Cuando Y eso le ha pasado al Real Murcia en Santo DomingoReal Murcia. Y todavía pueden darse con un canto en los dientes los granas, que salvan un punto en un partido que se le puso de cara tras el gol de Chumbi, pero que fue incapaz de mantener la calma y de controlar una segunda parte en la que le dio el balón y la ventaja a un conjunto local que incluso buscó la victoria cuando ya había asegurado el 1-1 gracias a un tanto de Toni Arranz. Finalmente el resultado final vuelve a dejar en entredicho a un conjunto murcianista irregular, intermitente y que no juega a nada o casi nada, solo se salva por la pegada de Chumbi en una acción aislada, una de las pocas que han generado los visitantes a lo largo de los noventa minutos.

Chumbi es como un oasis en medio del desierto. No había arena en el estadio Santo Domingo, pero la imagen ofrecida por el Real Murcia en los primeros cuarenta y cinco minutos era para desesperar tanto como cientos de kilómetros de arena. Aunque sin sufrir, los murcianistas eran incapaces de dominar a un El Ejido que anda metido en una crisis deportiva de la que quería salir con el inicio del 2021. Pero cuando más perdidos estaban los granas, cuando los aficionados deseaban que se llegase al descanso para desconectar un poco de un partido que dejaba más bostezos que otra cosa, se demostró una vez más que los de Adrián Hernández están tocados por una varita mágica.

Acabaron el 2020 necesitando muy poco para hacer gol, y han empezado este año con la misma virtud. Se demostró en el minuto 42, cuando Yeray abría a Pedrosa para que el canterano dinamitase una defensa descolocada y pusiese un balón a Chumbi que, como si fuese un regalo de Reyes, iba envuelto en un papel colorido y con un lazo rojo, que el aguileño no tardó en abrir para batir a Wilfred y poner el 0-1 en el marcador.

Un gol que lo cambiaba todo, un gol que permitía olvidar una gris primera parte, un periodo en el que el Real Murcia perdió pronto la intención, siendo incluso incapaz de presionar la salida de balón a un El Ejido que tampoco generaba peligro a la meta defendida por primera vez en lo que va de curso por Josele. La otra novedad en el once murcianista era la presencia de Iván Pérez, que aparecía después de muchas semanas de baja por lesión y que actuaba más de extremo, con Álvaro Moreno cubriéndole las espaldas en la banda izquierda y Navas durante los minutos que actuó por la derecha.

Poco o nada se puede contar hasta que Chumbi cambió el guion del partido. Con un Real Murcia ordenado y tranquilo, como si el partido no fuera con él o como si supiera que con una ocasión en suficiente para enviar al rival a la lona, los minutos fueron pasando. El Ejido intentaba tener el dominio pero no podía superar la superioridad defensiva de los granas. Su mejor ocasión llegaba en un córner, pero Zubiri envió fuera una situación inmejorable.

Pero si no cambia nada en este inicio de año respecto a la pegada de Chumbi, tampoco cambia nada respecto a la imagen ofrecida por los granas cuando toca enfrentarse a un rival en crisis. Ni con el marcador a favor por el gol del aguileño fue capaz el Real Murcia de mantener la renta conseguida. Y es que la segunda parte de los de Adrián Hernández fue para olvidar. Solo una doble ocasión fallada por Pedrosa tras una contra es lo que se vio en ataque para los locales. Todo lo demás lo puso el cuadro local, que salió en busca de premio tras el descanso y que lo encontró cuando Arranz en el minuto 78 batía a Josele.

El gol del El Ejido solo fue la recompensa a la insistencia. Lo buscaron los locales desde la reanudación y lo siguieron intentando tras el 1-1, cuando el Real Murcia ya jugaba con uno menos por la expulsión de Iván Pérez y cuando se demostró que los de Adrián Hernández no merecían ni un punto.

Vuelve el Real Murcia a dejar escapar la oportunidad de encadenar dos victorias consecutivas y vuelve a quedarse fuera de los tres primeros clasificados, desperdiciando una jornada en la que el Córdoba no pasó del empate frente al Betis B.