El Athletic Club ha anunciado este domingo que "ha llegado a un principio de acuerdo con el técnico Marcelino García Toral para que dirija el primer equipo masculino rojiblanco hasta el 30 de junio de 2022".

El Athletic destaca que Marcelino "tiene una dilatada experiencia al máximo nivel, con 416 partidos dirigidos; 320 en LaLiga, 54 en Copa y 42 en Europa". Y recuerda que "el último destino del entrenador de Villaviciosa fue el Valencia CF, con el que ganó la Copa del Rey en la temporada 2018-19".

"Una vez se cierre el contrato con García Toral", el club vasco "informará de la composición del cuerpo técnico" y, además, "ofrecerá detalles sobre su primer entrenamiento y la presentación oficial ante los medios".

Despido de Garitano

Gaizka Garitano sucumbió al último de los 'match ball' de la directiva presidida por Aitor Elizegi a pesar de ganarlo, ya que ha sido destituido tras una victoria corta, pero convincente en San Mamés frente a un Elche al que podía haber ganado por más diferencia que el pírrico 1-0 final en el marcador.

Fue, sin duda, uno de los mejores partidos de esta temporada de un Athletic irregular y con carencias, pero que en el momento del cese del técnico de Derio es noveno en la tabla estando mas cerca de las competiciones europeas, que tiene a cuatro puntos, que del descenso, del que se había alejado a seis puntos.

Por todo ello, aunque la posición del entrenador vizcaíno era muy delicada de un tiempo a esta parte, muy cuestionado por la afición y una parte de la junta Directiva, el momento elegido ha sido más que inesperado. Echar a un entrenador tras una victoria es algo que no se suele vez incluso en los clubes con las más altas exigencias.

¿Una destitución ya decidida antes de ganar?

De hecho, lo que ha ocurrido quizás era algo decidido ya con anterioridad. Desde la derrota del pasado jueves la Real Sociedad en el mismo escenario en, aquel sí, un penoso encuentro de su equipo. Entonces quizás le salvó que era el día de Nochevieja, una jornada poco propicia a asuntos que no sean los estrictamente familiares.

Fuera o no así, y oportuno o inoportuno el momento, lo cierto es que ya no sigue en el banquillo de San Mamés quien salvara al Athletic de su última grave crisis deportiva. La que le tenía a cuatro puntos de la salvación y descolgado en la tabla superado ya el primer tercio liguero de la temporada 2018-2019.

En sentido se puede rescatar su reflexión de hoy tras imponerse al conjunto ilicitano: "Lo que quiero es que gane el Athletic. Esté yo o no, siempre estoy contento cuando gana el Athletic", dijo.

Una gran primera temporada

Garitano no sólo salvó al equipo rojiblanco, si no que lo metió en la pelea por Europa. Incluso hasta de la Liga de Campeones, que tenía en el punto de mira cuando viajó a Getafe a pocas jornadas del final.

Cayó en el Coliseum y al final de le fue hasta la Liga Europa en un flojo partido en el Sánchez Pizjuán en el que si hubiese entrado un remate tras un córner en el descuento de Iñigo Martínez que dio en el larguero hubiese obtenido el billete continental.

La final de 'los milagros'

Algo parecido le pasó en su segunda temporada, la primera completa, en la que, no obstante, sí consiguió un hito: meter a su equipo en una nueva final de Copa, el partido fetiche de la afición rojiblanca. Al que más desea acudir y en el que el club vasco demuestra su poderosa capacidad de movilización.

La final de los 'milagros' para el equipo rojiblanco, que se vio hasta cuatro veces eliminado antes de que apareciesen Yuri Berchiche, dos veces, Iñaki Williams, y una eterna tanda de penaltis en Elche para rescatarlo.

El gol de Yuri en Los Cármenes antes de que llegasen la pandemia y el confinamiento supuso el mejor momento de Garitano al frente del equipo rojiblanco. Aunque no pudo pelear por ganarla, y clasificarse de paso para la Europa League porque los dos equipos, Athletic y Real Sociedad, que será su rival, decidieron esperar hasta que se pueda disputar con público.

Segunda decepción europea

Ya que, vía Liga, Europa se le volvió a escapar a poco del final. En un 0-2 frente al casi descendido Leganés en San Mamés tras una expulsión a Unai Simón en los primeros minutos. Era la penúltima jornada y esa derrota, sumada al 4-0 de la última en Granada, empezaron a predisponer a los aficionados contra el técnico.

Un último tramo siempre cuestionado

Así, arrancó un curso que dificultaba la pandemia y en el que el Athletic no ha llegado a alcanzar una regularidad en el juego y los resultados como para cambiar la opinión sobre Gaizka fuera y dentro del club, donde sus apoyos, por lo que se ve no lo suficientemente válidos, eran el presiente Aitor Elizegi y el director deportivo, Rafa Alkorta.

Parecía que cogía aire con cada victoria espaciada que lograba, pero no. Llegó el partido ante el Elche, el Athletic ganó y haciendo además uno de sus mejores encuentros. Pero Garitano, a pesar de ganar un nuevo 'match ball', ya es historia.