El UCAM Murcia no perdió por un penalti en el minuto 90. Los que no vieron el partido podrían tener esa idea en su cabeza, e incluso más si se ven las imágenes posteriores del más que dudable penalti definitivo que le dio el tercer gol al Sevilla Atlético. Pero no. El penalti solo fue la puntilla que puso hizo justicia en el marcador. Porque el Sevilla, con todas las limitaciones e inexperiencia que tiene en sus filas, puso más ganas para llevarse los tres puntos al final del partido.

El UCAM no perdió ayer ante el antepenúltimo clasificado de la tabla por un penalti en contra en el último minuto. El UCAM Murcia perdió porque dejó de hacer todo lo que le ha llevado a ser el líder del Grupo IV de Segunda B. Falta de intensidad, errores garrafales en defensa tanto de Charlie como de Romera, poco protagonismo en el centro del campo, nada de chispa por las bandas y falta de contundencia arriba. Aunque si no llegan balones, poco se puede achacar en ese sentido a los delanteros. «Ha sido un día horroroso. Hemos hecho una detrás de otra, muchos errores en defensa, malas decisiones... Han merecido la victoria», decía Salmerón. Autocrítica del entrenador que veía cómo su equipo perdía una ocasión magnífica para poner tierra de por medio en la clasificación.

Pintaba a un partido difícil. Las bajas de Alberto Fernández, Adri León y Agirre por covid, sumadas a las dudas de Santi Jara hacían que el UCAM Murcia pasara apuros por primera vez en la temporada para formar un once. Pero eso no es una excusa. A pesar de las bajas, los universitarios tienen garantías en su plantilla para competir contra un filial, que a pesar de hacer un partido muy serio, es de los equipos más limitados del subgrupo. Y no por la falta de talento en sus filas, sino por los errores que le lastran jornada sí y jornada también. Pero al César lo que es del César. El Sevilla ganó y lo hizo bien aunque fuera con polémica en el último minuto.

Era el segundo partido en casa consecutivo y ante un rival teóricamente inferior que no lucha por los mismos objetivos. Era un escenario propicio para empezar 2021 como un tiro, con dos victorias en dos partidos y dar un paso de gigante en la búsqueda por ese tan ansiado ascenso a la División Pro. No se fiaba Salmerón del partido ante el Sevilla Atlético. E hizo bien en no hacerlo. El filial hispalense comenzó muy serio, sabiendo lo que se jugaba. No se dejó amedrentar ante el líder y quiso ser dominador del encuentro a través de la pelota, metiendo a su pivote entre los centrales para ganar más empaque en el centro del campo y robar la pelota al UCAM Murcia desde el comienzo. Empezaron los universitarios con muchas dudas y quizá, hasta con un poco de sorpresa por la autoridad que habían mostrado los jóvenes del filial en ese inicio. Se acrecentaron éstas cuando Tropi, un indispensable en el esquema de Salmerón, tuvo que irse lesionado en el minuto seis tras una dura entrada del rival. Al no disponer de Adri León, entró Booker en el centro, que ya había mostrado buenas maneras en la Copa Federación y en la pretemporada. El canterano mostró desparpajo desde el inicio y no desentonó en comparación con los habituales.

El partido empezó lento. El Sevilla Atlético dominaba el esférico pero las ocasiones no se sucedían y el UCAM esperaba agazapado a la contra. Quizá lo esperado en la cabeza de José María Salmerón, sabedor de la energía con la que empiezan los filiales, esperando su momento para atacar y dar el golpe. La primera del partido llegó en el minuto 13 con un penalti para el UCAM Murcia. Una inocente mano de Adrián Peral dio la primera oportunidad de adelantarse a los universitarios. Aketxe, infalible desde los once metros esta temporada, cogió el balón para convertir su sexta diana del curso. No pudo ser porque Alfonso le adivinó las intenciones y detuvo el penalti al vasco. El rechace también le llegó y Aketxe lo lanzó arriba. Fallo inexplicable para un jugador como él. No tuvo su día el pichichi del equipo.

