El tenista murciano Carlos Alcaraz Garfia afronta las últimas horas confinado en una habitación de un hotel en Melbourne. Desde que llegó a Australia hace ya casi dos semanas, el jugador ha estado encerrado debido a un positivo de una de las personas que viajó en el mismo avión desde Doha. Tras haber dado negativo en todas las pruebas PCR a la que ha sido sometido tanto él como su entrenador, Juan Carlos Ferrero, ya ha recibido la notificación de que mañana viernes podrá salir a entrenar en pista. Hasta la fecha ha venido realizando diversos ejercicios sin salir nunca de la habitación, donde ya cuenta con la compañía de su técnico, puesto que ambos fueron trasladados al hotel oficial de la organización del Abierto de Australia y se han instalado en dos habitaciones contiguas que se comunican. La preocupación que mostró la Real Federación Española de Tenis por la situación de Alcaraz, que aún es menor de edad, fue clave para que la organización del primer Grand Slam de la temporada le permitiera reunirse con su técnico al no haber dado positivo ninguno de los dos.

Carlos Alcaraz, además, tendrá la oportunidad de volver a competir ya la próxima semana al haberse inscrito en uno de los dos torneos ATP 250 que se disputarán en Melbourne, el Great Ocean Road Open, previo al Abierto de Australia, que celebrará el sorteo del cuadro final el próximo día 4 de febrero. La participación en este trofeo le permitirá adaptarse a la pista en la que tendrá que competir en el primer Grand Slam de su carrera deportiva. Su estreno está previsto para el miércoles día 3.

El Great Ocean Road Open será el primer ATP 250 que disputará en su carrera Carlos Alcaraz, aunque el año pasado ya estuvo en un ATP 500, en Río de Janeiro, donde hizo historia al lograr la victoria en la primera ronda y convertirse así en el primer tenista de la generación de 2003 que lo conseguía. Al cuadro final accedió mediante una invitación y superó a Albert Ramos, para después caer en segunda ronda contra Federico Coria.