No hay ni una semana de tranquilidad en el Real Murcia. A la irregularidad deportiva que está viviendo el equipo se le suman episodios inesperados que están mermando las capacidades de un conjunto necesitado por entrar en la División Pro. La marcha de Chumbi al Marbella dejó al Murcia huérfano de su estrella una vez que este consiguió el nivel tras dos temporadas y media en las que dejó mucho que desear. Su salida provocó enfado e indignación tanto en la afición como en el cuerpo técnico al producirse en un momento inoportuno y obligando al Murcia a acudir al mercado para sustituirle.

A la marcha del delantero aguileño hay que sumarle la nueva lesión de Víctor Curto. El Real Murcia ha informado que Curto sufre un esguince de grado dos en el tobillo izquierdo producido en el entrenamiento de ayer. Este contratiempo en forma de lesión le tendrá apartado del terreno de juego entre dos y tres semanas. El de Tortosa estaba actuando como revulsivo en el equipo de Adrián Hernández este curso, disputando un total de 182 minutos en el terreno de juego. Desde el inicio de temporada Adrián ha intentado dosificarle para que pueda aportar sentido al juego del equipo además de goles. Y no le estaba yendo mal, pues el ariete había sido capaz de marcar dos goles decisivos que supusieron las victorias ante el Yeclano Deportivo y el UCAM Murcia. Se perderá como mínimo, el vital partido ante el Sevilla Atlético y el encuentro en casa contra el Lorca Deportiva.

Con la baja de Curto y la salida de Chumbi, el Real Murcia tiene disponible solamente en la delantera a Alberto Toril, que además está apercibido. Adrián Hernández tendrá que tirar del delantero del filial Andrés Silvente para completar la convocatoria. El club grana está tratando de solventar esta situación urgentemente mirando al mercado para incorporar una pieza de ataque que ayude de inmediato a lograr el tan ansiado objetivo.