Dicen que el gol se paga caro. Pero como siempre hay una excepción que confirma la regla, el Real Murcia tenía el gol en el vestuario y lo dejó ir por unos insignificantes 10.000 euros. Eso fue hace ya ocho días, cuando Adrián Hernández facilitó la salida de Chumbi, pichichi grana con cinco tantos, al Marbella. A la vez que el técnico murcianista se quitaba un peso de encima, el director deportivo se echaba una mochila llena de piedras a las espaldas, y de momento va camino de salir perdedor.

A 29 de enero, el Real Murcia sigue sin conseguir el fichaje de un nueve de garantías. A 29 de enero, los granas, que le han tirado a todo lo que se ha movido, nunca han tenido claro qué tipo de jugador quieren para completar un ataque ahora liderado por Alberto Toril. Y, tras tocar varios nombres llamativos a los que no han logrado convencer o de llamar a jugadores que se salen del presupuesto, en Nueva Condomina incluso ya han bajado los brazos, llegando a descartar casi la contratación de un ´9' diferencial para una segunda vuelta muy corta pero que se puede hacer muy larga sin los goles con los que Chumbi estaba salvando a un equipo que ofrece poco o nada ofensivamente. «Estamos esperando a ver lo que surge», se limitaba a decir ayer Algar cuando fue cuestionado por la contratación del delantero.

Si los malos augurios se confirman y el Real Murcia no es capaz de pescar en el mercado la deseada pieza, los aficionados tendrán que conformarse con Marcos Mendes, atacante llegado del Algeciras, donde solo ha jugado 310 minutos y ha marcado un gol. Deberá mejorar sus números el guineano para ayudar a un conjunto murcianista que todavía tiene mucho trabajo por delante para poder alcanzar los tres primeros puestos y que en las próximas jornadas no podrá contar con Víctor Curto, lesionado.

Marcos Mendes es uno de los siete fichajes realizados por un Real Murcia que ha pasado de querer retocar un poco su plantilla a hacer prácticamente una revolución. El portero Champagne, los laterales derechos Gurdiel y Molinero, el centrocampista Verza, el extremo Ton Ripoll y el mediapunta Jesús Carrillo son los otros nuevos integrantes de la plantilla murciana.

No son capaces de hacer los deberes en Nueva Condomina, donde a los murcianistas el mercado se les ha ido de las manos con hasta siete refuerzos, pero sin un delantero que permita sumar puntos como esta temporada estaba haciendo Chumbi. Más claras tenían las cosas en el UCAM Murcia. Sabían lo que querían y han esperado pacientemente hasta llevarse al gato al agua.

No es todavía oficial, pero Salmerón podrá contar en las próximas horas con uno de los delanteros más atractivos que ofrecía el mercado para esta ventana invernal. El barcelonés Jordi Sánchez llegará a La Condomina para dar todavía más caché a una plantilla que ya en verano marcó el ritmo en cuanto en fichajes y que ahora en enero ha vuelto a hacer un importante esfuerzo económico.

Como el gol se paga, muchos de los clubes fuertes de la Segunda B estaban pendientes del futuro de Jordi Sánchez en el Castellón. Y finalmente ha sido Pedro Reverte el que ha echado el resto del talonario para lograr convencer al barcelonés de 26 años. A falta del anuncio, el atacante ya ha dado el sí a los universitarios.

Para que el jugador catalán aterrice en la plantilla, el UCAM deberá dar una baja. El nominado es Eneko Jauregi, futbolista que llegaba en verano pero que no ha dado el nivel ni ha convencido a un Salmerón que al final se ha decantado por Aketxe. El vasco saldrá cedido.

Buyla, otro medio para Salmerón

El refuerzo que ya está confirmado es el del centrocampista sub-23 Jannick Buyla, quien se incorporará al equipo universitario a préstamo por el Zaragoza. El canterano del conjunto aragonés comenzó la temporada con Rubén Baraja como titular pero poco a poco fue perdiendo protagonismo tanto con el sustituto del vallisoletano, Iván Martínez, como con el actual técnico, Juan Ignacio Martínez. Jannick ha jugado esta temporada en el conjunto aragonés seis partidos de Liga y dos de Copa del Rey.