El Lorca Deportiva se hunde en el fondo de la clasificación tras perder ayer ante el Betis B por 2-3. Los lorquinos siguen sin saber lo que es ganar y va para once meses. Pese a lo ajustado del marcador, el Betis B fue muy superior al Lorca, aunque a punto estuvo de dejarse dos puntos.

No pudo empezar mejor el partido para los de casa, ya que en el primer minuto inauguraron el marcador. Tras esto, el Betis B se adueñó del balón y, sin prisa pero sin pausa, controló el juego en todas sus facetas. El Lorca amontonó hombres atrás, bien ordenados y tácticamente casi perfectos a la hora de defender, lo que impedía que el balón llegara con claridad al área de Carlos Molina, quien evitó el empate en el minuto cinco. Raúl García sacó una chilena, pero el debutante cancerbero voló y sacó un balón que parecía imposible. En el minuto treinta y nueve, el Betis B volvió a disponer de otra ocasión muy clara .Raúl García ganó la espalda a los centrales locales, se marchó por velocidad, se plantó ante Carlos Molina y le picó el balón, pero el meta local, pletórico de reflejos, evitó el empate. Sin duda, el mejor de los lorquinos en la primera parte.

El técnico visitante, Manel Ruano, movió el banquillo e hizo dos cambios en el inicio del segundo tiempo, y el resultado fue inmediato. A los cuatro minutos, una carrera por la derecha de Baena fue culminada con un gran centro que Calderón cabeceó ajustando al poste y empatando el choque. La tónica del partido no cambió. el Betis B era el claro dominador y el Lorca se defendía cada vez con más fisuras. En el minuto sesenta, los verdiblancos volteraron el marcador.

Otra vez un centro desde la derecha que culminó Raúl García. El resultado estaba siendo justo para un Betis B muy al Lorca Deportiva. Ese segundo gol bético obligó a los locales a salir de la cueva. No había mas remedio. Y otra vez a balón parado llegó el peligro. Córner botado a la derecha de la meta bética que controló Carrasco dentro del área, rodeado de contrarios, pero ahí el delantero murciano, que apenas había tocado un balón, se desenvuelve como nadie. Puso el cuero donde no pudo llegar Carlos Marín, logrando su quinto tanto en su cuenta y el empate de su equipo cuando peor lo estaba pasando.

Pese al empate, el Betis quería los tres puntos. Se confió la defensa local, Israel Caro evitó que el balón se marchase por línea de fondo, y Mohamed Mizzian solo tuvo que empujar el esférico al fondo de la red ante la sorpresa de todos.