo que resta de temporada. El propio Sito Alonso ya afirmó el pasado verano que quería luchar por cosas que hasta ahora no se habían conseguido, por lo que desde el club se deberá valorar si el equipo está capacitado para ello una vez llegado a este punto del curso. José Luis Mendoza García, consejero de la entidad e hijo del presidente, declaró en una entrevista en Onda Regional que la entidad estaba valorando la posibilidad de reforzar la línea exterior antes de conocer la gravedad de la lesión de DiLeo y tener que afrontar el fichaje de James Webb. Con trece jugadores en nómina actualmente, con presencia testimonial de algunas piezas y con Rafa Luz descartado desde hace dos meses, se deberá estudiar si apostar por realizar varios movimientos en la plantilla, como ocurrió en las dos anteriores temporadas por estas fechas, o dejarlo todo tal y como está salvo alguna oportunidad que se presente en el tramo final del curso, aunque cuando se trata de realizar un esfuerzo fuera de la cancha siempre trasciende la diferencia de presupuestos entre los equipos de la competición.

Recuperar todo o parte del mejor nivel exhibido durante la primera vuelta, fijar un objetivo real por el que pelear y decidir -o no- acudir al mercado de fichajes durante estas dos semanas se suman al tiempo en el que el UCAM tratará de reincorporar a los jugadores que arrastran molestias físicas.

Y es que tanto DJ Strawberry como Conner Frankamp finalizaron el choque ante el Joventut con problemas. Aunque, según el parte médico que publicó el club murciano ayer, no deberán afrontar largos periodos de recuperación. El alero sufre un esguince de tobillo de grado II, en el que estará de baja entre una semana y 10 días tras apostar por un tratamiento conservador, mientras que el base sufre un «leve traumatismo» en la parte alta de la cadera, por lo que deberá guardar reposo de dos a tres días. No obstante, también se conoció que el pívot Emanuel Cate arrastra dolencias en el gemelo izquierdo y está a la espera de más pruebas. Por lo que podría ser baja con la selección de Rumanía para las Ventanas FIBA.