El Clásico del fútbol sala cumplía su centenario y tanto el Inter como ElPozo no defraudaron y ofrecieron un espectacular encuentro que se llevó la escuadra murciana (3-4) en base a su fe en sus posibilidades. Además, también acompañó la pegada, lo cual facilitó las cosas en un encuentro que se le complicó y en el que, aunque estuvo por dos veces con dos goles de ventaja, llegó con empate al último instante donde Darío hizo el gol del triunfo.

El primer tiempo hizo honor al encuentro que se disputaba y ofreció recital de juego y ocasiones que estuvieron aderezadas con goles. Y, en esa verticalidad y rapidez a la que se entregaron ambas escuadras, salió victoriosa la murciana, que hizo tres tantos mientras su rival se quedó en uno solo.

Si bien ya se amenazaba tormenta sobre las áreas y los guardametas habían sacado el paraguas en previsión de lo que estaba por llegar, todo se condensó en escasos tres minutos casi llegando al ecuador de este periodo, en los cuales se vieron tres tantos. Primero marcó Alberto García, luego amplió la ventaja Pol Pacheco y respondió casi acto seguido Fer Drasler, ex de ElPozo.

El encuentro entró entonces en un periodo de calma en el que los equipos, sin llegar a dejar de atacar, decidieron tomarse un respiro y reponer fuerzas antes de un arreón final donde el Inter cerca estuvo de igualar el choque pero fue Marcel quien hizo el tercero ampliando la ventaja antes de un descanso al que llegó muy favorecido el conjunto de Giustozzi.

El segundo acto tampoco dio lugar para la tregua y los dos equipos salieron con todo para hacer daño con premura. Tras varias ocasiones de locales y visitantes, Dani Saldise hizo el segundo de los suyos volviendo a dejar la ventaja de ElPozo al mínimo. Si había algún momento para imponer la tranquilidad y actuar con cabeza, era ese. Pero entre que el Inter no estaba por la labor de bajar las revoluciones del duelo y que los de Giustozzi son de sangre caliente y no entienden de tranquilidad, el partido volvió a estirarse ofreciendo una constante de clarísimas oportunidades de gol.

Por si se echaba en falta más emoción, Felipe Valerio fue expulsado tras ver su segunda amarilla y los de Giustozzi aguantaron y mantuvieron a raya al cuadro interista hasta que Borja logró hacer el empate a dos minutos del final. Parecía definitivo pero Darío Gil se sacó un zurdazo restando un minuto para sellar un triunfo que hizo justicia a un partido que ElPozo dominó en los aspectos esenciales y cuyo resultado da una alegría a unos aficionados que andaban faltos de soñar.