El Sevilla, que poco a poco iba acorralando al UCAM, encontró hueco mediante una magnífica jugada individual de Luismi Cruz que rompió la cintura de Josete, quien posiblemente tenga que usar tacatá para el dolor en los próximos días. El joven atacante después del regate, definió con un remate picado ante Biel Ribas. Mucha clase en el primer gol.

Pronto, la suerte se puso de cara nuevamente para el UCAM Murcia. A los cinco minutos de encajar el primer penalti, el árbitro señaló el segundo de la mañana tras una caída de Pablo Espina ante Falcón. El propio delantero se encargó de coger la pelota y con un disparo raso pegado a la base del palo, puso el empate desde los once metro. Fue el primer gol de Espina con la camiseta del UCAM en la liga. Antes de acabar la primera mitad, tuvo otra clarísima de cabeza tras un centro de Chacartegui pero se le fue desviado.

Intentó Salmerón arreglar la falta de contundencia defensiva que estaba sufriendo el equipo en la primera mitad. Y eso que lo peor estaba por llegar. Sacó a Admonio y Viti para cambiar el esquema de un 4-4-2 a un 5-4-1 pero el resultado fue nulo. A los cuatro minutos de empezar el segundo acto, el Sevilla Atlético volvió a adelantarse en el marcador. Un error de José Romera en la salida de balón propició que Juanlu Sánchez le robara la cartera y la pusiera atrás para que Isaac definiera ante Biel con un gran zurdazo. 1-2 y de nuevo a remar. El UCAM ya era un mar de dudas después del segundo mazazo. El rostro de los jugadores y los gestos de Salmerón hacían ´spoiler' del final del partido. Pero casualmente, ese gol supuso una mini reacción del UCAM Murcia. Pablo Espina tuvo toda la suerte que no había tenido hasta el momento en toda la temporada. Hizo el segundo en su cuenta personal que servía para volver a igualar el marcador en el minuto 58 con un disparo cruzado que tocó en un defensor y acabó dentro.

En los últimos minutos de partido, el equipo hispalense mostró más ímpetu para llevarse los tres puntos que el UCAM y se lanzó al ataque. Otro error clarísimo en la salida de balón concedió una ocasión clarísima para Simo. Biel Ribas evitó el 2-3 con un auténtico paradón. Pero solo retrasó el inevitable final. De nuevo Simo, que actuó como perfecto revulsivo, provocó un penalti más que dudoso que aprovechó Iván Romero en el minuto 90 de partido. Paradójicamente, el fútbol hizo justicia de forma injusta. Primer aviso al UCAM de que todavía no hay nada hecho y que cualquier despiste vale para retroceder dos pasos de golpe.

Salmerón se mostró muy molesto con el desarrollo del partido ante el Sevilla Atlético. Lejos de esconderse, el técnico almeriense hizo autocrítica tras un partido en el que no salieron las cosas. «No hemos hecho un buen partido en ningún aspecto. Hemos cometido demasiados errores, hemos estado bien ni los jugadores, ni yo. Hay que seguir trabajando, el Sevilla se ha merecido la victoria», declaraba Salmerón.

El almeriense ya sabía al equipo al que se enfrentaba y avisó en la previa de que sería un rival difícil. No se equivocó en su pronóstico. «Esperábamos un Sevilla Atlético así, conocíamos su capacidad y su calidad. Hemos cometido tantos errores que ellos han podido fluir en ataque».

Salmerón cree que la derrota ha sido más «por demérito nuestro que mérito suyo. Los tres goles han sido un regalo». Aún así, no dudó en felicitar al rival por el buen trabajo. En el descanso, intentó cambiar el esquema con cinco defensas, pero tampoco dio con la tecla. «Los que han jugado de inicio han estado mal y los que han salido de refresco también. Es un día para olvidar, no ha salido nada», finalizaba. Mal día para los intereses del UCAM Murcia que dejan pasar una gran oportunidad de distanciarse con esta derrota.