Se esperaba que fuera este un mercado de invierno movido en las oficinas del estadio Municipal Cartagonova. La situación del equipo, que entraba en los puestos de descenso en la última jornada de la primera vuelta, hacía que las urgencias por dar un cambio y un lavado de cara a la plantilla fueran en aumento. Desde luego, no son decisiones que se hayan tomado desde que esto sucedió, ya que los fichajes se han fraguado en los últimos meses. Pero sí que se han terminado de ver todas las carencias que hay que solucionar y a las que hay que poner remedio. Primero con las salidas de hasta cinco futbolistas (Cordero, Sergio Lozano, William de Camargo, Aguza y Rhyner) y después con las incorporaciones que se han producido y las que quedan por llegar -tanto en un sentido como en el otro-.

En el apartado de incorporaciones queda reflejada la necesidad que había de reforzar ciertas posiciones. Se han producido hasta el momento cuatro fichajes que, por nombre, mejoran ampliamente lo que había en la primera vuelta del campeonato. Toni Datkovic, Antoñito, Pablo de Blasis y Chichizola llegan al Cartagena para dar un salto de nivel considerable por calidad y por experiencia. Sin embargo, sus incorporaciones se producen después de haber estado varios meses sin jugar y en algunos casos hasta sin entrenar en rutina de equipo, por lo que deberán correr para ponerse a tono y empezar a participar en una categoría que está demostrando ser de lo más exigente

El arma de doble filo

Fuera de alcance y fuera de toda duda. Es como podrían haberse definido los fichajes que hasta el momento ha incorporado el Cartagena a sus filas en las casi tres semanas que se van a cumplir desde que se abriera el mercado de invierno. Fuera de alcance porque a priori se podría pensar que eran jugadores fuera de la órbita para un equipo que pelea por no descender a Segunda División B; fuera de toda duda, porque es evidente que muy mal se les tiene que dar para no subir el nivel del equipo habiendo pasado por donde han pasado y sabiendo el nivel que han dado allí donde han jugado.

No obstante, puede residir en el ´de dónde vienen' la única duda acerca de su rendimiento. Al menos en las primeras jornadas de la segunda vuelta. Hablamos de cuatro futbolistas que, por unos u otros motivos, apenas han jugado desde que finalizó la temporada 2019-2020. Alguno de ellos, ni siquiera ha podido estar entrenando.

Yendo por orden de llegada, Toni Datkovic es el jugador de los cuatro que más encuentros ha disputado. En cuatro ocasiones ha saltado al terreno de juego el central croata durante su estancia en el Aris de Salónica de la liga griega. Tres en competición doméstica y una en la fase de clasificación para la Europa League. Poco más de 300 minutos que, además, disputó en el mes de septiembre. Desde entonces, tres meses de parón para un hombre que viene a reforzar la defensa. También desde Grecia llegaba otra de las incorporaciones albinegras. Antoñito marchó el pasado verano al Panathinaikos y desde luego, la experiencia no ha salido como prometía. Su estado de salud no le permitió estar a disposición del equipo y ha terminado encontrando en el Cartagena un regreso esperado y una salida necesaria para él. Llega, por tanto, después de una larga inactividad en competición.

Pero casi peor es la situación en la que se incorpora el tercero de los cuatro fichajes. Pablo de Blasis ha estado completamente fuera de la dinámica de equipo durante toda la primera vuelta de este campeonato. El atacante argentino se desvinculó del Éibar y no encontró equipo. A pesar de ello, asegura haber estado entrenando de forma individual.

Leandro Chichizola, por su parte, tampoco ha entrado en los planes del Getafe durante esta campaña a pesar de haber sido importante en la anterior disputando los partidos de Europa League con el conjunto azulón.

Es por ello que la llegada de estos cuatro futbolistas supone para el Cartagena un aliciente si miramos el nivel que pueden llegar a ofrecer en su mejor forma física cuando entren en el equipo, pero a la vez deben ser seguidos muy de cerca para que esa irrupción se produzca de la mejor forma posible en un momento en el que el equipo y el club se juegan mucho.

Si bien Toni Datkovic y Antoñito comenzaron a entrenar la semana pasada junto al resto del grupo, Chichizola y De Blasis lo han hecho a principios de la actual, por lo que tendrán que apurar si quieren debutar el lunes en el primer encuentro que van a tener los albinegros en la segunda vuelta frente al Mirandés. Será el primer peldaño a superar para un equipo que necesita de la ayuda de los jugadores recién incorporados para comenzar a revertir la situación y salir del descenso cuanto antes.

De Blasis: "Llego en un buen estado físico"

Pablo de Blasis fue presentado ayer como nuevo jugador albinegro. El extremo explicó cómo han sido estos meses en los que ha estado sin equipo. «No ha sido nada fácil, es la primera vez que me tocó vivir una situación así, pero este año ha sido muy extraño para todos. He intentado prepararme lo mejor posible en el aspecto individual, entrenando fuerte para que el día que me tocase estar en un equipo estuviese fuerte», manifestaba.

A pesar de esos meses de parón, el atacante asegura que se encuentra «en buen estado físico» porque ha entrenado de manera individual para no perder el ritmo. Ahora, llega a Cartagena para jugar en una categoría menor a la que acostumbra, pero que tiene poco que envidiarle a las otras: «Esta división sigue siendo la élite, pues es fuerte y se compite de una manera parecida a la Primera, con diferentes matices. Pero aquí es difícil destacar», aseguraba.

El Cartagena se encuentra en puestos de descenso a un punto de la salvación. «Es un torneo muy largo y no hay que mirar solo la clasificación. Hay material, entre los compañeros, los técnicos y en el club. Se nota mucho la motivación que hay y las ganas de cumplir el objetivo. Eso cuenta mucho y no tanto la posición actual, pues además estamos en la mitad del campeonato y se puede cambiar el rumbo tranquilamente», declaraba De Blasis.