¿Siempre ha hecho deporte?

Siempre. Soy de papás deportistas y lo llevo en la sangre. El deporte es parte de mi rutina. He hecho natación, hípica y atletismo. Siempre he corrido, aunque nunca tuve el hábito hasta que lo descubrí con cierta edad.

¿Y a qué edad se enganchó a correr?

Me enganché después de tener a mi primer hijo, en 2008. Jugaba al pádel, pero ese año conocí a Manuel Rico a raíz de entrar él en Adeslas. Me dijo que empezara con carreras populares, pero lo veía muy lejano y la primera que hice fue por él, la Nocturna de Águilas de 2008, siete meses después de nacer mi hijo. Y a partir de ahí empecé a correr con Rico por la urbanización. Después lo dejé en mi segundo embarazo, en 2010, pero regresé, aunque cuando cogí un buen hábito y regularidad fue en 2013, tras el tercer hijo. Empecé a conocer a gente del trail y me apunté a la San Jorge de 11 kilómetros. Y viendo que podía más hice posteriormente los 26K de El Valle.

Qué raro que teniendo a Rico como amigo no le haya animado a hacer una de 100 kilómetros.

No, yo es que soy bastante coherente conmigo. Él está en otra órbita, pero me he apuntado a todo lo que ha organizado, pero sin duda él es quien me ha transmitido la pasión por correr.

¿Cómo se hace para trabajar, tener tres hijos y correr?

Al final es organizarse, no poner excusas con el tiempo porque todos lo tenemos. Me hace gracia la gente que dice "no tengo tiempo" porque cuando algo te gusta, lo sacas. Si hay que madrugar, se madruga, y si no, a las nueve de la noche haciendo frío y calor. Hay veces que te cuesta más que otras, pero la satisfacción personal lo compensa todo. Me da energía para llevar adelante mi familia.

¿Su marido le apoya?

Sí, él también es deportista y le encanta que yo haga deporte. Yo empecé con el pádel por él, pero cuando vi que me podía lesionar, me decanté por correr porque vi que los impactos son menores. Yo disfruto corriendo y este año me he apuntado al club Los Leones Trail, que son una gente maravillosa. Formamos un gran equipo donde si tú no puedes, te esperan.

¿No hay pocas mujeres?

Hay pocas, pero también es verdad que es un deporte que requiere constancia, porque cuando pierdes un poco el hábito es difícil.

Pero usted encuentra el momento para salir a correr. ¿Por qué otra gente no?

Porque depende de la actitud de cada uno, las ganas de organizarse. Yo trabajo por las mañanas y por las tardes, porque también soy asesora nutricional en Herbalife. La cuestión es organizarse y tener ganas de hacerlo, es cuestión de fuerza de voluntad, aunque yo de por sí tengo mucha energía.

¿Le costó dar el paso de ponerse por primera vez un dorsal?

Qué va, es verdad que tienes el gusanillo antes de tomar la salida, pero yo era feliz, y como siempre he ido a disfrutar con lo que hago, no me imponía, al contrario, me daba más fuerza. Aunque cuando empecé no estaba preparada como ahora, hacía los tiempos por cabeza, porque siempre me ha hecho ir por encima de capacidad.

¿Y cómo se organiza con su marido?

Él trabaja mañana y tarde y cuando llega lo tengo todo preparado y salgo yo. Otras veces, cuando termino en la oficina, como allí salgo a las tres y media, me voy directa hasta las cuatro y media para después irme a llevar a los niños a las actividades. Y los fines de semana estamos quedando a las ocho de la mañana en El Valle. Además, hago gimnasio para fortalecer piernas y brazos, y entrenamiento funcional. No paramos, pero como los críos tienen ya una edad, muchas veces se vienen con nosotros.

¿Los niños se han enganchado al deporte?

Por supuesto. Yo corro con mi hijo mayor, que va a cumplir 13 años ahora, y desde que tenía 10 años se venía conmigo. Él juega en el Real Murcia al fútbol, pero desde que tiene uso de razón, está haciendo deporte, y aunque no le gusta mucho correr, sí que nota que ha mejorado su preparación física. El otro niño, el pequeñito, también juega al fútbol, pero aún tiene 7 años. Y a la niña, que tiene piernas largas, le encanta el atletismo. Al final, sin quererlo, de verlo en casa se enganchan.

¿Y qué es eso de ser coach nutricional?

Enseñar a comer, pautas de rutina y ejercicios. A mí siempre me ha gustado el mundo de la nutrición y me lo propuso el año pasado una amiga que trabaja en Centrofama. Asesoramos a personas con problemas de nutrición.

¿Comemos mal?

Muy mal, solo tienes que ver las estadísticas. La gente solo se da cuenta cuando le corriges sus hábitos. Muchos entienden que es algo normal porque desde pequeñitos han comido así. Pero cuando empiezan a bajar peso y tomar energía porque consumen lo que necesitan, se sienten mucho mejor porque dejan de tomar refrescos, bebidas con gas y repostería. Dentro del grupo tenemos un nutricionista y ayuda a conseguir los objetivos de cada uno.

Pero hay muchas dietas trampa.

Todas las dietas, al final, se tienen que convertir en un hábito bueno nutricional, es decir, en hábitos de rutinas. Aparte de comer bien y de forma saludable, para esas personas que dejan ciertos alimentos y que les cambia el metabolismo y pasan hambre, es cuando entra los planes nutricionales de Herbalife, que están formados por los nutrientes que necesitan y no hay nada químico porque hay gente que lleva viente años tomándolo y están más sanos que una manzana. La ventaja es que yo conocía los planes desde joven porque mi madre, que murió de cáncer de mama, dejó de comer y perdió mucho peso, pero la enfermera que tuvo le recomendó que lo tomara y se fue sintiendo mejor dentro de lo débil que se sentía.

¿No siente que cada día nos preocupamos más la gente mayor por mantenernos bien físicamente?

Pero eso es porque tenemos más conocimiento de lo que nos puede sentar bien, ya no tenemos tantos engaños a nivel publicitario. Ahora ya es todo bajo en calorías y el chip ha cambiado a todos los niveles. Todavía hay gente con la mentalidad de que si comes más estarás más sano y hermoso, pero eso está cambiando. Yo he tenido esos buenos hábitos desde pequeña y por eso no me ha costado a mí hacerlo.

¿Se ha marcado grandes retos?

Quería correr la Ruta de las Fortalezas, pero no me cogieron. He hecho varias medias maratones, aunque no de forma oficial, siempre por mi cuenta.

¿Y cómo llevó estar confinada con tres niños en una casa?

La verdad es que lo llevamos mejor de lo que esperábamos. Seguimos haciendo la rutina de siempre. Los niños estudiaban online, pero nos levantábamos muy temprano y yo incluso me maquillaba porque soy bastante coqueta. Era también una manera de estar en casa y de no aplatanarnos. Mi marido, que tiene padres cocineros, descubrió la cocina, y los niños sacaron unas notas fantásticas.