Desde que los responsables del Real Murcia decidieron echar el candado a las instalaciones de Cobatillas, el Real Murcia ha perdido la ventaja que tenía de tener un lugar propio en el que trabajar para tener que ir de prestado de un sitio a otro. Después de darse cuenta de que ejercitarse muchos días seguidos en Nueva Condomina no era beneficioso para la hierba del estadio murcianista, el club se aprovechó de las buenas relaciones con la Universidad de Murcia para utilizar sus instalaciones, quitando importancia al hecho de que estos campos son de césped artificial.

Y en los últimos meses, los jugadores granas han tenido que acostumbrarse a una situación inédita para un club como el Real Murcia. Si los partidos se juegan en césped natural, los entrenamientos se realizan sobre hierba artificial.

Esta semana cambiarán las cosas, aunque para ello tocará subirse al autobús y hacer un par de excursiones. Cuando los jugadores vuelvan al trabajo mañana miércoles -hoy tienen jornada de descanso- lo harán en Nueva Condomina. Ya el jueves se desplazarán a Campoamor para seguir preparando el partido frente al Linares. Por su parte, el viernes tocará visitar Balsicas para trabajar en el campo de fútbol de la pedanía pachequera. La última sesión de la semana, la del sábado, tendrá lugar en Nueva Condomina, según informó el Real Murcia en su página web.

El partido ante el Linares, líder del subgrupo B del Grupo IV, se jugará el domingo a las cinco de la tarde en Linarejos. Los granas visitarán a un equipo al que golearon en la primera vuelta del campeonato. En Nueva Condomina se impusieron por 3-0, siendo la victoria más cómoda de este curso. Adrián Hernández estará pendiente esta semana de las lesiones de Alberto Toril, que ante el Lorca no pudo jugar al tener molestias, y de Marcos Mendes, con una elongación en los isquiotibiales.