Siguió el Real Murcia con su política de esta temporada. Una de cal y otra de arena. Si la semana pasada pinchaba en el campo del El Ejido cuando tenía la victoria en su mano, este domingo ha sabido sacar tres puntos importantísimos de la Ciudad Deportiva del Granada que le permiten mantenerse en la lucha por entrar entre los tres primeros. Un gol de Alberto Toril en la primera parte fue clave en un encuentro en el que los murcianistas fueron capaces de ahogar a los locales durante muchos minutos. Solo en el tramo final de la segunda parte sufrieron los arreones de los nazarís, pero fueron capaces de mantener el marcador gracias a una gran actuación del meta Champagne, que salvó a su nuevo equipo en el minuto 96.

Lleva Adrián Hernández varias semanas cuestionando a sus jugadores por no saber leer los partidos. También es verdad que es difícil, por no decir imposible, concentrarte en la lectura de algo o en la realización de una tarea si tienes a alguien gritándote y pataleando constantemente a tu lado. No cambió parte de la historia en la Ciudad Deportiva de Granada. Hasta en la retransmisión televisiva se escuchaba más al técnico grana que al locutor. Lo que sí cambió es la actitud de los futbolistas murcianistas. Durante la primera parte leyeron a la perfección el partido, sabiendo perfectamente qué hacer para neutralizar a los locales y aprovechando una de las pocas ocasiones de gol, por no decir la única, para adelantarse en el marcador.

No fue Chumbi el autor del gol. No fue Chumbi porque Chumbi no estaba en el terreno de juego. Chumbi había decidido un día antes quedarse calentito en casa pese a que sigue teniendo contrato en vigor con los granas y a que no tiene ningún tipo de molestias. La oferta del Marbella no solo le ha hecho obligarse de sus obligaciones. También le ha quitado las ganas de utilizar las redes sociales para presumir de murcianismo y para besar el escudo. Ahora, mientras el equipo que todavía le paga juega un importantísimo partido, él se salta el cierre perimetral para poner fotos en Alicante en la playa.

Pero al igual que Chumbi se ha olvidado a las primeras de cambio del Real Murcia; el Real Murcia quiso olvidarse a las primeras de cambio de Chumbi. No estaba en el terreno de juego el jugador que incluso hace una semana fue capitán, pero nadie lo echó de menos. Con Champagne en la portería y Gurdiel en la banda derecha intentando elevar la experiencia y la veteranía, el Real Murcia se sintió ganador de cualquier batalla ante el filial nazarí en la primera parte.

Quitando los primeros segundos, en los que Nuha fue capaz de meterse en la cocina, el Real Murcia completó una buena primera parte. Tocaba disputa, y los granas las ganaron todas con Abenza y Youness cubriéndose uno a otro en el centro del campo. Estaban los visitantes tan concentrados en ganar en la presión y ahogar a los granadinos, que solo fallaba una parte del plan. Las urgencias por llegar al área, insistiendo demasiado en el juego directo, penalizaban cualquier opción de victoria. Necesitaba el Murcia encontrar más a Carlos Palazón, otra de las novedades en el once, y a Pedrosa para calmar el juego cuando tocaba atacar. También necesitaba combinar más con un David Segura siempre dispuesto a meter la directa. Pero parecía imposible. El partido nacía y moría en el centro del campo, donde unos y otros intentaban aprovechar las continuas imprecisiones. Y, aunque los granas, se acercaban más al área, el peligro era el mismo. Cero para el Granada B y cero para el Real Murcia en ataque.

Pero en el minuto 23 cambió el guion del partido. El Real Murcia se atrevió a combinar con paciencia y se llevó un premio que solo había que esperar para saber si iba acabaría siendo oro. Comenzó la jugada en la banda izquierda, donde un activo David Segura lo estuvo intentando durante toda la primera parte, y acabó en la banda derecha cuando Palazón abría para que Adán Gurdiel dejase su nombre a las primeras de cambio en una auténtica autopista que le permitió entrar casi hasta la cocina. Centró el ex del UCAM y en el área no encontró a Chumbi porque Chumbi no estaba. Encontró a un Alberto Toril que está dispuesto a coger los galones dejados por el aguileño. No falló el mallorquín, que puso el 0-1 y celebró su cuarto gol en lo que va de curso.

A diferencia de jornadas anteriores, con el 0-1, el Real Murcia siguió sabiendo leer el partido y manteniendo el balón alejado de la meta defendida por un Nereo Champagne, que sin intervenir, solo con verlo bajo los palos, ya aporta seguridad.

Comenzó la segunda parte al igual que terminó la primera. El Real Murcia tenía bajo control al Recreativo Granada. Pero con el paso de los minutos, a los granas volvió a pasarles factura su falta de atrevimiento, aunque en esta ocasión fueron capaces de aguantar el marcador, y eso que hubo ocasiones para ambos, pero más para los locales, que insistieron hasta el 96.

Alberto Toril tuvo una clarísima para sentenciar, pero su remate lo sacó la defensa local. Por su parte, los nazarís tuvieron unos diez minutos en los que presionaron contra la portería de Champagne, pero ni Miguel ni Nuha fueron capaces de conseguir el premio del empate.

... Y aparece Champagne

Con el reloj ya llegando al minuto 90, el partido se volvió feo, con parones continuos. Faltas, cambios, tarjetas... apenas se jugó para suerte del Real Murcia. Adrián Hernández aprovechó los cambios para poblar su defensa. Los granas, incapaces de retener el balón y de poner tranquilidad, dejaron abierto el partido hasta el final, obligando a Champagne a lucirse en el minuto 96 para evitar el gol nazarí, y permitir que el 0-1 de Toril no se moviera del marcador. Vuelven los de Adrián Hernández con tres puntos que le permiten seguir en la lucha por los tres primeros puestos.